Clase Ef.
tntYTrabajo1 de Diciembre de 2013
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UNIDAD DIDÁCTICA:” VAMOS A EQUILIBRARNOS PARA NO CAERNOS”
SESIÓN NO. 7
ACTIVIDADES ORGANIZACION TIEMPO
1. CALENTAMIENTO CON MUSICA: Se utilizara música para el calentamiento donde los niños bailaran, moverán sus extremidades y articulaciones al ritmo de la música.
2. Los alumnos se desplazaran al rimo de la música por el espacio bailando y moviéndose libremente al parar la música deberán adoptar una posición de equilibrio estático, se realizara tres o cuatro veces.
3. Sobre costalitos el niño debe subirse y mantener el equilibrio con dos pies, con un pie y el otro.
4. Poner los costalitos en filas y los niños deberán pasar sobre ellos manteniendo el equilibrio.
5.- que el niño camine sobre una tabla o viga delgada poniendo un pie delante del otro sus compañeros deberán aplaudir echar porras y hacer mucho ruido como factor que intervenga en la actividad que realiza su compañero.
6. vuelta a la calma y retroalimentación: se realizaran inspiraciones y exhalaciones simulando ser el lobo que quiere derribar la casa de los tres cochinitos, se preguntara lo que trabajaron durante la sesión.
Material: botes, tabla, reproductor de música. Individual.
Individual
Individual
Equipos de cuatro niños
individual
5 min.
5 min.
10 min.
10 min.
10 min.
UNIDAD DIDÁCTICA:” VAMOS A EQUILIBRARNOS PARA NO CAERNOS”
SESIÓN NO. 7
ACTIVIDADES ORGANIZACION TIEMPO
1. CALENTAMIENTO CON MUSICA: Se utilizara música para el calentamiento donde los niños bailaran, moverán sus extremidades y articulaciones al ritmo de la música.
2. Los alumnos se desplazaran al rimo de la música por el espacio bailando y moviéndose libremente al parar la música deberán adoptar una posición de equilibrio estático, se realizara tres o cuatro veces.
3. Sobre costalitos el niño debe subirse y mantener el equilibrio con dos pies, con un pie y el otro.
4. Poner los costalitos en filas y los niños deberán pasar sobre ellos manteniendo el equilibrio.
5.- que el niño camine sobre una tabla o viga delgada poniendo un pie delante del otro sus compañeros deberán aplaudir echar porras y hacer mucho ruido como factor que intervenga en la actividad que realiza su compañero.
6. vuelta a la calma y retroalimentación: se realizaran inspiraciones y exhalaciones simulando ser el lobo que quiere derribar la casa de los tres cochinitos, se preguntara lo que trabajaron durante la sesión.
Material: botes, tabla, reproductor de música. Individual.
Individual
Individual
Equipos de cuatro niños
individual
5 min.
5 min.
10 min.
10 min.
10 min.
BASES METODOLÓGICAS DEL DEPORTE EDUCATIVO JEAN LE BOULCH
Cuando se trata de descubrir la actividad del niño/a, el deporte tal cual lo practica el adulto resulta una categoría poco apropiada. Es éste el motivo por el cual preferimos utilizar el término de “juegos de reglas” para caracterizar los juegos colectivos infantiles que tienen un significado diferente del de los deportes colectivos adultos.
El juego es una actividad propia del niño/a que toma diferentes formas de acuerdo con la edad, está centrado en el placer que mediante su práctica se procura y, al mismo tiempo, es el motor fundamental de su desarrollo. El grupo de niños/as no es sencillamente una miniatura del grupo de adultos, sino una realidad colectiva particular, con sus características propias.
A) Juegos expresivos y juegos funcionales.
Al fijar la atención del niño/a en formas gestuales codificadas, se deshumaniza el movimiento y se corre el riesgo de reducir casi a la nada su carácter expresivo.
