ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CENTRO CULTURAL DEL FERROCARRIL

Dianagis10 de Abril de 2013

2.704 Palabras (11 Páginas)685 Visitas

Página 1 de 11

CENTRO CULTURAL DEL FERROCARRIL

PACHUCA DE SOTO, HIDALGO

Valoración del entorno urbano y social del inmueble.

Pachuca, capital del bellísimo estado de Hidalgo, conserva el sabor de provincia, de las viejas costumbres, del abolengo inglés y español, mezclado con los nativos mexicas. Dio mucho al mundo entre los siglos XVI - XVIII, sin dejar más que la impresión de haber sido saqueada en la riqueza de la entraña mineral de su tierra.

"Sin embargo, cuenta con el prestigio de ser una ciudad capital y con un historial de urbe liberal y asiento de hechos históricos verdaderamente singulares..." (Menes Llaguno, 1984, pág. 7)

En la traza de la ciudad, conformada por calles retorcidas y estrechos callejones que suben y bajan por las laderas de su orografía, se mezclan mágicamente las construcciones modernas con los viejos estilos arquitectónicos propios del siglo XVIII, siglo durante el cual se desarrolló el esplendoroso auge minero de la ciudad.

Pachuca es considerada una de las ciudades mineras más importantes de México, que junto con Zacatecas y Taxco, aportaron la enorme cantidad de plata de la que se benefició la España de esos tiempos. Tanta fue la riqueza extraída, que el Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, dueño de las minas de Pachuca y Real del Monte, en el Siglo XVIII era el hombre más rico de América y probablemente del mundo entero.

En aquel entonces, Pachuca no era hogar de la gente de dinero ya que los ricos mineros preferían vivir en la ciudad de México, o en haciendas al interior del Estado o en otros estados, tomando la región únicamente como una fuente de trabajo y de enriquecimiento, a esto se debe que no cuente con bastantes sitios y edificios coloniales.

Durante la Guerra de Independencia, la ciudad fue atacada por los insurgentes. Dicha arremetida tuvo como consecuencia el robo de cuantiosas barras de plata de las Cajas Reales, con un monto considerable, y la destrucción de expedientes importantes sobre la minería y otros que contenían datos valiosos de la historia de la ciudad.

La Guerra paralizó innumerables actividades económicas, especialmente a la industria minera, ya que gran número de los trabajadores emigraron para presentarse a las filas del ejército Insurgente. Debido al abandono de las minas, se produjo la inundación de tiros y socavones, causando un verdadero problema a los dueños e inversionistas de éstas. Hacia el año de 1824 llegan a Pachuca los primeros ingleses, adquiriendo los fundos del tercer Conde de Regla, invirtiendo cuantiosas cantidades de dinero durante veinticuatro años, las cuales no les fueron redituadas, motivo por el cual tuvieron que vender las acciones a la Compañía Mexicana. A partir de 1850 se produjo la mayor cantidad de metal en la historia de la ciudad, y en solo diez años la población triplicó su número de habitantes.

El 16 de enero de 1869, tras varios años de gestiones, se promulga el Decreto de Erección del Estado de Hidalgo, con el territorio que desde 1862 comprendía el Segundo Distrito Militar del Estado de México. Y debido a las mayores posibilidades de crecimiento, a la prosperidad de las minas y a que la ciudad ya contaba con varios servicios públicos, se eligió a Pachuca como capital del estado.

De la época del porfiriato data la construcción del monumento conmemorativo al Primer Centenario de la Independencia, el "Reloj de Pachuca", así como muchas obras y edificios públicos de relevancia, como el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios, hoy Universidad Autónoma de Hidalgo, el Teatro Bartolomé de Medina, el Banco Mercantil, que mas tarde se convertiría en banco de Hidalgo, posteriormente en Hotel Niágara, para finalmente albergar las oficinas del banco de Comercio de Hidalgo. También fue renovada la red de alumbrado público.

"Durante el régimen porfirista, dado el aumento de la explotación minera, la ciudad fue incrementando poco a poco su población y sus servicios urbanísticos... Fue también durante esa época cuando la ciudad quedó comunicada con el resto del país mediante el establecimiento de las vías ferroviarias "El Mexicano", "Hidalgo" y "El Central" y así mismo de esos años data el servicio de transporte urbano, mediante tranvías de tracción animal, que más tarde se convertiría en eléctrico. " (Menes Llaguno, 1984, págs. 40,41)

Breve reseña histórica sobre el cometido original del inmueble.

