Cancion Didactica
27 de Septiembre de 2013
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La canción como recurso didáctico
Bladimir aguilera O. blajago48@hotmail.com
1. Prólogo
2. Preámbulo
3. Presentación
4. Introducción
5. ¿Qué es ese medio mágico que nos conmueve, nos hechiza, nos da energía y nos sana?
6. Importancia de la Música en la Escuela
7. La Canción: significación y utilidad
8. Impacto de la Canción en los Niños
9. La Canción en la Escuela: Tres Perspectivas Distintas
10. ¡Música, Maestro!
11. El Patrimonio Poético-Musical Folklórico y Popular en el Aula
12. Selección de Canciones y aspectos a considerar
13. Estrategias Sugeridas
14. Taller
15. Experiencias Docentes con la Aplicación de la Canción en el Aula
16. Experiencias Estudiantiles con la Aplicación de la Canción en el Aula
17. Referencias Bibliográficas
SERIE OPINIÓN EDUCATIVA
Prólogo
Un intento de Prólogo
Por: Enrique Viñoles Peña
“El Poeta cusmero”
Yo, tan sólo soy coplero,
un cantautor popular,
que medio sabe cuadrar,
el verso galeronero.
El arte de “prologuero”,
lo dejo a los culturólogos,
o a los “academicólogos”,
que sí saben escribir;
aquí tienes, Bladimir:
una Décima, no un Prólogo!
Sirva esta décima para pretender “prologar” el tamaño compromiso –por mi condición de Cultor popular y no académico- en el cual me colocó mi hermano del canto y Docente beniteño Bladimir Aguilera, cuando me “ordena” le prologue este pedagógico ensayo; el cual me parece un explicativo aporte al enriquecimiento de mis conocimientos. No obstante, con las limitaciones implícitas, debo agradecerle el gesto, puesto que ello me enaltece en mi humildad y al mismo tiempo, me honra como versificador-estudiante, pasante de la vida.
Entonces, y “a manera de prólogo”, comenzaré opinando acerca del acertado, oportuno y provechoso ensayo o guía educativa: “La Canción como recurso didáctico”, en el intrincado, pero humanista proceso de enseñanza-aprendizaje. Las experiencias, debidamente canalizadas y adecuadamente reorientadas, resultan provechosas, satisfactorias sus prácticas, tanto en lo personal como en lo colectivo; en este último aspecto adquiere mayor significación por cuanto las obras que más trascienden son aquellas en las cuales mayor cantidad de seres participan de su bonanza. Y dicha participación es más efectiva e impactante cuando la música hermanada a la docencia, resultan ser los vínculos comunicantes entre el saber ancestral identitario y la futuras generaciones.
El trabajo de Aguilera también nos comunica musicalmente con la raíces de nuestro pasado histórico y nos invita a reflexionar para “reforzar” la memoria colectiva.
Desde la anterior visualización, la obra del cantautor-educador Aguilera, cumple el cometido social, generacional; bien en el contexto escolar o en el familiar. Según la investigadora Martha de De Luca: “Para abordar el camino de la comunicación eficaz debes mantener un sincero deseo de aproximarte a él…” Ciertamente, en el método de Bladimir resulta evidente, tangible, el empeño del autor por buscar, por lograr la senda comunicante y eficaz que le permita adentrarse en el alma y la conciencia –no sólo de los docentes- sino más enfáticamente en las mentes de la niñez, de jóvenes, y adolescentes por medio de su talento musical creativo, apoyado en el discurso educativo. Y no sólo eso, sino que el ensayo “recuerda” y convence con argumentos científicos, a los maestros (as) acerca del impacto positivo que en los discentes ejerce la canción, la música, el ritmo.
Ya sabemos que las notas y sonidos musicales poseen la inefable magia de armonizarnos con los espacios circundantes, naturales o culturales; y por consiguiente, influyen efectivamente en la conciencia, propiciando la adquisición de saberes por medio de su sutil embrujo. Esto lo ratifica Penzini, al afirmar que : “Entre las más grandes actividades de la vida, el escuchar música se constituye en uno de esos estímulos cerebrales”…Tal circunstancia es bien aprovechada por el autor, quien amén de aportar sus valiosas herramientas en pos de una mejor calidad de la docencia, nos obsequia –a mi entender- lo más importante: un resumen de su fructífera experiencia como Planificador y Facilitador de talleres, charlas y opiniones, en los cuales nos muestra un amplio y convincente compendio que puede ser emulado exitosamente por los Docentes (lectores) al aplicar sus estratégicas sugerencias en los “Proyectos de Aprendizajes”.
