Como Proteger El Medio Ambiente

Cómo proteger al medio ambiente si no lo conocemos

Por Mario Burgos

La relación entre medio ambiente y derecho no es nada fácil y tradicionalmente ha sido signada por la incomprensión. Ello es así por la complejidad del medio ambiente, que demanda exámenes interdisciplinarios ya que resulta inabordable mediante enfoques unidimensionales. Por otra parte, el estudio metodológico del medio ambiente como disciplina es nuevo, está en pleno proceso de hacerse a sí mismo y sus problemas exigen soluciones urgentes. Ya no queda tiempo para dilatados debates que concluyen con elegantes declaraciones que, lamentablemente, sólo tienen una eficacia meramente retórica.

Consecuencia ineludible de ello es la complejidad del Derecho Ambiental como rama jurídica que arguye autonomía y que encuentra serios inconvenientes para brindar una eficaz tutela jurídica al ambiente, porque aunque lo consagrado en el derecho positivo tiene solidez formal, no se proyecta con vigor suficiente sobre la realidad. Además, la legislación no puede superar los enfoques parciales y entonces no asegura una protección jurídica integral del ambiente.

Para comprender al medio ambiente como objeto de interés jurídico no alcanza con comenzar con una definición del tipo: “conjunto de normas y principios que regulan las relaciones jurídicas emergentes de la explotación de los recursos naturales y del ambiente”, propia de los manuales, es necesario estudiar previamente categorías conceptuales prejurídicas que aseguren la comprensión de la esencia de lo ambiental, entendido como conjunto de elementos naturales, artificiales y culturales, físicos y químicos, materiales e inmateriales, vivos e inertes; que no obstante su heterogeneidad se presentan interrelacionados configurando un sistema, del cual el hombre forma parte. Sin la comprensión del medio ambiente como sistema no será posible el entendimiento del Derecho Ambiental.

Es primordial en esta etapa examinar el rol del ser humano dentro del sistema ambiental, como parte importante del mismo. Nos encontramos entonces frente al primer interrogante: ¿El hombre está rodeado por el ambiente o está comprendido en él? ¿El hombre está dentro del ambiente sin posibilidad de salirse de él o puede recortarse del entorno y observarlo como a un objeto que tiene enfrente?

Como no se puede valorar lo desconocido, la comprensión de la importancia que tiene la protección del ambiente será una tarea frustrante si no se sabe qué es, en qué consiste, cuáles son sus riesgos y problemas. El medio ambiente es un sistema constituido por factores naturales, culturales y sociales, íntima y necesariamente interrelacionados, que condicionan la vida del hombre y que la vez es modificado y condicionado constantemente por éste.

En suma, el ambiente se integra con lo natural y lo cultural, entendido esto último como instituciones, usos, costumbres, tradiciones, leyes, ideas, creencias y valores, y los artefactos que el hombre produce. Ahora bien, no hay que desatender que toda actividad creadora, transformadora y productiva del hombre es parte de su mundo cultural, entonces, la noción de medio ambiente se integra sintéticamente con la naturaleza, la cultura y la sociedad, en armonía funcional.

Antes de avanzar conviene hacer ciertas precisiones conceptuales con respecto a los términos “medio”, “ambiente”, “medio ambiente”, “ecosistema” y “ecología”, que en el lenguaje cotidiano, y en los medios masivos de comunicación, se utilizan de manera intercambiable como si fueran sinónimos, cuando en verdad no lo son. El Diccionario de la Real Academia Española define al ambiente como: “Circunstancias que rodean a las personas o cosas”, y al medio como: “Elemento en que vive o se mueve una persona, animal o cosa”. El porqué se utilizan dos palabras para designar un solo objeto es parte de una curiosa anécdota, que no ha sido verificada, según la cual una secretaria de la ONU tradujo la palabra environment del inglés al español por “medio o ambiente”, que luego fue transcripta con la omisión de la conjunción disyuntiva “o”, y las dos palabras quedaron unidas en una suerte de matrimonio léxico. El uso corriente hizo el resto.

No obstante la gracia de lo dicho, por “medio ambiente” se entiende tanto al elemento donde se hallan las personas o cosas, como a lo que les rodea y circunda. Entonces, podemos decir que el yacaré vive en los Esteros del Iberá, en las zonas de lagunas, y se halla rodeado de esteros, otros animales, vegetales y también por el hombre que frecuenta ese medio ambiente.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica celebrado en Río de Janeiro en 1992, define al ecosistema como un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad. El ecosistema es la comunidad y ambiente funcionando juntos. En otros términos, es el espacio en donde interactúan con cierta unidad funcional y fisonómica todos los organismos y sus actividades biológicas. Es el sistema biológico resultante de la integración y la interacción de todos o de un número limitado de elementos o factores abióticos y bióticos de un determinado sector de la biosfera. De acuerdo con sus particularidades pueden constituirse en ecosistemas naturales, agropecuarios o urbanos, y sus organizaciones intermedias.

La ecología es la parte de la biología que estudia las relaciones entre los seres vivos, y entre éstos y su entorno. Vale decir que es una ciencia que estudia relaciones, interacciones e interdependencia, por lo tanto, cuando se habla de la conservación de la ecología, en referencia al cuidado ambiental, lo que en rigor se dice es conservación de la ciencia que estudia relaciones. Da lo mismo decir conservación de la medicina, la ingeniería o la química. La ecología no es sinónimo de naturaleza ni de ambiente.

Delineado el concepto de medio ambiente, entendido lo que es y en qué consiste, corresponde preguntar sobre su naturaleza jurídica, es decir, cómo hablamos del ambiente con términos jurídicos. La doctrina

...