La función imaginativa que durante tales juegos se ejercita, implica la vuelta del sujeto sobre sí mismo y representa una etapa indispensable para la formación del yo individual y social. Los juegos funcionales irán tomando la forma de “juegos de proezas” que inducen al niño/a a enfrentar obstáculos y tareas reales. Por este motivo, hemos ubicado a estos juegos paralelamente con los ejercicios de coordinación global que colocan al niño/a en presencia de problemas reales para resolver. Estas formas competitivas muy buscadas por los/as niños/as entre los siete y once años, están situadas a la mitad de camino entre las conductas egocéntricas y la cooperación y son sumamente importantes puesto que exigen la estructuración progresiva del grupo, el respeto por reglas aceptadas por todos/as. Por consiguiente van desarrollando una moral en el niño/a, y no una moral ya hecha, venida del exterior, sino una moral nacida de la actividad común que impone una cierta organización colectiva. No obstante, la competición sigue siendo para el niño/a un juego, una verdadera actividad “agonal” (lucha) que corresponde a una cierta necesidad del yo de afirmarse. Y sin embargo puede conducir a la rivalidad si se inspira en los modelos propuestos por el adulto.
B) Juegos de reglas.
Creemos que la tendencia en educación debe ser superar el espíritu competitivo cultivando en cambio el espíritu de cooperación. Los juegos de reglas representan situaciones que implican la intervención de un conjunto de coordinaciones que hacen de ellos situaciones privilegiadas para el trabajo de ajuste global (2º y 3er
grado). Para 4º y 5º grado los juegos representan situaciones colectivas comparables a las situaciones – problema. Cuanto mejor se resuelven los problemas de socialización, más se elevan los juegos de reglas del nivel emocional al nivel racional y más susceptibles serán de servir de soporte a una educación psicomotriz de tipo inductivo.
C) La animación de los juegos de reglas.
1. Priorizar la función de regulación.
La relación del grupo con la tarea en los juegos de “competición cooperativa” puede ser considerada en dos niveles distintos: al nivel de la tarea que cristaliza la actividad del grupo e implica a cada uno de sus miembros nivel del propio funcionamiento del grupo que pone en juego las relaciones interhumanas en su seno. El educador debe cumplir una doble función:
- Ayudar a que el grupo se realice en el plano de la tarea y de los procedimientos que posibilitan al grupo de trabajo progresar hacia esos objetivos.
- Facilitar la concienciación de los elementos socioafectivos que pueden frenar el avance del grupo: tensiones entre loso miembros, conflictos por el status dentro del grupo, competencia entre pandillas, agresividad,...
Por lo tanto, el papel del adulto en la animación de los juegos colectivos sería provechoso para el desarrollo social del niño/a en tanto se fijara como objetivo la regulación de las relaciones interpersonales en el seno del grupo. A veces, en cambio, tiende a jugar el rol de consejero técnico, tratando de enseñar los modos de las prácticas adultas con miras a posibilitar el progreso a nivel del logro propiamente dicho. Desde nuestra perspectiva, tal actitud presenta un triple inconveniente en el plano de la formación:
- Propone al niño/a formas de comportamiento que le son heterónomas (impuestas) y aplicadas desde el exterior en forma directiva y muy a menudo por adiestramiento.
- Obstaculiza las propias búsquedas del niño/a, tanto en el plano del ajuste motor a la situación como en el plano de la relación con el otro. Ya que el “instructor” centraliza toda la relación en su persona, desembocando así naturalmente en un tipo de pedagogía autoritaria.
- Imposibilita el descubrimiento del otro y la experiencia vivida de las relaciones interpersonales. Constituye, por lo tanto, la enseñanza de un cierto conformismo e inclusive de un formalismo, más bien que el acceso a la verdadera socialización.
2. El desarrollo social y el desarrollo psicomotor están unidos.
Es por eso que el animador deberá descubrir durante los “juegos de reglas”, los obstáculos para la cooperación, a fin de equipar mejor al niño/a en el plano funcional. Obstáculos que pueden dificultar la cooperación durante los juegos de pelota colectivos:
- Dificultad para ubicarse en la perspectiva del otro. Problema de estructuración espacial: La cooperación exige estar en condiciones de ubicarse en campo de visión del
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