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INTRODUCCIÓN

¿Qué es el enfoque por competencias? Se puede afirmar que no tiene que ver con competitividad, sino una forma de ver y hacer en educación. Es un concepto holístico que involucra en el individuo la práctica conjunta e interrelacionada, de conocimientos, habilidades destrezas, actitudes y valores para ejecutar tareas, resolver problemas específicos de la vida, sea en los ámbitos personal, laboral o social.

Evidentemente adoptar el enfoque por competencias compromete a los docentes a un cambio profundo en su concepto de educación y en su práctica, buscando asegurar el aprendizaje de sus estudiantes y dejar de lado lo memorístico y repetitivo. Es en este punto donde los maestros presentan las mayores resistencias, dado que, a su parecer, no hay razón de cambiar todo aquello que durante años les ha dado resultado, sin percatarse que lo que ha cambiado son los estudiantes y la sociedad misma.

Así, entre los argumentos de resistencia que se utilizan en contra del enfoque por competencias en la educación están las siguientes críticas:

1.- Educar para el trabajo, no para la vida. No atiende la formación disciplinar. Es cierto que la formación laboral y profesional contribuyen de manera importante al enfoque por competencias, dado que se apunta a un perfil de egreso (Plan de Estudios 2009. SEP. México) que le permite a los estudiantes incorporarse al mundo laboral. Esto, sin embargo no se contrapone con una formación disciplinar y científica. Por el contrario, el enfoque por competencias contempla y promueve las competencias científicas, que le posibilitan al estudiante abordar y resolver nuevos problemas de manera asertiva y creativa. (Perrenoud, 2009).

2.- El enfoque por competencias se centra en el hacer y descuida el ser. Los programas de certificación y formación de competencias laborales enfatizan la ejecución de tareas y actividades, desatendiendo valores y actitudes. Efectivamente en México, los niveles de educación media y media superior la dimensión afectiva y motivacional fue descuidada en planes y programas, sin embargo en la actualidad esa tendencia ha ido desapareciendo. En cuanto a la educación básica, los nuevos Programas de Educación Preescolar (2004), Secundaria (2006) y Primaria (2009) han retomado la asignatura de Formación Cívica y Ética, resaltando el trabajo transversal que permite enlazar valores y actitudes en el trabajo cotidiano.

3.- Las competencias siempre han sido trabajadas por los docentes. Quizá sea esta la crítica más recurrente de los docentes, lo que evidencia una resistencia al cambio, que les impide estudiar y reflexionar sobre este enfoque con seriedad, reflexionar sobre su propia práctica y reconocer que no todo lo que han hecho ha sido malo, simplemente su trabajo respondió a paradigmas distintos y a estudiantes diferentes a los actuales.

PROBLEMA A INVESTIGAR

En la actualidad en la terminología educativa son frecuentes referencias tales como: educación basada en competencias, nuevas competencias para los ciudadanos, currículo por competencias, el modelo de competencias de educación de competencias, preparación para alcanzar competencias, etc.

El tema de competencias en México ha tomado mucha fuerza, sobre todo en los programas presentados en la Reforma Integral de la Educación Básica, tanto en primaria como en secundaria, en donde se hace énfasis en el “Desarrollo de competencias”. Sin embargo, se han generado una serie de “mitos” acerca de este tema, sobre todo por parte de los docentes, que son quienes aplican dicho proyecto.

Los maestros están confundidos, debido a que no queda claro cuál de todos los ámbitos de competencias es el que deben implementar en el aula, ni en qué orden. Cuando le dicen al maestro desde una nueva reforma educativa, que debe desarrollar competencias, no le especifican de cuales le están hablando: si de sus propias competencias (docentes y profesionales) o de enseñar competencias a sus alumnos (competencias académicas).

Por ello esta reforma pretende, no disminuir, sino coadyuvar al entendimiento de la Educación Basada en Competencias como enfoque desde su análisis y reflexión para que el docente desarrolle sus propias competencias en la intervención educativa y a su vez formar individuos con las competencias necesarias para transitar satisfactoriamente en esta sociedad del conocimiento.

