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Aspectos filosóficos, religiosos médicos, sociales....


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2011  •  Tutoriales  •  6.573 Palabras (27 Páginas)  •  670 Visitas

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Aspectos filosóficos, religiosos médicos, sociales….

Debemos reconocer lo difícil que ha resultado centrar el debate en lo más relevante de un problema tan complejo y ampliamente discutido por la sociedad contemporánea y que ha acompañado a la humanidad desde el surgimiento de las primeras civilizaciones, nos damos cuenta cuan problemático puede llegar a ser la búsqueda de un consenso que nos permita plantear verdaderas soluciones a aquellas mujeres que se enfrentan a este drama. Por tal motivo empezaremos por dar relevancia en nuestra discusión a la causa del problema (embarazos no deseados) y no a una de sus soluciones (aborto). Vemos como millones de mujeres en el mundo se ven enfrentadas a tomar esta decisión que evidentemente está enmarcada en la órbita de la libertad individual de la mujer, sin desconocer que tal decisión tiene implicaciones sociales que entrañan dos momentos, el primero, anterior a la toma de la decisión e implica las condiciones de tipo externo que la llevan a ver en el aborto su única salida, segundo, y posterior, que consiste en los altísimos costos que implica para una sociedad las consecuencias de la práctica de abortos inseguros tanto en la integridad física de la mujer y afectación de su capacidad reproductiva, como en el gasto de recursos de la salud escasos por demás en nuestros países en vía de desarrollo y que se podrían orientar a satisfacer otras necesidades, son destinados en tratar de mitigar las secuelas de estos procedimientos.

Que sea este el momento para hacer una aclaración, el lector desprevenido de este pequeño ensayo se preguntará, ¿pero como?, ¿no son acaso los autores promotores de la despenalización del aborto?, efectivamente así es, estamos a favor del aborto como expresión de libertad, autonomía y responsabilidad de la mujer pero en contra de los abortos inseguros y erradicar esa connotación de inmoral y pecaminoso que conlleva a que éste sea penalizado. Más bien la pregunta seria ¿Por qué hay abortos inseguros?, le daremos contestación más adelante cuando precisaremos desde el punto de vista médico los conceptos que utilizaremos para nuestra exposición.

Quisiéramos comenzar por lo básico, por definir qué es aborto para muchos la “simple interrupción del proceso de gestación”, para otros un homicidio en todo el sentido de la palabra. A lo largo de estás líneas trataremos de dar nuestro punto de vista al respecto. Hemos omitido la conceptualización médica del proceso reproductivo para exponerlo hasta este momento dada la rigidez técnica utilizada entre los profesionales de la salud y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) , pero que al momento de la exposición será uno de las primeros puntos a tratar para evitar confusiones indeseables y sentar puntos de discusión claros para la iniciación del debate.

La necesidad de definir términos relacionados con el aborto

El aborto suele definirse como la interrupción del embarazo y puede ser espontáneo o inducido. El aborto espontáneo ocurre sin ninguna intervención externa y puede ser causado por enfermedades de la madre o defectos genéticos del embrión. La expresión “aborto inducido” se utiliza cuando esa interrupción se debe a una intervención externa deliberada.

En sus aspectos fundamentales, el aborto espontáneo es un problema médico que afecta la salud de una mujer, aunque también puede tener consecuencias sociales y psicológicas para ella y su familia. El aborto inducido, por su parte, es un problema personal y social con profundas implicaciones médicas, culturales, religiosas, éticas, políticas y psicológicas.

Nos referiremos con exclusividad a los problemas vinculados a los abortos inducidos, y siempre utilizaremos la palabra “aborto” con referencia a ellos.

Es de conocimiento general que luego de una relación sexual, la mujer con frecuencia queda embarazada y que en la mayoría de los casos nueve meses más tarde nace un nuevo individuo. Sin embargo, hasta que falta la menstruación en la fecha esperada no podemos sospechar si ocurrió un embarazo y. por lo tanto, si existe la posibilidad de un aborto espontáneo o inducido.

El proceso reproductivo comienza con la unión de células especializadas llamadas gametos. La formación de un nuevo ser humano exige la unión de un gameto masculino, una célula llamada espermatozoide y un gameto femenino, una célula llamada óvulo. La fusión de los dos gametos, se denomina fecundación, y la célula resultante se denomina cigoto, la cual tiene el potencial de multiplicarse y convertirse en un embrión, luego en un feto y por último en una nueva persona.

Tres o cuatro días después de la fecundación, un racimo de ocho a diez células entra en la cavidad uterina y, sigue multiplicándose (Ortiz etal., 1990) . Hacia el séptimo día, cuando hay alrededor de doscientas células, comienza el proceso de implantación del racimo de células, ahora denominado blastocito, penetra en la capa interna de la cavidad uterina, llamada endometrio, y se instala en ella. Este proceso de implantación se completa al cabo de unos días. Todas las células del blastocito tienen idéntica información genética, pero sólo algunas de las células centrales constituirán el futuro embrión; el noventa por ciento restantes formará la placenta y las membranas que envolverán al feto.

Hacia el fin de las diez semanas de embarazo, el embrión mide cerca de tres centímetros y posee los esbozos de todas las estructuras internas y externas esenciales. En ese momento, los biólogos comienzan a referirse a las fases ulteriores como desarrollo fetal.

El crecimiento y desarrollo de un feto normal prosiguen durante el resto del embarazo y dentro de este proceso, otro hito importante es el momento en que el feto alcanza viabilidad es decir cuando puede sobrevivir fuera del cuerpo de la madre. Ahora se acepta que ningún niño nacido antes de las 23 semanas de embarazo será capaz de sobrevivir.

Esto significa que los embarazos interrumpidos antes de ese momento pueden definirse como abortos, mientras que los interrumpidos a partir de la vigésimo tercera semana se consideran nacimientos prematuros.

La supervivencia de los bebés nacidos después de 22 semanas de gestación, pero antes de la vigésimo octava (28), cuando el recién nacido pesa menos de un kilo, exige instalaciones médicas muy sofisticadas y especializadas. Aún en ese caso, los supervivientes sufren con frecuencia graves discapacidades que suelen ser la causa de una aflicción constante y duradera de los padres. Si no existe un centro especializado casi todos los bebés nacidos durante este periodo mueren; por tal razón suele considerarse a este período como umbral de viabilidad.

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