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CECH “Formando en valores hacia la excelencia”


Enviado por   •  7 de Marzo de 2021  •  Reseñas  •  2.881 Palabras (12 Páginas)  •  77 Visitas

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Material realizado por Boris González Torres    

Profesor de Historia y Filosofia.  

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DEPARTAMENTO DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES.

CECH

“Formando en valores hacia la excelencia”

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Fuente:https://www.google.com/search?q=personajes+de+la+historia+collage&tbm=isch&hl=es-419&hl=es-419&ved=2ahUKEwiOvOW2y5HpAhW

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ANTERIORMENTE

La burguesía ya se había instalado en el escenario histórico, creando toda una sociedad que modificaría hasta nuestros días la forma de ejercer la política, la economía, y la mirada sobre la sociedad. La Burguesía nació en Europa, pero también engendró toda una elite social en América. Un continente relativamente nuevo, que aunque arrastraba tradiciones milenarias por medio de sus habitantes nativos, se formaba como un territorio nuevo cuya estampa era ser hijos de sus colonizadores…, Europa. [pic 9]

El siglo XIX

El siglo XIX aparece en el escenario temporal de la historia como una montaña rusa cuya velocidad habría cambiado el ritmo y la dirección de los habitantes de occidente. Si nos remontamos al estudio de las edades antiguas, el mundo medieval, el renacimiento y el surgimiento de la modernidad, es posible visualizar en ello un recorrer del tiempo más calmo, de transformaciones profundas pero graduales; sin embargo; cuando nos aproximamos a los siglos XVIII y XIX; sobre todo el XIX; nos encontramos con esta alocada montaña rusa que nos lanzaría cual balón fuera del estadio. Nos lanzaría al temible siglo XX. Una vez ya cobrada la consciencia en el siglo XX, nos daríamos cuenta de los daños físicos de la caída…, seguida por mareos y vómitos.

El alocado siglo XIX comenzó con el ardor de la revolución francesa, impactando a toda Europa bajo la amenaza del imperio Napoleónico (que paradójicamente era el imperio de la revolución; libertad, igualdad y fraternidad bajo el sello de un imperio ¿loco no?). El siglo XIX en su primera mitad (antes de 1850) contiene las sangrientas independencias de las colonias sudamericanas (Por que Estados Unidos se independizo antes, entre 1775 y 1783); tenemos avances en los campos de la ciencia, la filosofía y las artes; surgimiento de doctrinas sociales, y por sobre todo, el siglo contiene la gran revolución industrial en Gran Bretaña (entre 1760 y 1840), desarrollando la técnica y la producción a una escala nunca antes vista…, y así podríamos seguir analizando los muchos eventos que acontecieron en esta fracción de tiempo, pero la intención de éste escrito nos lleva hacia un concepto que estuvo detrás de la mayoría de todos los eventos. Se trata de un concepto que no solo altera nuestra forma de ver y entender a las sociedades del mundo, sino que también demarca al planeta con límites fronterizos, ya sea sobre el mar, la tierra y el aire. Se trata del surgimiento del nacionalismo y la conformación de los estados. [pic 10]

De partida, el nacionalismo es una ideología que busca el orden de un grupo social a través de una política establecida. Este grupo social es propio de un territorio delimitado (fronteras); posee una cultura, tradiciones y un lenguaje en común. El nacionalismo se expresa a través de algún lema y bandera, símbolos propios de los cuales sus habitantes se sienten identificados y orgullosos de pertenecer a dicho lugar. [pic 11]

En este proceso de nacionalismos es necesario comprender que durante el siglo XIX

Hubo dos territorios que se unificaron, formando de esta manera dos naciones

A las que conocemos como Italia y Alemania.

¿Significa que antes no existían?  

Si existían, pero no se consideraban una sola nación. En otras palabras, eran

Ciudades Estados, como lo fue Grecia en la antiguedad. Si bien, podían compartir una

misma lengua, creencia, una cultura similar, pero no se consideraban partes de una

gran nación como lo es hoy. Es por esa razón que en aquel tiempo, alguien de Florencia, de Nápoles o de Venecia, podía parecerse en muchas cosas pero jamás irían a sentir que formaban parte de una misma nación, pues sus ciudades ya eran sus naciones. Lo mismo sucedía con Alemania, pero la ideología nacionalista acabó por unificarlos tras esmeradas campañas de unidad, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX tienen lugar estos grandes acontecimientos que cambiarían la ruta histórica de Europa. [pic 12]

Como fuera, el nacionalismo tendría sus ventajas, por lo que ciertos personajes se esforzaron por robustecer el poder económico, militar y político de sus Estados con el fin de asumir la dirección y establecer la unidad nacional aun mediante la guerra. (Ricardo Krebs, Breve historia universal (hasta el año 2000), p.355.)

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                                                                    ¿Por qué la unificación implicó guerras si suena como algo tan bello? ¿Qué es más bello que la unidad y el sentirse parte de un mismo territorio al cual quisieran robustecer y proteger?

Pues…, verán, ustedes saben que muchas veces es complicado ponerse de acuerdo cuando se está en sociedad, y más aún cuando no se trata de un puñado de personas. La situación es que a veces las cosas entran obligadas, y bueno, allí es donde el ser humano nos ha demostrado a través de las edades que “no tiene más opciones que la violencia” (eso es lo que cree); y como acostumbramos a estudiar en la historia, una guerra más, una guerra menos, y ya la cosa es común y silvestre.

Tanto los Italianos como los Alemanes partidarios de la unificación se dieron cuenta que con diplomacia no lo iban a lograr, por lo que decidieron echar mano a los sables y los cañones.[pic 14]

El problema era Austria, por un asunto político de dominio, y muy buena posición geográfica.

Si hay que aprenderse un nombre clave en la historia de la unificación italiana, ese individuo es el conde Camilo de Cavour (Primer ministro de Piamonte y Cerdeña, actual Italia) y Otto Von Bismarck (Prusia, que hoy es Alemania).

El camino de los italianos por la unificación fue un tantito menos violento que el de los alemanes, que tuvieron un proceso más largo y difícil.  

Al final de cuentas, Italia acaba siendo un gran reinado con una monarquía constitucional[1], cuya capital es Roma (anexada como último estado en 1870) y Alemania termina siendo un imperio, el imperio Alemán, teniendo como gobernante a Guillermo I (El Guillermo II es el que deja la grande en la primera guerra mundial). Como fuera, Europa se encaminaba hacia un choque gigantesco, una hecatombe que conocemos como la primera guerra mundial. El exceso de nacionalismos, el afán de poder y gobernar sobre otros pueblos, el volverse más grande y con más hambre, iría a decantar tarde o temprano en riñas de matones. Europa siempre fue un territorio acostumbrado a las matanzas durante milenios.[pic 15]

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