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Bases De La Psicomotricidad


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2014  •  2.112 Palabras (9 Páginas)  •  418 Visitas

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BASES DE LA PSICOMOTRICIDAD

El desarrollo de la inteligencia humana en sus diferentes aspectos es el fin que pretende la psicomotricidad. Según afirma la psicología moderna, en la inteligencia se descubre una serie diversificada de funciones, entre ellas se encuentra; la inteligencia representativa, la inteligencia motriz y la efectiva. A estos caracteres de la inteligencia corresponden elementos como la sensación, la percepción y la representación, que son básicos en la educación psicomotriz.

En relación con el desarrollo del niño, los objetivos que se fija la psicomotricidad se concretan en el nivel de las llamadas conductas motrices de base, coordinación, equilibrio, etc. De modo que con ellas se abarca en conjunto la relación del sujeto consigo mismo, la relación con el entorno cercano y la relación con el mundo de los demás.

Estos tres planos de relación nos remiten a los elementos básicos que hay que desarrollar: el esquema corporal, la estructuración del espacio y el tiempo, y el aspecto social de la persona, respectivamente.

EL ESQUEMA CORPORAL

Recibe el nombre de esquema corporal a la imagen mental o representación que cada uno tiene de su cuerpo, sea en posición estática o en movimiento, gracias a la cual puede situarse en el mundo que le rodea. No es algo innato sino que se elabora poco a poco desde el nacimiento integrando en el campo de la consciencia el propio cuerpo a medida que se manifiestan las capacidades psicomotoras. Esta imagen del propio cuerpo se elabora a partir de múltiples informaciones sensoriales de orden interno y externo a lo largo de tres etapas de evolución psicomotriz del niño desde el nacimiento hasta los doce años. A esta edad, la consciencia del propio cuerpo culmina en una verdadera representación mental que parece imborrable.

ETAPAS DE ESTRUCTURACIÓN

El esquema corporal sigue tres etapas de estructuración. La primera, hasta los tres años, es la del descubrimiento del propio cuerpo y con él la adquisición de lo que podríamos llamar el primer esqueleto del ¨ yo¨ el niño va delimitando su cuerpo con relación a las personas y objetos; las experiencias que adquiere en contacto con el entorno, y especialmente la relación efectiva, corporal, o con su madre, juegan un papel importante en este primer esbozo de la imagen del cuerpo.

Entre los 3 y los 7 años tiene lugar a la etapa siguiente en la formación del esquema corporal. A lo largo de estos 5 años, el niño recorre un importante proceso de afinamiento de la percepción. De ahí la conveniencia de la educación sensorial que amplié y desarrolle su campo perceptivo.

Es necesario ayudar al niño a superar poco a poco el subjetivismo característico de la etapa anterior. Se trata de avanzar en la discriminación perceptiva: en primer lugar, del propio cuerpo tanto en sus partes como en su globalidad. El conjunto de las percepciones, a su vez, debe integrarlo de modo coherente y global en relación con el mundo exterior, si no en relación dinámica, que aún no está a su alcance, si al menos en cuanto al aspecto topológico y estético. Al final de esta etapa, como resultado de la interiorización de las experiencias sensoriales acumuladas, el niño con un desarrollo psicomotor normal abandona definitivamente la visión sincrética de la etapa anterior, que no diferenciaba el cuerpo del mundo exterior. Queda sustituida por una representación analítico-sintética del cuerpo que es ya un esbozo del esquema corporal.

La última etapa es entre los 8 y los 11 o 12 años aproximadamente, el niño estructura su esquema corporal alcanzando la representación mental de su cuerpo en movimiento. El paso decisivo que supone esta tercera etapa consiste en la toma de consciencia del cuerpo humano en su aspecto dinámico. El niño adquiere una imagen global de la postura y percibe mejor los detalles de situación segmentaria, de las partes del cuerpo.

Las experiencias y avances realizados en la etapa precedente proporcionan la capacidad de distinguir el cuerpo con relación al entorno; mas a un, se alcanza ahora la posibilidad de considerar voluntariamente el propio cuerpo como un objeto, de manera que el niño puede realizar operaciones tanto con los objetos exteriores como con el cuerpo.

LATERALIDAD

Es el predominio funcional de un lado del cuerpo, determinado por la supremacía de un hemisferio cerebral. Mediante esta área, el niño estará desarrollando las nociones de derecha e izquierda tomando como referencia su propio cuerpo y fortalecerá la ubicación como base para el proceso de lectoescritura. Es importante que el niño defina su lateralidad de manera espontánea y nunca forzada.

EQUILIBRIO

Es considerado como la capacidad de mantener la estabilidad mientras se realizan diversas actividades motrices. Esta área se desarrolla a través de una ordenada relación entre el esquema corporal y el mundo exterior.

ESTRUCTURACIÓN ESPACIAL

Esta área comprende la capacidad que tiene el niño para mantener la constante localización del propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el espacio como para colocar esos objetos en función de su propia posición, comprende también la habilidad para organizar y disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en ambos a la vez. Las dificultades en esta área se pueden expresar a través de la escritura o la confusión entre letras.

TIEMPO Y RITMO

Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de movimientos que implican cierto orden temporal, se pueden desarrollar nociones temporales como: rápido, lento; orientación temporal como: antes-después y la estructuración temporal que se relaciona mucho con el espacio, es decir la conciencia de los movimientos, ejemplo: cruzar un espacio al ritmo de una pandereta, según lo indique el sonido.

Motricidad: Está referida al control que el niño es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo. La motricidad se divide en gruesa y fina, así tenemos:

a. Motricidad gruesa: Está referida a la coordinación de movimientos amplios, como: rodar, saltar, caminar, correr, bailar, etc.

b. Motricidad fina: Implica movimientos de mayor precisión que son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan de manera simultánea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar, cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir.

COORDINACIÓN

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