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Aprendamos De Los Niños


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2014  •  1.338 Palabras (6 Páginas)  •  143 Visitas

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APRENDAMOS DE LOS NIÑOS

¡Feliz año! Espero que este nuevo 2014 esté lleno de mucho aprendizaje y mucho crecimiento personal y profesional, y que la providencia nos ofrezca 365 días más de oportunidades para ser mejores, a continuación, unas reflexiones sobre el aprendizaje y su importancia en la empresa:

“Las personas mayores me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Así fue cómo, a la edad de seis años, abandoné una magnifica carrera de pintor.”

Antoine de Saint-Exupéry

Amigo lector, ¿Ha observado alguna vez a un niño cuando juega? ¡No, no hablo de vigilarlo en el parque para que no se haga daño! Hablo de observarlo, mirar la expresión de su rostro, estudiar su actitud, escuchar sus conversaciones; de ser así con seguridad ha notado la seriedad con que se lo toma; si no, se está perdiendo no sólo un espectáculo divertidísimo, sino también la mayor demostración de profesionalismo que jamás recibirá.

Cuando un niño juega está aprendiendo, está siendo creativo, muchas veces está ensayando como ser adulto (en un ambiente seguro), para ellos el aprendizaje es una aventura, es un descubrir constante que les ocasiona placer, todo es perfecto…

…Hasta esa fatídica mañana cuando se estrenan el uniforme para asistir a su primer día de escuela, (le pido perdón a los niños por mencionar a ese monstruo tan temido que extrajo de nuestros pequeños cerebros todo lo que habíamos aprendido y en su lugar colocó una inmensa cantidad de información para que estemos ocupados el resto de nuestras vidas tratando de utilizarla en algo con la esperanza de que tantos años de tortura no hayan sido en vano).

Si en este momento usted piensa que yo soy un anarquista y que quiero satanizar al sistema educativo, entonces hemos comenzado con buen pié, he logrado llamar su atención y sé que continuará leyendo los párrafos siguientes donde explico por qué digo lo que digo:

No soy un anárquico, educar me parece el oficio más digno que existe, específicamente en nuestro país la profesión de educador la considero un apostolado, los maestros son ángeles que deben hacer milagros para poder sacar adelante a sus alumnos con el presupuesto y los sueldos que tienen. Sin embargo, nuestra escuela, esa escuela que nos enseñó matemáticas, literatura, geografía, también nos enseñó otras cosas, en ella “aprendimos a aprender” y “cómo es que se aprende”.

Aprendimos que es malo no saber, ya que obtiene mejores calificaciones quien sabe más, prácticamente nos obligan a saberlo todo; por eso tenemos dificultad para aceptar cuando no sabemos algo (sobre todo en las empresas) y, en el mejor de los casos, nos perdemos aprendizajes fascinantes. Peor por muy curioso que parezca, el no saber es la condición ideal para el aprendizaje consciente de cualquier cosa, declararnos ignorantes sobre algún tema es el primer paso para aprender conscientemente ese tema. Poder decir NO SE “en paz” hace del aprendizaje una experiencia placentera y efectiva.

Aprendimos también que es malo equivocarse, pero los grandes inventos de la humanidad y la mayoría de las innovaciones han surgido luego de muchas equivocaciones, si cambiamos nuestra relación con los errores podemos verlos como elementos de información de los que podemos aprender y que nos acercan cada vez más hacia el éxito; debo aclarar algo, para que se haya producido algún aprendizaje, el comportamiento debe haber cambiado, es decir no tiene ningún mérito repetir errores del pasado de los que debimos haber aprendido.

Si en las empresas nos recompensaran por los errores que cometemos (que sean cometidos haciendo cosas novedosas), tendríamos empresas muy productivas y competitivas, siempre creando nuevos productos, servicios, estrategias, etc.

Otra cosa que también aprendimos en la escuela es que no debemos preguntar, cuando la maestra dice ¿Alguna pregunta? nadie contesta, ¿por qué será?, porque el mismo sistema nos ha enseñado que el que pregunta no sabe (no debemos no saber) y además las preguntas no tienen ningún valor, los premios, las recompensas, las mejores notas las obtienen quienes tienen mejores respuestas, no nos enseñaron que el desarrollo de la humanidad se debe a aquellos arriesgados que se atrevieron a hacer y rehacer preguntas.

Al

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