COLOMBIA Y SU ESTRATEGIA EN COMPETITIVIDAD, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN

Lady Johanna Gómez Díaz

COLOMBIA Y SU ESTRATEGIA EN COMPETITIVIDAD, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN

La baja inversión de Colombia en Actividades de Ciencia y Tecnología e Innovación (ACTI) respecto al promedio latinoamericano, ha traído como consecuencia para la nación un desempeño poco destacado en indicadores relacionados; es por ello que aspectos como cantidad de investigadores por millón de habitantes, número de publicaciones de alto impacto por cada mil millones de dólares de PIB, número de patentes registradas y cantidad de empresas innovadoras (entre otros), ubican a Colombia en una posición de bajo desempeño tanto en el ranking regional como el mundial.  Es importante destacar que, especialmente en términos de innovación, las empresas colombianas tanto manufactureras como de servicios presentan una tendencia decreciente^[1]. Aún bajo este panorama, la nacion espera ser la tercera más innovadora en Latinoamérica en 2025 según el plan nacional de competitividad 2015-2016.

Como mecanismo estratégico para lograr un mejor posicionamiento en términos de Competitividad, Ciencia, Tecnología e Innovación; dentro de los planes nacionales de competitividad se han venido desarrollando estudios enfocados en esta área, y a partir de ello han surgido propuestas y metas orientadas a generar las condiciones necesarias para lograr este fin. Entre las metas propuestas está la el incremento de la inversión en CCTeI (pasando de un 0,57% a un 1% del PIB en 2018), el incremento de la participación del sector privado en dicha inversión (a través de estretegias de deducción tributaria y recursos de contrapartida), el aumento de la productividad del país en un 82%, la integración y definición de objetivos estratégicos comunes entre las entidades del estado participantes en estas áreas, la articulación de los objetivos en CCTeI con el plan nacional y los planes regionales de desarrollo, el incremento de número de empresas asesoradas y apoyadas por entidades como Colciencias en términos de innovación, y la asignación de becas para estudios de doctorado en el exterior en temas relacionados con la CTeI entre otras.

A pesar de que las estrategias del plan nacional de competitividad están dirigidas a fortalecer las debilidades identificadas, se observa que dentro de esta propuesta no se tiene contemplado un aspecto de suma importancia como es la construcción de la cultura investigadora e innovadora desde la infancia y la adolescencia. De acuerdo con lo expuesto en el plan de competitividad, se están realizando importantes esfuerzos en educación dirigida principalmente población adulta, pues se resalta la oferta de becas de estudio en el exterior y contacto con expertos tanto nacionales como internacionales en áreas relacionadas, sin embargo, si se espera que la innovación y la investigación trasciendan en un mediano y largo plazo (tal y como lo reflejan las proyecciones plasmadas en el plan de competitividad), y se transformen en una cultura que permita no solo alcanzar los promedios regionales sino llegar a superarlos en algún punto, se resalta la necesidad re-direccionar y diversificar las técnicas, estrategias, mecanismos e instrumentos para la educación preescolar, primaria y secuendaria en Colombia, la cual, a hoy, a pesar de todos los factores que han venido transformando la dinámica global, sigue siendo dominada por los métodos tradicionales de gestión del conocimiento.

Es importante tener en cuenta que mientras Colombia trabaja en CCTeI, muchos paises también estarán enfocando grandes esfuerzos en esta labor, es por ello que cada día será más difícil sobresalir, especialmente entre las naciones que tienen más tiempo trabajando y proyectandose como líderes. Se considera que entre las pocas rutas que existen actualmente para alcanzar un liderazgo como país innovador, está la transformación radical en la cultura de la investigación y de innovación desde la infancia, ya que de este modo, será más fácil desarrollar entre los pobladores un espíritu arraigado y articulado a la innovación, donde la tecnología, la investigación y la competitividad se conviertan en parte del desarrollo integral y formación de las personas, y donde estas características permeen en todos los ámbitos. Dando logro a este objetivo, por añadidura se alcanzará un mejor posicionamiento del país en un mediano y largo plazo; esta misma cultura promoverá en el futuro una mayor inversión tanto privada como pública, lo cual ayudará a potenciar con mayor fuerza las aptitudes y fortalezas desarrolladas desde la educación a nivel de innovación.

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