No nos quepa ninguna duda. Si el docente está consciente de su rol, es conocedor de sus potencialidades como instrumento moldeador, transformador y orientador del objeto-sujeto de su extraordinaria labor; hallará en las páginas de este glosario educativo, instructivo y musical, una maravillosa herramienta que le proporcionará notorios éxitos. Otro aspecto resaltante en este ejercicio didáctico lo constituye la esquematización en mapas mentales de la conceptualización de los campos culturales; lo que viene a llenar un gran vacío en materia educativa-cultural, ya que aún –y esto lo hemos constatado- algunos docentes desconocen o han dejado de preocuparse por el discurso conceptual cultural, tan útil en la comprensión de los procesos socioeducativos.
Recomiendo esta obra como una de las más útiles y de infinito valor para la acción docente. Especialmente para aquellos (as) que estén “iniciándose” en la “carrera”; pero por sobre todo y muy especialmente, a quienes sientan, ansíen y se esperancen responsablemente en ser pioneros, visionarios y misioneros de tan humanística tarea. Por lo tanto, quienes se recreen en la praxis de estas enseñanzas ya experimentadas, de los libros de Bladimir, –ya con este van dieciséis- robustecerá su actividad como un auténtico Maestro de Aula; y su obra trascenderá en la historia local, regional y nacional.
El que escribió este libro, además de su obra poética, musical y ser forjador de talentos en su tierra natal; posee los méritos académicos para hacer confiable esta obra. El hecho de ser Profesor de Lengua Castellana y Francesa; poseer una Maestría en Docencia universitaria y, la circunstancia de llevar casi tres décadas en la educación, lo sitúan en un pedestal de credibilidad absoluta, y por lo tanto, debe ser merecedor de nuestra confianza moral e intelectual.
En conclusión, le auguro a este ensayo una vida útil, exitosa y edificante. El nivel académico del autor de más de 15 obras en esta modalidad musical, sus canciones, su trayectoria docente y su condición de cantautor comprometido con el medio ambiente, lo redimensionan en su tiempo y espacios históricos. Gracias por su obra, Profesor. Nuestros niños y niñas se lo agradecerán. ¡Éxitos!
Carúpano, 10 de noviembre de 2005
Preámbulo
En mi corta experiencia como Docente de Primera y Segunda Etapas de Educación Básica, percibí la significativa importancia que tiene la música como estrategia para la motivación en la comprensión y memorización de los contenidos académicos; y que además, contribuye con la integración social y la adquisición de una conducta ambientalista para la conservación del entorno al proporcionar elementos geográficos, históricos, ecológicos, sociales y otros que identifican e integran a una comunidad, municipio, estado o nación.
Agradezco a Dios el haberme equivocado al pensar que sólo en la I y II Etapa de Educación Básica podrían obtenerse buenos resultados con la aplicación de la música como instrumento para facilitar parte del proceso educativo; pues al tener la oportunidad de desempeñarme como Facilitador en la Misión Ribas y como Profesor Suplente de Química en la U. E. “Creación Guariquén”, Municipio Benítez, Estado Sucre, comprendí que no sólo los niños se muestran receptivos ante esta forma de trabajo, sino que también los adolescentes y adultos disfrutan muchísimo el aprender de manera divertida. Nunca pensé, por ejemplo, que fuese tan exitoso enseñar las valencias de los elementos químicos a través de una canción, o los diferentes procesos que intervienen en el ciclo del agua, mediante una poesía cantada.
Mi forma de trabajo, entonces, me relaciona e identifica con la maravillosa obra del Profesor Bladimir Aguilera: “LA CANCIÓN COMO RECURSO DIDÁCTICO”. En ella, el autor recoge importantes concepciones teóricas, relacionadas con el poder de la música para la formación integral de un ciudadano partícipe de la transformación y/o fortalecimiento sociocultural de su propio contexto. De una forma sencilla, y esquematizada mediante gráficos ilustrativos, expone el modelo teórico que da formalidad a su obra y permite una mejor comprensión, proporcionando al lector herramientas básicas para la investigación en el ámbito educativo, en relación con la música como recurso didáctico, tomando en cuenta algunas consideraciones en referencia al patrimonio poético-musical folklórico y popular que identifican a una población.
En relación a la práctica, Aguilera propone un sustancial cambio en la forma tradicional de dar clases e invita a impartir cultura, en un ambiente con mayor sensibilidad por las necesidades individuales y colectivas, experimentadas por las diferentes personas a través de su desarrollo evolutivo. Esto para dar respuesta a la imperativa del Nuevo Diseño Curricular que sugiere una armónica participación basada en una concepción humanista. Mi experiencia en este sentido se vio fortalecida en la ocasión de asistir al
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