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Caracteristicas De Los Costeños

juanlopez940324 de Agosto de 2012

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REVISTA AMAUTA

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AMAUTA

A.A. Nº 30035 – Barranquilla

Reserva Derecho de Autor

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INDICEN

Acerca de los orígenes y características del habla costeña

Dos hechos modernos en la Barranquilla de 1920 – 1992

Algunas actitudes políticas de la élite local en el Atlántico a principios del siglo XX

Fútbol y telecontrol conductual

Ética para el ejercicio de una didáctica enfocada hacia un hombre nuevo

El educador transmisor: ¿”Artesano de la intelectualidad”?

Programa para una gestión universitaria

Educación y Medio Ambiente

Algunas glosas sobre cruces y lanzas – A propósito del bello sexo

La epistemología: Su importancia y aporte a las investigaciones en las Ciencias Sociales

Literamauta

Clío y Erato

Uniatlántico escribe

La Universidad en el desarrollo regional

Los encantos del Bonsai: De lo cotidiano a lo trascendente

ACERCA DE LOS ORÍGENES Y CARACTERÍSTICAS DEL HABLA COSTEÑA

Julio Escamilla Morales (*)

"Un idioma es lo que sus hablantes hacen de él".

Luis Flórez

1. INTRODUCCIÓN

Según la opinión de algunos colombiano», "los costeños maltratan y deforman el idioma porque se comen las eses" (i), mochan las palabras, hablan "golpiao" y muy rápido; además, gesticulan demasiado, usan expresiones muy vulgares y "tutean hasta a Tu Eminencia el Cardenal Primado de Colombia" (2). Este estereotipo lingüístico- es reforzado por los mismos costeños cuando afirman que "en nuestra costa, el que no pronuncie las eses, las eles y las eres como mandan los cánones de la «costeñidad». «se laj-ejtá tirando-e-cachaco». Y si el infortunado sujeto no es un intelectual encumbrado, o un respetable patriarca del mundo social o económico, «malucón». Tiene un habláito hasta raro. ¡Cuidado!" (3).

Semejante antinomia nos ha motivado a exponer aquí algunas consideraciones de carácter semiolingüístico acerca del habla costeña, sin que con ellas pretendamos hacer una valoración positiva o negativa del comportamiento discursivo de los costeños, sino solamente defender el derecho que tiene un pueblo a "en/atizar aquel/os elementos propios, que lo destacan en relación con los demás, y no aquellos elementos que son comunes" (4) a toda la nación colombiana, sobre todo porque estamos de acuerdo con los científicos sociales, o del comportamiento, que han insistido "en la necesidad de respetar las variaciones culturales y subculturales, sin buscar en ningún casó la uniformidad" (5). No hay que dejar de lado, sin embargo, que los costeños hacen parte de lo que los antropólogos y sociólogos denominan el "área cultural caribe", conformada por "una pluralidad de sociedades, cada una con sus características y modalidades propias" (6), entre las que sobresalen, como es apenas natural, "los matices especiales de su habla o hablas, marcadas por una sensualidad y un sentido del ritmo muy particulares" (7).

“Nadie habla una lengua, sino en una lengua, esto es, en cada caso, en un dialecto o variedad de la lengua histórica" (8). Sostiene José Joaquín Montes Giraldo, director del Departamento de Dialectología del Instituto Caro y Cuervo. De acuerdo con este planteamiento, es innegable que el español hablado por las gentes de la Costa atlántica colombiana es un verdadero dialecto que posee sus propias formas de' pronunciación y entonación, un léxico sui géneris lleno de imaginación y sentimiento, e incluso, peculiaridades sintácticas, como veremos posteriormente.

Antes de referirnos a las más importantes características de este dialecto costeño -costeñol lo llama Curi Lambraño-, creemos muy oportuno presentar aquí una ligera síntesis de sus orígenes y algunos rasgos de su natural proceso evolutivo.

