Arte De Amargarse La Vida

En esta obra “El Arte de Amargarse la Vida”,Watzlawick, no nos da buenos consejos para alcanzar la felicidad, algo por lo que lucha todo ser humano a lo largo de su vida, él señala las maneras en que podríamos perseguir la vida desgraciada y amargada.

Ciertas personas, desde que llegan a este mundo, parecen predestinadas a formar parte del grupo de perdedores; mientras que otras, parecen disfrutar amargándose la vida poco a poco. Para ambos grupos, este libro es un valioso manual, pues no basta con desear amargarse la vida sino que es necesario aprender todos los secretos de este difícil arte. Pero esta obra será de mucha utilidad principalmente para comprender, de una vez por todas, que la vida y el mundo no son horribles de por sí, sino que uno mismo condiciona y hasta prepara sus propias desgracias e infelicidades. El arte de amargarse la vida, un es un texto genial para sonreír y reflexionar sobre el “infierno” de cada día. De alguna manera cada uno encontrará algo de sí mismo y descubrirá las claves mediante las que todos, de una u otra forma, transformamos lo cotidiano en insoportable y lo insignificante en exagerado. El autor analiza con acierto malicioso, medio en serio medio en broma las numerosas posibilidades de que uno dispone para amargarse la vida e impedirse el camino a la felicidad.

Comencemos entonces con lo que el autor nos tiene preparado.

Sobre todo esto: sé fiel a ti mismo, se trata fundamentalmente de la convicción de que no hay más que una sola opinión correcta: la propia. Una vez que se ha llegado a esta convicción, muy pronto se tiene que comprobar que el mundo va de mal en peor. El que es fiel a sí mismo y a sus principios, no está dispuesto a ningún compromiso barato. Puesto a escoger entre ser y deber. En el esfuerzo por permanecer fiel a sí mismo, se convierte en un espíritu de contradicción. No contradecir ya sería traicionarse. El simple hecho de que los otros le sugieran algo, ya es motivo para que a él lo rechacen.

Una vez que se vive en la propia mente comparando la vida correcta, adecuada en comparación con la vida errónea de los demás, nos amargamos un poco del presente, pero eso no es suficiente y el pasado es básico para amargase el presente y el futuro, pues como dice Watzlawick “el tiempo sana heridas, pero no nos preocupemos al respecto, siempre hay maneras para evitar que la herida sane” y por lo tanto seamos desdichados el resto de la vida, y de hecho nos otorga cuatro ejercicios básicos para vivir en el pasado:

1. Sublimación del pasado: sólo ver del pasado lo bueno y bello, y por lo tanto vivir en la añoranza de lo que ya pasó y no volverá.

2. La mujer de Lot: aferrarse al pasado para no ocuparse del presente.

3. El vaso de cerveza fatal: las consecuencias irreparables del primer vaso de cerveza

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