CONCEPTO DE INSEGURIDAD

CONCEPTO DE INSEGURIDAD:

El término puede tomar diversos sentidos según el área o campo a la que haga referencia. La seguridad es un estado de ánimo, una sensación, una cualidad intangible. Se puede entender como un objetivo y un fin que el hombre anhela constantemente como una necesidad primaria. Según la pirámide de Maslow, la seguridad en el hombre ocupa el segundo nivel dentro de las necesidades de déficit.

INSEGURIDAD CIUDADANA:

Es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad.

Entre las causas de inseguridad que se detectan, está el desempleo que vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia.

También, se identificó a la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas marginales de la ciudad.

La falta de educación es otra causa.

El problema de la "Inseguridad Ciudadana", debe verse de tres aspectos distintos para poder combatirlo y buscar una consistente solución, estos son: Aspecto Social (incluye la pobreza extrema, falta de cultura, educación deficiente, entre otros); Aspecto Legal (leyes que no surten el efecto deseado por ser muy benignas y mal interpretadas por los magistrados) y el Aspecto Policial (Un cuerpo Policial sin recursos humanos y logísticos, con bajos sueldos y que se dedican a trabajar como vigilantes particulares para cubrir su bolsa familiar, aunándose a esto la falta de una constante preparación profesional); son problemas muy puntuales que se deben superar si queremos que la seguridad ciudadana logre sus objetivos de vivir en paz y en armonía.

MECANISMOS PARA EL COMBATE CONTRA LA INSEGURIDAD:

Es el momento de que se elaboren los programas y estrategias tendientes a la solución de los distintos problemas que hoy afligen a nuestra sociedad. Uno de ellos es el de la inseguridad pública y me permitiré formular algunas sugerencias muy básicas hasta diría notorias.

En primer lugar debe destacarse que ningún programa de combate contra la criminalidad y la inseguridad pública será exitoso sin adecuados y efectivos programas de lucha contra la pobreza. La reducción de la pobreza y la educación son las mejores programa contra la inseguridad debe sustentarse en los siguientes ejes:

1) Fortalecimiento institucional

1.1) Reestructuración del curricular de los centros de enseñanza de la Policía. Es necesario elevar las capacidades técnicas y personales durante la formación del personal policial.

1.2) Deben establecerse estrictos mecanismos de selección y control para el acceso a los centros de enseñanza policial. Esto implica rigurosos exámenes de suficiencia pero también un minucioso estudio de los antecedentes personales de los candidatos.

1.3) Formación de la Policía Científica como unidad técnica especializada para la investigación de los delitos bajo coordinación del Ministerio Público.

1.4) Incremento del bienestar policial a través de una justa remuneración y posibilidades de una mejor asistencia al personal policial en materia del salud, vivienda y educación para sus hijos.

1.5) Revisión de la Ley Orgánica Policial. Debe incluirse entre los presupuestos para el ascenso del personal los resultados de la gestión realizada. Está absolutamente comprobado que el régimen actual es un absoluto fracaso que exige una inmediata revisión.

1.6) Creación y fortalecimiento de la Unidad de Control Interno, para una eficaz lucha contrala corrupción policial. Esta unidad requiere absoluta autonomía de la estructura policial para evitar la indebida injerencia de los cuadros superiores de la Policía Nacional en su gestión.

2) Establecimiento de políticas de persecución penal selectiva. El gobierno debe establecer cuáles serán los hechos punibles que, en cada departamento o distrito, constituyen la mayor amenaza para la población.

Así, la estructura de la policía y también del Ministerios Publico deben potenciarse y replantearse para el eficaz combate y persecución de esos hechos punibles

3) Revisión del Código Procesal Penal, tendiente a establecer un procedimiento más dinámico, evitando la impunidad a través de la paralización injustificada de los juicios.

4) Desarrollo e implementación de programas de prevención del delito con activa participación ciudadana. La experiencia ha demostrado que los programas de prevención del delito resultan menos onerosos que los de persecución penal y, además, la mayor eficacia persecutoria no contribuye necesariamente a disminuir los índices de criminalidad e inseguridad ciudadana.

5) Reforma de la Ley Penitenciaria que permita la implementación de mecanismos efectivos de readaptación social de los presos condenados. Estos programas deben abarcar el período de reclusión y el inmediato posterior a la obtención de la libertad ambulatoria, brindando contención al recluso liberado para su reincorporación a la sociedad.

6) Implementación de programas de lucha efectiva contra la corrupción pública. La corrupción delos funcionarios públicos y la posterior impunidad de los responsables de los delitos que atentan directamente contra el patrimonio del Estado, constituyen un funesto mensaje que recibe la ciudadanía desde el Gobierno. El crimen sin castigo alienta la formación y consolidación de una conciencia ciudadano que no contempla la ley. Pero cuando la impunidad beneficia a funcionarios del Estado, el efecto nocivo es aún mayor. El combate contra la corrupción pública debe abarcar la prevención, a través de mecanismos efectivos de control de la gestión pública y también la fase de persecución penal que garantice el castigo de los responsables. Esto requiere la creación de una Secretaría de Anticorrupción que no sea simplemente de formato para dar un falso discurso del compromiso del Gobierno para combatir la corrupción y requerirá acuerdos de coordinación con el Ministerio Público y el Poder Judicial para garantizar la absoluta legalidad de los mecanismos y sistemas de prevención y de persecución

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