Análisis identidad corporativa

Análisis: Imagen corporativa

Importancia en el mercado actualmente

Actualmente a pesar de que nos encontramos cada minuto de nuestro día en contacto con un sin fin de productos y una vasta cantidad de marcas, no existe una conciencia generalizada a cerca del mensaje que están transmitiendo estos elementos.

A parte de su valor prestacional, las diferentes marcas dotan sus productos y servicios de un valor agregado, el de transmitir un mensaje a través de su imagen corporativa: su identidad corporativa.

Por lo general se piensa que la identidad corporativa y la imagen corporativa se refieren a lo mismo, y aún peor, que se tratan simplemente del logotipo de la empresa. Identidad corporativa encierra lo que es en esencia la empresa, es decir, un conjunto de valores, perspectivas y visiones en que se estructura. La imagen corporativa es la parte tangible de la identidad; configura un mensaje visual en que la marca transmite al cliente dichos valores.

Según Joan Costa (1994) la identidad consiste en una triangulación de tres elementos: la forma, la función y la sustancia. Dice que “se ligan la forma, en tanto que estímulo perceptivo y ésta conduce mentalmente a la función y a la sustancia de la cosa percibida”. Se puede entonces relacionar “la sustancia” a ese conjunto de valores propios de la marca que ligado a su estructura comercial se hacen perceptibles a través de la forma (imagen).

La importancia de la identidad visual radica esencialmente en que desde hace ya algún tiempo no se puede percibir al cliente como un ser ingenuo (o al menos no del todo); este no acude simplemente a satisfacer una necesidad sino que viene en busca de experiencias, las cuales se dan a partir del mensaje que le pueda transmitir la marca y aquel valor agregado que esta le pueda brindar. Como se evidencia en el artículo citado, la ausencia de una imagen corporativa correctamente estructurada hace que las expectativas del cliente sean bajas, de un “servicio básico, directo, sin ningún tipo de valor agregado, no esperamos hacer compras por la página web, ni que nos devuelvan el dinero si el producto sale mal…”

Esto se convierte en un punto clave cuando entramos a hablar de competitividad, ya que si bien decimos que el cliente no es ingenuo en su totalidad y tiene la posibilidad de depositar su confianza y dinero donde mejor considere, si en algún momento la marca no es clara en cuanto a la experiencia que se le puede brindar, este simplemente acudirá a otra marca que si lo haga dentro de la gran oferta que tiene a su alcance.

Si analizamos este aspecto desde el contexto local, se puede inferir que en Manizales se está generando una amplia conciencia a cerca de la importancia de la imagen corporativa, especialmente en las nuevas empresas pequeñas y

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