CARACTERISTICAS DE LA REACTIVACION ECONOMICA DE 1978 A 1981

La crisis constituye un episodio de la dinámica económica que es el resultado de la agudización de sus contradicciones. Evidencia como los mecanismos de comportamiento, que venían operando, y los elementos que actuaban para contrarrestar los problemas que se encaraban dejaron de tener eficacia en mantener la estabilidad y crecimiento de la actividad económica, así como la tasa de ganancia.

La crisis exigía revertir tanto las presiones sobre la tasa de ganancia como las presentadas en el sector externo, ya que tales aspectos frenaban la expansión económica. Para ello era imprescindible, modificar las pautas de comportamiento y reestructurar los procesos productivos con el fin de incrementar la productividad, reducir los costos de fabricación y elevar los niveles de rentabilidad.

Otros de los problemas que era necesario hacer frente fue el déficit publico creciente, dada la inexistencia de recursos para financiarlo, el cual se traducía en elevados niveles de endeudamiento externo, con las consecuentes presiones que los altos pagos del servicio de la deuda ejercen sobre la economía. Era imprescindible, tanto disminuir el déficit público como aumentar el ahorro interno, para disminuir los niveles de endeudamiento.

En Agosto de 1976 México firmo una carta de intenciones con el fondo monetario internacional, en la que se delineaba que políticas seguir. Lo que se acordó con el FMI era la necesidad de racionalizar la intervención del estado en la economía, y abandonar la economía de fricción. Se privilegio a los mecanismos y fuerzas del mercado en la regulación de la actividad económica. Serian estos los que impulsarían y obligarían a la readecuación de los procesos para aumentar la productividad.

Se pusieron en marcha mecanismos de ajustes que el gobierno acordó con el FMI, tales como: Contracción del gasto público y de circulación monetaria, liberalización creciente del comercio exterior, aumento en las tasas de interés, devaluación del peso y contracción salarial.

Por un lado, las medidas estaban dirigidas a incidir en las condiciones técnicas y sociales de la producción tanto en la industria como en la agricultura. La crisis y la política económica aplicada en 1976 y 1977 configuran un panorama de recesión económica. Así, el PIB de haber cercio6.2 % promedio anual de 1970 a 1976, en 1977 aumento 3.4%. Las importaciones de bienes y servicios tuvieron una disminución del 10.2% en 1977.

La captación monetaria en términos reales disminuyo en dicho año, afectando ello la capacidad de ahorro y de inversión de la economía. El menor crecimiento del PIB fue ocasionado en gran medida por la contracción de la demanda del sector publico la cual se redujo en 3.8%; la demanda del sector privado solo creció 0.7%

El Auge petrolero

A partir de 1978 se presentaron elementos en gran medida exógenos al sistema económico nacional, que generaron solvencia financiera capaz de cubrir las obligaciones externas y permitir un flujo de importaciones, que contrarresto la insuficiente oferta interna. El auge petrolero incremento la disponibilidad de divisas, tanto por las exportaciones como por el mayor endeudamiento externo. Las exportaciones de petróleo se multiplicaron por 13.9 veces de 1977 a 1981

En consecuencia fue el auge petrolero y la mayor disponibilidad de crédito externo los que flexibilizaron la política ortodoxa. A partir de 1978 se pusieron en práctica aquellas políticas que eran indispensables para impulsar la reactivación económica. La política de tipo de cambio seguida no se inserta la concepción neoliberal, ya que de 1977 a 1981 prácticamente no se modifica el tipo de cambio. Tal política se mantuvo, a pesar de su incidencia negativa con el sector externo, dada la gran disponibilidad de endeudamiento externo para financiar el creciente déficit comercial.

El crecimiento del crédito interno se oriento en mayor medida al sector público, dadas las exigencias para cubrir el financiamiento de este. El menor nivel de las tasas de interés internas, respecto a las externas, junto a la estabilidad cambiaria que predomino de 1977 a 1981 propició mayor endeudamiento externo, ya que era muy redituable.

El mayor endeudamiento externo se origino también por la creciente captación de moneda extranjera por el sistema financiero lo cual limitaba a aumentar la disponibilidad crediticia en los niveles requeridos. Esta situación fue propiciada por la banca para evitar fuga de capitales. Las políticas de precios y salarios fueron importantes para asegurar los niveles de rentabilidad para recuperar la confianza de los capitalistas, en dicho esquema se mantuvo la política salarial vigente desde enero de 1977, cuyo propósito era reducir costos de producción ante la existencia de bajos niveles de productividad y otros elementos que se encaraban, e incrementar la inversión y el empleo.

El crecimiento del déficit publico desempeño un papel importante en la reactivación económica lograda en el periodo. Los mayores ingresos por petróleo e impuestos indirectos permitieron al gobierno incrementar sus gastos, postergándose una vez mas una reforma tributaria que grabara mas a los capitalistas. Esto creaba condiciones de confianza hacia el sector privado de la economía.

De igual forma, contar con todos los recursos implico abandonar la política de saneamiento financiero de las empresas públicas, las de extensiones tributarias, las de subsidios, y las de precios y tarifas, dirigidas a corregir las finanzas públicas, las cuales estaban comprendidas en el

...