2. FACTORES HISTÓRICOS QUE INCIDIERON EN LA FORMACIÓN DEL HABLA COSTEÑA.

De acuerdo con lo revelado a comienzos de siglo por Menéndez Pidal, Lapesa y Cuervo, "entre los dialectos españoles fue sin duda el andaluz el que prevaleció en la época de formación del español americano" (9). Estos filólogos, exponentes de lo que en ese tiempo se llamó "tesis andalucista", demostraron con suficiente claridad que "el español de América es fundamentalmente de base andaluza” y recalcaron como coincidencias entre el andaluz y el español americano la aspiración o pérdida de la -s, la articulación de la -n como velar, el seseo y el yeísmo, el uso de ustedes en vez de vosotros, lo mismo que otros fenómenos léxicos y gramaticales.

Los principales factores históricos que explican esta prevalencia del andaluz en la formación del español americano, son los siguientes: 1) El papel preponderante de gentes "meridionales" en los comienzos de la conquista y la colonización. 2) El monopolio en el transporte hacia América, ejercido por los puertos andaluces de Sevilla y Cádiz, y la consiguiente presencia de una tripulación fundamentalmente andaluza que tuvo que influir, como es obvio suponerlo, en los marineros de otras regiones. 3) La influencia de la "koiné" o interdialecto surgido en las islas del Caribe, sobre todo en Santo Domingo, lugar de llegada y de adaptación de los diferentes inmigrantes antes de pasar al continente; es decir, la nivelación relativa de su habla (10). A este respecto, citemos el siguiente testimonio de J.P. Roña:

El español se aclimató a las necesidades del Nuevo Mundo en las islas del Caribe, de donde salieron las expediciones que en la etapa siguiente de la Conquista dominaron rápidamente todo el continente. En el periodo antillano predominaron ($9.7% del total) los andaluces (...); el español que se llevó a Tierra Firme tenia, pues, probabilidades de poseer rasgos andaluces (11).

Refiriéndose a las coincidencias entre el español de América y el dialecto andaluz, Diego Catalán ha dicho en muchos de sus escritos que "las comunidades criollas de los puertos de ultramar recibieron las innovaciones del revolucionario «español atlántico» a través del puente de tablas constituido por las flotas de Indias" (12). Adhiriendo a esta denominación de "español atlántico", Rafael Lapesa ha precisado con mucho énfasis que

La tesis del andalucismo de ciertos rasgos no merma la fuerte personalidad del habla hispanoamericana. Pero obliga o dejar de lado la oposición entre español de España y español de América: al menos por cuanto a la fonética se refiere, sería más exacta la división entre español y castellano español atlántico. Esta última denominación reflejaría bien la comunidad de rasgos que unen la modalidad lingüística andaluza con la de los otros países hispanoamericanos (13).

Sin embargo, como lo señalaron oportunamente investigadores de la talla de Cuervo, Amado Alonso, Menéndez Pidal y otros, una identificación de todo el español de América con el andaluz nunca la ha habido. Al respecto, Montes Giraldo expresa:

Hay en América una zona -coincidente grosso modo con el Caribe insular, las costas y tierras bajas- en donde la similitud con el andaluz es muy grande, mientras que para el resto del Continente -en general tierras altas, regiones interiores- tal similitud se reduce a unos cuantos rasgos (seseo, yeísmo -hoy prácticamente común en todo el mundo hispanohablante-, vosotros reemplazado por ustedes, ausencia de leísmo y loísmo y algunos más) (14).

Aparte de esta influencia andaluza que acabamos de mencionar, es evidente que otros factores de carácter lingüístico incidieron también en la formación del español americano. Tal es el caso de los indigenismos, los afronegrismos y los extranjerismos. La incidencia de los primeros fue una consecuencia inevitable del contacto de los españoles con la nueva realidad americana, que los obligó al préstamo de voces indígenas "para solucionar las nuevas necesidades denominativas". Según Montes, "el indigenismo léxico, el más fácilmente identificable, aunque relativamente abundante, se concentra en zonas marginales del vocabulario (flora, fauna, onomástica) y no tiene mucha incidencia en el vocabulario fundamental y en el nivel culto" (15). Como ejemplos pueden citarse cabuya, guayaba, maíz, tiburón, caimán, colibrí, caribe, cacique (16).

Con respecto a los rasgos lingüísticos procedentes de algunas de las lenguas africanas habladas

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