Comercio Sexual

El tráfico de mujeres antes conocido como “trata de blancas”, significa agrupar mediante engaño, abuso de autoridad o coacción a mujeres para obligarlas a prostituirse en beneficio de otras personas, y por sus características esta se divide en dos: el tráfico interno que se refiere a la demanda existente en el propio país, teniendo un rango de edad entre los 9 y 17 años, dirigidos hacia una población de niñas, adolescentes y madres solteras jóvenes; y el tráfico externo, indicando el mercado internacional, las mujeres tienen un promedio de edad entre los 19 y 25 años de edad, con estudios mínimos de secundaria y un bajo estatus social.

Las organizaciones que se dedican a la explotación sexual trabajan de diferentes maneras, de tal forma, que las victimas no llegan a diferenciar las verdaderas intenciones de estos proxenetas, las mujeres son reclutadas por medio de anuncios en el periódico, en donde ofrecen vacantes para diferentes trabajos en Europa y E.U., a través de amigas o familiares que están dentro del medio y ejercen la prostitución, otra forma es contraer matrimonio con un residente del extranjero para posteriormente obligarla a prostituirse. En todo el mundo la mayoría de los seres sometidos a la trata sexual son mujeres y niñas de baja condición económica como las indígenas, las que viven huyendo de familias disfuncionales, porque han sido violadas o forman parte de algún desastre natural que las obliga a emigrar en busca de un mejor futuro.

La demanda que existe en los burdeles, la pornografía, striptease, servicios de acompañamiento, bares, night clubs, casas de cita entre otros; ha originado que este problema crezca cada vez más, pues se venden cerca de cuatro millones de mujeres al año que son introducidas al extranjero, con fines de esclavitud, prostitución o matrimonio; obteniendo ganancias en billones de dólares para quienes ejercen este negocio.

Lamentablemente estas mujeres son engañadas con promesas de trabajo y un sueldo garantizado en el extranjero, firman un “contrato” de la supuesta labor y lógicamente no se menciona el ejercicio de la prostitución, son explotadas, ya que despojan a la dueñas de su pasaporte y para tenerlos de regreso deben comprarlos, es decir; se los revenden por una cantidad elevada y al oponerse a pagar con esta actividad, son amenazadas e intimidadas; haciendo de su conocimiento que han adquirido una deuda por el viaje, sumando cargos de manutención y alojamiento, además de que su seguridad y la de sus familiares dependen de ellas; volviéndose vulnerables ante la posibilidad de escapar o pedir ayuda.

La trata de mujeres es una violencia hacia los derechos humanos, es maltrato físico, sexual y psicológico; asociado a la depresión, intentos de suicidio, lesiones físicas y graves e incluso algunas prefieren la muerte. Son controladas por medio de amenazas verbales, abuso emocional, daño físico, drogas y alcohol, algunas no se les permite negociar el uso del condón y se convierten en presa fácil de las ETS.

Esto es una humillación para la mujer, solo porque la sociedad ha etiquetado a este género en segundo lugar y la ha hecho inferior al hombre, creen que tienen el derecho de engañar y vender un cuerpo fértil, con pensamiento propio lleno de ilusiones y sueños, con un corazón que sabe amar y distinguir el dolor. Una burla hacia los derechos de la mujer por parte de las autoridades. En resumen en el centro de Cancún se tienen ubicados puntos específicos donde se practica el comercio sexual y la trata de personas. En el primer caso se sabe de nueve puntos, mientras que en el segundo, en el parque de las Palapas se ubicaron a 62 adolescentes entre 13 a 17 años de edad, quienes ejercían ésta actividad con extranjeros.

Este tipo de actividad es característica de Cancún ,en este estudio se analizaron tres modalidades: Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI), Prostitución Forzada, Explotación Laboral y Redes de Mendicidad. A nivel nacional son 50 mil los casos registrados de trata de personas, pero sólo hay 22 averiguaciones previas y dos consignas ,el sector turístico sí esta afectado por la trata de personas en todas las modalidades. Si bien no se encontraron en Cancún casos de trata de turistas, a nivel nacional se encontraron 15 a 16, en su mayoría son personas que viven o trabajan en el sector turismo. "Sí no se da control a este tipo de situaciones en muy breve podemos afectar no sólo este sector sino muchos otros".

Aunque dejó en claro que el turismo no propicia la trata, sólo se propicia el turismo sexual; pero hay entre los trabajadores de las empresas un código interno de trabajadores, en consumidores y en la oferta, lo que permite que funcione la trata.

Apuntó que la explotación sexual esta dirigida hacia el sector turístico, y esto es visible mediante la ofertas de paquetes de viaje con fines sexuales; dentro de la investigación ubique 11 páginas de Internet, en las cuales se promocionan el viaje turístico junto con la actividad sexual.

En los destinos turísticos hay negocios que están regulados y tienen la fachada de salas de masaje, ubicados en Plaza Caracol, son casas de prostitución y en dos de ellos se asegura conseguir a los consumidores lo que necesiten; además de las zonas conocidas como el Callejón de los Milagros y Party Center.

Mientras que por un lado se busca rescatar una parte del primer cuadro de la ciudad, por otro la pasada administración expidió licencias de operación a dos centros de sexo explícito, donde se ubicaron incluso a menores de edad, y cuentan con cuarto obscuro.

"El dueño es Isidro Santamaría, que es el Secretario de la CTM, eso es muy grave mucho más que si fuera cualquier persona, porque ejerce como una figura de autoridad en su grupo y cierra la llave". Marcó la contradicción que hay, de cómo poder regularse si las instancias lo promueven y permiten.

En la zona centro se abarcó no sólo el Parque de las Palapas, la investigación incluyó la Súper manzana 23 hasta la zona del Crucero; durante varios días se llevó a cabo un conteo, resultando 62 personas, de entre las cuales se encontraron menores de entre 13 y 17 años, en su mayoría varones ejerciendo la prostitución en la calle.

En Quintana Roo el problema es primero la existencialidad del delito, propiciado por el consumo y por consiguiente el fomento de las redes; la otra parte del problema es el aparato jurídico para resolverlo.

Además, es más grave porque acá se presentan todas las modalidades, por

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