COMO ES LA MOTIVACIÓN EN LOS GRUPOS DE TRABAJO

MOTIVACIÓN EN LOS GRUPOS DE TRABAJO[pic 1]

Para comprender la influencia de la motivación en los grupos de trabajo, es necesario, previamente analizar algunas acepciones del concepto motivación, ya que estas podrán dar la pauta para analizar el grado en que la motivación del líder incide en la efectividad y comportamiento de los grupos, específicamente del quehacer educativo, y del comportamiento y dirección del docente en la cotidianeidad.

Por otra parte De la Torre (2000), señala que la motivación es la fuerza que impulsa al sujeto a adoptar una conducta determinada. Gibson, Ivancevich y Donelly (2001,), dentro de la misma perspectiva, la definen como fuerzas que actúan sobre el individuo o que parten de él para iniciar y orientar su conducta; en este sentido es que puede apreciarse que la motivación de un líder viene de dentro y puede ser capaz de detonar motivos en los otros para generar comportamientos que se traducen en acciones.

 Asimismo, Hellriegel y Slocum (2004) introducen en su definición la finalidad de la conducta, cuando conciben la motivación como fuerzas que actúan sobre una persona o en su interior y provocan que se comporte de una forma específica, encaminada hacia una meta. Reeve (2003) define a la motivación como un conjunto de procesos que proporcionan energía y dirección a la conducta. Robbins (2004), la concibe como una serie de procesos que dan cuenta de la  intensidad, dirección y persistencia del esfuerzo de un individuo por conseguir una meta.

Con lo anterior puede entenderse que la motivación del docente se convierte en una inspiración para su propio quehacer y que al imprimirle ese potencial y entusiasmo, es capaz despertarlo tanto en sus alumnos como en los padres de familia y demás miembros de la institución; lo que le da total relevancia al concepto, al considerar que la labor educativa conlleva invariablemente el trabajo en grupos y la gestión de aprendizajes. Y es precisamente este sentido que del maestro como dirigente, ya sea en su calidad de autoridad institucional o de grupo –directivo o maestro- a través de su comportamiento verbal o no verbal influye en el rendimiento del grupo.

En este sentido, puede plantearse que este tipo de motivación-inspiración, retoma importancia, al comprender al trabajo y proyectos de una institución educativa como un proceso participativo, en la que los dirigentes efectivos auspician la participación del miembro en el proceso de planeación y toma de decisiones (Likert, 1961), lo que permite que cada miembro del grupo o de la comunidad escolar se sienta identificado y comprometido con los valores, ideales, misión y visión de la escuela y que no sean estos una imposición, o requerimiento externo, sino una apropiación y motivación que desde lo interno trasforme, mueva y genere en el exterior.

En el entendido de que esta motivación indudablemente debe estar presente en el líder del grupo, en este caso, en el docente; se requiere que este pueda realizar un análisis desde todas aquellas dimensiones y situaciones que puedan incidir en su desempeño y alcance; que pueda conocer e integrar sus capacidades, que pueda transitar de la incertidumbre a la certeza, de las debilidades a las fortalezas, de la competición a la cooperación; de la intención a la acción. Y con ello poder hacer frente al eficaz manejo de situaciones, pues como se postula en el Modelo de Contingencia de Fred E. Fiedler en el texto ¿Qué hace efectivos a los grupos? (CD recursos, Liderazgo y gestión, ETAC-UDEM, 2013), “…los individuos se convierten en líderes no sólo por sus atributos de personalidad, sino por varios factores situacionales y por las intersecciones entre líderes y miembros del grupo…”. Así entonces, y en acuerdo con este modelo de contingencia se tiene que la efectividad de la dirección depende del estilo de interactuar del dirigente con los miembros de su grupo y de la favorabilidad de la situación de la tarea del grupo.

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