Buenas practicas de manufactura.

Las buenas prácticas de manufactura (BPM) son una herramienta que ayuda a la obtención de productos seguros para el consumo humano, la cual se concentra en la higiene y la forma de manipulación. Estas a su vez son útiles para el diseño y funcionamiento de establecimientos y para el desarrollo de procesos y productos relacionados con la alimentación, la cual contribuyen a tener una producción de alimentos más seguros, saludables y menos inofensivos para el consumo humano.

En los restaurantes, cafeterías, panaderías son lugares donde no es una obligación que deban cumplir con las BPM dada su variedad de productos que se encuentran allí, sus clientes y la gran demanda de sus servicios, y su incidencia en la salud del consumidor, por lo tanto estos productos deben cumplir con su respectiva calidad para su posterior consumo. La aplicación de las BPM en los restaurantes y cafeterías contribuye a que se dé un ejemplo de calidad e higiene y saneamiento aplicables en la cadena productiva, incluido el transporte y su comercialización, siendo una ventaja para el comerciante y el consumidor.

Es importante diseñar y aplicar estas iniciativas, diligenciando formatos para evaluar y realimentar los procesos, con la idea de proteger la salud de los consumidores, ya que los alimentos así procesados pueden llevar a cabo su compromiso fundamental de ser sanos, seguros y nutricionales.

La aplicación de las buenas prácticas de manufactura en las empresas, le permite contar con un proceso productivo que garantice las condiciones higiénicas y sanitarias con las que todo alimento debe contar.

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