La aparición del tren en Hidalgo se debe a la instalación del trazo conocido como Ferrocarril Mexicano, el primero en el país. El gobierno de Rafael Cravioto, empeñado en construir una línea ferroviaria interna que se conectara con la que corría de México a Veracruz, autorizó en 1878 la construcción del ramal Ometusco-Pachuca.

Mediante sus recorridos, se transportaba cebada, manganeso, leña, algodón, azúcar, frutas, pulque, carbón, ganado, maderas, café, granos y por supuesto a los viajeros. Sus locomotoras Fairlie jalaban coches de pasajeros de primera, segunda y tercera clases, carros para equipaje y correo, a la vez que carros de carga. También acarreaba jales para las cementeras ubicadas en la región de Tula. Desde luego también en el servicio de vagón exprés, de Pachuca salían barras de oro y plata, custodiadas por elementos del ejército. A su vez, el tren arribaba a la ciudad con trigo, maíz y muy particularmente, el tren llegaba con muebles. También recibía mercancía para distintas factorías. A la estación venían trenes de 10, 20 y hasta 30 furgones, con capacidad de 80 toneladas por cada vagón

En el último cuarto del siglo XIX ocurre en la región que abarca Pachuca, Real del Monte y El Chico, una serie de bonanzas que incentivaron también el establecimiento de los ferrocarriles. La maquinaria, los alimentos, la madera y la leña, la sal y el mercurio y los materiales usuales, llegaron de un modo más fácil. Además, se tuvo la posibilidad de disponer de carbón mineral importado para combustible; material básico para mantener el bombeo de los niveles profundos de las minas, el accionamiento de maquinaría y las fundiciones.

El ferrocarril también constituía un medio seguro para el transporte de las barras de plata y oro, y así ya no se arriesgaba a las conductas, nombre que se daba a los viajes custodiados por jinetes armados, frecuentemente asaltados, antes de disponer del tren como medio de transporte adecuado.

El servicio de tren se inició con el solemne viaje inaugural del 2 de diciembre de 1890 con asistencia del presidente Porfirio Díaz.

El Ferrocarril Central operó a partir de 1892 el ramal Tula-Pachuca que permitió alcanzar el puerto de Tampico y la frontera con los Estados Unidos. En la estación de Pachuca, llegaron a operar hasta tres compañías distintas. La gran actividad minera fue apoyada por tres empresas ferroviarias en Pachuca. La primera línea fue la del Ferrocarril de Hidalgo y del Noreste, empresa notable organizada por el Ing. Gabriel Mancera, distinguido político cuya familia era la propietaria de las principales minas de El Chico. También estuvieron Ferrocarril El Mexicano, Ferrocarril Central y la concesión al señor Ricardo Honey, rico empresario de la época.

La estación de Pachuca se construyó a finales del siglo XIX, el edificio destacó por su tamaño y construcción con respecto a otras estaciones distribuidas a lo largo de la vía. Además, fue una estación construida por entero con capital nacional.

Su carácter de terminal de una población importante le otorgó la distinción de ser la puerta de entrada a la ciudad, la carta de presentación digna y hasta majestuosa que recibía a los visitantes. Esta característica implicó su edificación como una estación destacada en el paisaje urbano de Pachuca. Una de sus peculiaridades, es que, a diferencia de otras estaciones, las cuales guardan una posición paralela a las vías del tren, la estación de Pachuca se encontraba dispuesta frontalmente a la llegada de los trenes, debido a su condición de terminal. Aquí terminaba el recorrido del ramal correspondiente a la capital hidalguense.

Como en otras ciudades de la época, en Pachuca fueron importantes los ferrocarriles y tranvías urbanos porque enlazaban minas y haciendas de beneficio, y en 1912 se prolongaron las vías hasta Real del Monte. Vale la pena comentar que esta ruta venció importantes pendientes y operó con locomotoras eléctricas, dando servicio hasta la década de 1930.

El ferrocarril constituyó uno de los elementos característicos de la modernidad, que junto con otras innovaciones, dinamizaron la actividad minera del distrito. La importancia de esto se puede destacar en los problemas de tráfico durante

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com