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Aspectos generales de la radio

edacrystalInforme20 de Julio de 2013

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ASPECTOS GENERALES DE LA RADIO

CARACTERISTICAS GENERALES

1.- Es un medio de comunicación masivo.

2.- Llega al oyente de forma personal “de tu a tu”.

3.- Ofrece un cierto grado de participación en el acontecimiento o noticia.

4.- Es el medio de mayor alcance, ya que llega a todas las clases sociales

5.- Es un medio selectivo y flexible.

6.- El receptor de la radio suele ser menos culto y mas sugestionable.

7. El coste de producción es relativamente bajo respecto a otros medios.

8.- la audiencia potencial es mayor a otros medios.

9.- El mensaje necesita persuadir al consumidor con sentimientos positivos con respecto al producto.

En relación con otros medios de comunicación, la radio genera una situación comunicativa muy particular, en la que emisor y receptor se ven sin ser vistos, en la que se perciben espacios sin ser percibidos, en la que, sobre la nada, se dibujan mares, ríos, montañas, animales, rostros, sonrisas, tristezas,... La radio, como muchas veces se ha dicho, es un medio ciego, pero también es, al mismo tiempo, un mundo a todo color.

La radio es todo eso porque, en aquel que la escucha, genera constantemente imágenes mentales que, a diferencia de esas otras imágenes que ofrecen el cine, la televisión, la prensa, la fotografía o los videojuegos, por citar algunos ejemplos, no están limitadas por espacios, ni por pantallas, ni por colores, ni por sonidos. Y tampoco están limitadas, ni mucho menos, por el lenguaje radiofónico; un lenguaje que, como luego veremos, presenta una gran riqueza expresiva y unas extraordinarias posibilidades de explotación.

La capacidad de generar imágenes mentales en los oyentes es, sin duda, la principal especificidad de la radio como medio de comunicación, aunque tradicionalmente también se le han atribuido otras propiedades a las que necesariamente tenemos que referirnos: su inmediatez, la heterogeneidad de su audiencia, su accesibilidad o la credibilidad de sus mensajes. Además, la radio, en comparación con la prensa o la televisión, es barata y técnicamente sencilla. No hace falta disponer de grandes infraestructuras para emitir, ni trasladar cámaras, ni equipos de iluminación, ni poner en marcha impresionantes rotativas.

La radio, pese a los avances que han experimentado otros medios gracias a la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, sigue siendo, en la actualidad, la más rápida y la más instantánea, sobre todo a la hora de transmitir acontecimientos noticiosos de última hora. De la misma manera, la radio no ha perdido la virtud de llegar a todos los públicos, porque, entre otras cosas, sus mensajes son sencillos y fáciles de entender, porque su escucha es compatible con el desarrollo de otras actividades, porque entretiene, porque no es necesario saber leer, porque es gratuita, y porque, a diferencia de la prensa, la televisión o el cine, para algunas personas discapacitadas no interpone barreras.

El medio que nos ocupa ha inspirado tradicionalmente una gran confianza entre sus seguidores, posiblemente porque la mayoría de los locutores se dirigen a ellos de tu a tu, les despiertan por la mañana, les acompañan durante la noche, conversan con ellos, les hablan..., y casi siempre con un halo de naturalidad y amistad que difícilmente se aprecia en otros medios audiovisuales. En la confianza que despierta la radio entre la población española, posiblemente radique el hecho de que, hoy por hoy, siga suscitando una gran credibilidad. Pocos ponen en duda, por ejemplo, la veracidad de la información radiofónica.

Pero como podrás intuir, no todo son ventajas. La radio tiene otras características que conviene no perder de vista, ya que influyen poderosamente sobre el trabajo diario de sus profesionales y condicionan gran parte de las tareas productivas más cotidianas, como la redacción de los textos y la locución. La radio, no lo olvides, es un medio exclusivamente sonoro y, por tanto, en la percepción de sus mensajes sólo participa uno de los cinco sentidos: el oído. Además, la radio es un medio acusmático, ya que, como señala en su libro La audiovisión Michel Chion, uno los teóricos más prestigiosos en el campo de la comunicación audiovisual, no aporta imagen alguna del origen de todos aquellos sonidos que constantemente emite.

RELACION ENTRE LENGUAJE LITERARIO Y LENGUAJE RADIOFONICO

El lenguaje literario es una variedad funcional de la lengua, esto es, un uso especial de la lengua

común, como lo son el lenguaje periodístico, el lenguaje científico-técnico, etc. En este caso, se trata

de una variedad de discurso que usa la lengua de un modo particular para conseguir un propósito

estético.

