Como Planificar En Nivel Inicial

PLANIFICACIÓN ANUAL

Durante las épocas en que prevaleció una racionalidad tecnicista de la educación, la planificación anual, coherente con el resto de los principios que operaban, pretendía ser un instrumento más de control, por ello, debía:

 ser entregada sistemáticamente una vez por semana,

 estar aprobada antes de ser ejecutada,

 contener los objetivos generales y específicos (que en la planificación de unidad didáctica se transformaban en operacionales)

 las actividades minuciosamente detalladas y de ser posible distribuidas mensualmente

 Previstas las unidades didácticas que se trabajarían.

 Etc. etc.

Luego comenzaron a circular en el Nivel Inicial algunos conceptos como:

 Contenidos socialmente válidos

 Emergentes

 Cambio

 Significatividad del contenido

 Intereses y necesidades de los niños

 Áreas de conocimiento

 Diversidad

 Emergentes

 Conflicto cognitivo

 Etc. etc.

Estos conceptos fueron permitiendo que surgiera una práctica diferente, orientada por los discursos del cambio. Dicha práctica fluctuaba básicamente entre la primarización (que “ató” a los chicos a las mesitas y a las hojas, inclusive a los cuadernos en una época del año) y las Unidades didácticas organizadas alrededor de los tradicionales temas: el cuerpo, medios de comunicación, medios de transporte.

Pero también permitió que fueran apareciendo prácticas más innovadoras centradas en problemas significativos para el grupo de alumnos que parecían no poder anticiparse a principio de año.

De esta manera, la planificación anual que organizaba la tarea con un año de anticipación, fue re-emplazada por un extenso listado de contenidos, en su mayoría extraídos textualmente del currículum del nivel. De cualquier manera es una manera de expresar que se pretende enseñar.

Es necesario salir de esa expresión de planificación anual que en definitiva “no dice prácticamente nada” de lo que el maestro tiene previsto respecto del como.

Nada acerca de aquellas decisiones que tiene tomadas respecto de muchas cosas y que se explicitan en cualquier “charla de pasillo”: Este año estoy decidida a retomar todo el año la cuestión del cuidado de los dientes, no te imaginás la cantidad de golosinas que consumen estos chicos” “la construcción de juguetes les encanta así que algo de eso voy a hacer” “son unos fanáticos de los juegos de mesa así que lo voy a utilizar” “es un grupo que habla muy poco así que el primer tiempo le voy a poner mucho peso a eso” “este año voy a dejar de dar los temas tradicionales pero no sé muy bien como” “estoy decidida a salir más de la sala” “le voy a dar otra organización al desayuno”, “me cuesta un montón mantener la unidad, se me va dilatando y dilatando y no sé porqué” “siempre ter-mino trabajando más lengua que otras áreas, quiero ver como cambiar eso” en fin, cientos de deci-siones están tomadas, muchas preguntas están planteadas, pero no explicitadas.

Por otro lado cuesta mucho evaluar y probablemente tenga que ver con que no están claros ni los objetivos ni los propósitos.

Este debe ser un punto de trabajo: explicitar, comprometerse con posicionamientos respecto de la ta-rea.

Como todavía no hemos transitado la temática de la evaluación, no será parte del compromiso tomar posicionamiento respecto de ello, aunque el que lo desea, por supuesto puede hacerlo.

En conclusión, la planificación anual debería tener “lo más claramente posible”:

 Propósitos y/o objetivos

 Contenidos

 Propuesta pedagógica o metodológica

o Organización

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