El enfoque por competencias en educación ha tomado fuerza inusitada en los últimos años, de tal suerte que en diversos informes de la UNESCO aparece recomendado, bajo ideas centradas en el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos. En el caso de México, la política educativa se ha alineado a la internacional, buscando dar respuesta a dichas recomendaciones, lo cual no garantiza que se lleve en la práctica educativa. (Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, Presidida por Jaques Delors, entre otros).

ANTECEDENTES

La Secretaria de Educación Pública ha planteado algunas definiciones de competencia en los planes y programas de estudio para la educación básica. Por ejemplo, en el Programa de Educación Preescolar 2004, se señala que:

“Una competencia es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos”.

En el Plan y Programas de Estudios para Educación Secundaria, se define que:

“Una competencia implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes). En otras palabras, la manifestación de una competencia revela la puesta en juego de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para el logro de propósitos en un contexto dado”.

En las definiciones de preescolar y secundaria, se aprecia la presencia de conocimientos, habilidades y actitudes. En el programa de preescolar se establece que las competencias son capacidades que se aprenden y en la definición de secundaria son el conjunto de conocimientos como “saber”, las habilidades como “saber hacer” y las actitudes y valores como “valoración de las consecuencias de ese hacer”.

En ambos casos se considera que estos componentes se ponen en juego o se manifiestan en contextos determinados o específicos. En el plan de Estudios para Educación Primaria se retoma la definición de competencia planteada en el documento curricular de educación secundaria.

Ser competente significa usar lo que sabemos, lo que sabemos hacer y valorar las consecuencias de nuestros actos al enfrentar y resolver eficazmente los problemas y situaciones que se nos presentan.

Las competencias para la vida son amplias, es decir, son aplicables a los problemas, tareas y situaciones que cualquier persona vive en los diversos ámbitos donde se desenvuelve; por tanto, todas las personas deberían tener los conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan actuar y resolver sus problemas con éxito y con conciencia de las consecuencias de sus actos.

Las competencias específicas son tan diversas como actividades realiza el ser humano. En el caso concreto de la educación primaria, las asignaturas incluyen competencias específicas que pertenecen a campos de conocimiento particulares y que es preciso promover entre los alumnos.

Las competencias señaladas aportan cierto tipo de conocimientos, habilidades y actitudes requeridas para continuar la formación en cualquier campo de conocimiento; pero también, contribuyen al desarrollo de las competencias para la vida.

Las competencias específicas están expresadas como los rasgos del perfil de egreso, que describen las características que los alumnos deberían poseer al concluir la educación secundaria como resultado de paso por el sistema de educación básica.

OBJETIVO DE ESTUDIO

Los cambios curriculares constituyen el primer paso de la Reforma Integral de la Educación Básica que busca crear un modelo educativo basado en competencias para elevar la calidad de la educación y promover que los alumnos mejoren sus niveles de logro, y al mismo tiempo favorecer su bienestar y capacidad de participar en el desarrollo de la sociedad.

Se trata de logar que en la escuela, los niños y los jóvenes no sólo adquieran conocimientos sino que, también desarrollen habilidades y actitudes.

Deben ser capaces de usar esos conocimientos, habilidades y actitudes para afrontar situaciones difíciles y desafíos en su vida, resolviéndolas de manera eficaz como individuos e integrantes de grupos sociales, por ejemplo, la familia, la comunidad y el país.

Un currículum basado en competencias busca que las personas puedan resolver sus problemas de una manera eficaz y que ello les produzca bienestar, tanto en lo individual, como en lo colectivo.

La educación es una acción práctica que tiene dos resultados: la capacitación y la formación. Es una acción práctica porque se entiende como labor que realizan especialistas (docentes) sobre una materia prima (los alumnos) con instrumentos apropiados. Los docentes realizan la práctica educativa con el fin de que los sujetos de la educación, por lo general niños, adolescentes y universitarios, sean modificados para convertirse en sujetos adaptados a una determinada sociedad.

Así se considera que en la educación basada en competencias, el

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