1. LENGUAJE LITERARIO

El texto literario es un acto de comunicación particular en el que podemos determinar una serie de elementos diferenciadores:

• Emisor. El emisor de la obra literaria se denomina autor. Éste crea una obra literaria y,

ciertamente, está provisto de unas ciertas habilidades que lo configuran como hablante

especialmente dotado en cuanto a sus capacidades de expresión lingüística.

El autor parte para crear su obra de su propia experiencia personal (la literatura como

exteriorización de la personalidad de un individuo), de la observación de la realidad (la literatura como reflejo de la visión del mundo de un autor) y, por último, de la tradición literaria y las obras contemporáneas (la originalidad artística y la imitación de los modelos clásicos).

• Receptor. El receptor de un mensaje es el lector, cualquier posible lector, actual o futuro, esto es, un receptor universal. No obstante, toda comunicación literaria es siempre un diálogo que el emisor establece con un receptor ideal, imaginario, que no existe en la realidad, pero está presente en el texto, pues es para él para quien el autor escribe. Es el llamado lector implícito.

En cualquier caso, la iniciativa del contacto comunicativo sólo corresponde al receptor real, que es libre de leer o interrumpir la lectura del texto literario. Tal iniciativa de lector y la necesidad del autor de encontrar a un destinatario, determinan la existencia de distintos tipos de literatura según su público: popular, culta, minoritaria, de masas, etc.

Para que haya una auténtica comunicación, el lector ha de interpretar el texto y atribuirle un

sentido. De la ausencia de sentido unívoco del texto literario se deriva EL CARÁCTER ABIERTO de la obra literaria (el lector re-crea el texto) y el hecho de la lectura como enriquecimiento del texto, dadas las diferentes interpretaciones que recibe en el tiempo.

• Canal. La literatura es una comunicación diferida y unívoca. Se produce la comunicación en

dos momentos que pueden estar muy alejados: la situación de creación y la situación de

lectura.

El canal debe asegurar la permanencia inalterada del texto, único elemento común, entre ambos momentos. Por eso, la literatura es escrita. La escritura fija el mensaje y lo dota de dos

características básicas: perdurabilidad e inalterabilidad, a saber, si se altera la forma, el mensaje será otro distinto.

• Contexto. No cuenta el texto literario con una situación física - como sucede en una

conversación, por ejemplo- que complete su interpretación. La situación es una situación de

lectura individual: el encuentro entre un lector y un texto.

No obstante, tanto el escritor y su obra como el lector están condicionados por sus propias

circunstancias históricas, sociales y culturales.

Un concepto clave relacionado con las concepciones del arte y fundamental para poder evaluarlas es el de ficción. El mundo representado en la obra literaria es diferente de la realidad.

El autor y el lector aceptan como una convención básica e ineludible que con el texto no se pretende transmitir una información directa sobre el mundo real. Por ello, la obra construye su propio contexto, esto es, el contexto al que la obra remite (es decir, el conjunto de referentes de los signos de los que se compone) lo constituye el propio mundo de ficción creado por el autor. Pero, por otro lado, no hay ficción que no sea en mayor o menor medida un trasunto de lo real. En conclusión, toda literatura es ficción, pero también lo es que toda literatura representa la realidad.

• Mensaje. Los mensajes literarios no tienen una finalidad práctica. Su naturaleza es artística,

esto es, estética, se destina a producir un placer espiritual desinteresado.

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La literalidad del texto literario

El texto literario es un texto creado para perdurar y conservarse, es decir, a diferencia del uso

habitual de la lengua, tiene voluntad de permanencia. Se trata, pues, de un mensaje literal. Nace el

texto literario para ser siempre como en su origen fue. Es imposible separar la expresión del

contenido.

Función poética

El mensaje no posee una finalidad práctica inmediata, sino un fin estético. Lo singular de los textos literarios es que, a través de distintos mecanismos o recursos, el mensaje llama la atención sobre su propia forma, de modo que la forma del enunciado es un factor dominante en el texto literario.

¿Cómo consigue el mensaje literario llamar la atención sobre sí mismo?, ¿cómo se produce la

atracción sobre el propio mensaje? La respuesta de R. Jakobson es que en el texto literario se

proyecta el principio de equivalencia (de semejanza) del eje de selección al eje de combinación.

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