COMENTARIO CRÍTICO N°10

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COMENTARIO CRÍTICO N°10

SEGUNDO TRATADO SOBRE EL GOBIERNO CIVIL,

JOHN LOCKE

Agustina Manzur R.

Profesor Diego Rossello

Sección 7

13 junio 2018

El siguiente ensayo trata sobre una cita del libro “Segundo tratado sobre el gobierno civil” escrito por el filósofo John Locke. Este libro es el segundo tomo de los “Dos tratados sobre el gobierno civil”. En este libro, John Locke nos habla del Estado natural, es decir, un estado en donde se encuentra naturalmente el hombre, el cual tiene presencia en el pasaje a analizar.

Locke establece que el estado natural en donde se desarrollan los hombres es un “estado de completa libertad para ordenar sus actos y para disponer de sus propiedades y de sus personas como mejor les parezca, dentro de los límites de la ley natural, sin necesidad de pedir permiso y sin depender de la voluntad de otra persona” (p. 47).  En la cita se habla de que “cada hombre tiene la propiedad de su propia persona. Nadie, fuera de él mismo tiene derecho alguno sobre ella” (p. 62 cita pregunta). Esto se relaciona con el estado natural del hombre ya que se habla de que cada hombre es responsable de sus bienes y que esta tarea no le corresponde a nadie más que así mismo, “sin depender de la voluntad de otra persona”, ya que cada persona es responsable únicamente de su persona y sus bienes y esta no “debe dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones” (p. 48).

En la cita se habla de la propiedad de los hombres y como esta está relacionada con el trabajo de cada hombre, así como esta tiene relación con el estado natural de este mismo. Locke dice que los hombres son “obra de un Hacedor omnipotente e infinitamente sabio” (p. 48) el cual nos hizo a todos “iguales e independientes” (p. 48) y nos “dio la tierra en común a los hombres” (p. 61). Para que los hombres puedan apropiarse de algo que nos pertenece a todos, pero sin el consentimiento de todas las partes que lo adjudican suyo, es necesario que los hombres trabajen para conseguirlo, es decir poner algo de su esfuerzo para así cambiarlo de su forma natural, la forma en que la naturaleza lo produjo, y gracias a este esfuerzo, se “excluye de ella el derecho común de los demás” (p. 62),  tal como dice Locke más adelante en la página 62 y 63, “El trabajo agregó a esos productos algo más de lo que había puesto la Naturaleza” y “el sacarlos del estado común en que se encontraban, dejó marcada en ella mi propiedad”. Más adelante se da un ejemplo de los peces, que son animales procedentes de la Naturaleza, pero que una vez pescados por el hombre, pasan a ser “propiedad de quien realiza los esfuerzos necesarios” (p. 63) para pescar al pez.

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