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Brujula De Compra


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2014  •  6.311 Palabras (26 Páginas)  •  193 Visitas

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Brújula de compra

El sector de tiendas departamentales y de autoservicio en México

Por Pilar López, Amadeo Segovia, Carlos García, Alma Beade

(18 de enero de 2013)

Las tiendas de autoservicio y departamentales tal y como las conocemos hoy en día nos parecen un elemento parte de la realidad urbana, incluso podría decirse que su presencia y características han dejado de sorprendernos. Hemos dejado de ser conscientes de todas las actividades que realizamos en ellas y olvidado cómo hace algunos años había que realizar visitas a distintos establecimientos para poder tener, por ejemplo, todos los artículos que requeríamos para tener cubierta por completo la lista del “super”. El recorrido empezaba con la pollería o carnicería, después a la frutería y verdulería, a la tortillería, y finalmente a la tienda de abarrotes para comprar algunos artículos como platos y vasos, etc. Y que decir cuando además teníamos que hacer unas paradas adicionales para ir a la farmacia a comprar algunas medicinas y a la tintorería a dejar la ropa. Frente a esta situación, en la actualidad, una visita a una tienda de autoservicio implica hacer todo esto y más en un mismo lugar, es decir, no solamente podemos comprar el súper, sino también una multiplicidad de artículos e incluso contratar algunos servicios (como la tintorería, la reparación de zapatos o ropa e incluso no sólo sacar dinero del cajero sino también hacer operaciones bancarias en las sucursales establecidas en ellos).

Las tiendas departamentales presentan una situación similar. En un establecimiento de este tipo podemos adquirir una gran variedad de artículos personales y para el hogar, y en los últimos años también acceder a servicios como agencias de viajes, compra y consumo de alimentos gourmet, entre otros. Además, éstas generalmente se encuentran en centros comerciales lo que multiplica aún más las posibilidades para encontrar en un mismo lugar todo lo que requerimos. Una visita puede implicar no sólo comprar un vestido, sino también zapatos, una lavadora, y contratar un paquete turístico para las próximas vacaciones.

Sin embargo, esta historia no siempre fue así. Las tiendas de autoservicio y departamentales han pasado por un proceso de transformación tanto en nuestro país como en el resto del mundo, derivado de nuevas condiciones económicas, políticas y sociales. Además de la adaptación a estos factores, estos establecimientos con el objetivo de satisfacer las demandas de los consumidores y maximizar sus beneficios han implementado nuevas herramientas mercadológicas, ofertas y promociones que permiten mantener precios atractivos, así como la integración de servicios, lo que permite a los usuarios hacer un uso más eficiente del tiempo.

Los consumidores ante esta realidad gozan de una variedad y surtido vastísimo de bienes y servicios entre los cuales escoger. Por un lado, esta situación es benéfica, ya que amplía las posibilidades de elección en torno a un amplio universo de bienes y servicios, lo que le permite escoger el que más se adecúa a sus necesidades no sólo en términos de calidad sino también de presupuesto. Sin embargo, por otro lado, demanda de parte del consumidor una necesidad de información constante y actualizada para tomar buenas decisiones de compra, ya que de lo contrario ante la variedad puede sentirse confundido y no necesariamente escoger lo que más le conviene.

Debido a la variedad de tiendas departamentales y de autoservicio en nuestro país y a la importancia que tienen no sólo para el consumidor sino también para la realidad económica de nuestro país, en esta Brújula de Compra te presentamos una radiografía de este sector económico que incluye una descripción en cuanto a sus antecedentes en nuestro país, su proceso de transformación y situación actual, así como algunos datos estadísticos que ayudan a dimensionar su tamaño tanto en términos económicos como sociales. En una segunda entrega, te mostraremos los resultados de la encuesta realizada por la Dirección General de Estudios sobre Consumo de la Procuraduría Federal del Consumidor, para conocer la percepción del consumidor del sector de tiendas departamentales y de autoservicio en el Distrito Federal y el área metropolitana.

Es importante mencionar que a lo largo de ambas entregas, al hablar de tiendas de autoservicio nos estaremos refiriendo a todas aquellas donde es posible encontrar productos perecederos tales como frutas, verduras, congelados, además de otras líneas de productos. Es decir, estaremos identificando a una tienda de autoservicio con aquello que comúnmente todos conocemos como supermercados. Por su parte, las tiendas departamentales, son aquellas donde los productos perecederos mencionados no se encuentran a la venta. Por su parte, las tiendas especializadas son aquellas cuya línea de producto es específica, por ejemplo, ropa, calzado, medicamentos, artículos deportivos, entre otros.

ANTECEDENTES

Las tiendas de autoservicio

La primera tienda de autoservicio abrió en agosto de 1930 en Jamaica, estado de Nueva York, Estados Unidos. Desde su creación, los supermercados fueron creados a partir de un principio diferente al de los comercios minoristas, según el cual se establece el autoservicio de parte de los clientes, los departamentos están separados para líneas completas de alimentos y productos no-alimenticios, se manejan grandes volúmenes de artículos y, en ocasiones, precios rebajados para productos específicos. 1

El surgimiento de éstos fue posible gracias a algunos avances tecnológicos, tales como la aparición del automóvil y del refrigerador, que hicieron atractiva y rentable su creación. Por un lado, el automóvil hizo posible que los consumidores se desplazaran mayores distancias para acceder a los supermercados y compraran una mayor cantidad de artículos que podían ser transportados gracias a éste. Antes, los individuos se desplazaban unas cuantas calles para visitar las tiendas cercanas a sus domicilios y comprar los artículos que requerían, acción que se repetía frecuentemente a lo largo de los días, puesto que sin un auto para transportar los productos era complejo comprar mucho. Por otro lado, el refrigerador, hizo posible almacenar los productos sin que se descompusieran, por lo que comprar una mayor cantidad de bienes inclusive perecederos era rentable y evitaba tener que visitar las tiendas de conveniencia o especializadas continuamente. 2

Para el caso específico de México, el primer supermercado abrió sus puertas al público en 1958. La entrada en escena de los supermercados, al igual que lo que ocurrió

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