Comportamiento Humano
mariella.aubert29 de Julio de 2013
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AUTO GESTIÓN: UNA HERRAMIENTA INNOVADORA PARA UN DISEÑO HUMANO ENACTIVO.
Publicado en “Creativity and Innovation in Decisión Making and Decisión Support” Volumen 1 London School of Economics and Political Science; Editorial Ludic Group; Londres, Inglaterra:2006
Osvaldo García de la Cerda Mª Soledad Saavedra Ulloa
El propósito de esta publicación es presentar un enfoque creativo e innovador para la resolución de conflictos en la toma de decisiones, considerando a los encargados
de tomar decisiones como seres humanos y al proceso de toma se decisión como una red de interacciones humanas en el contexto organizacional.
Este enfoque consiste básicamente en el desarrollo de una poderosa herramienta ontológica para un diseño de observación, auto-observación e innovación del ser humano desde observadores pasivos a observadores enactivos que deben tomar decisiones y resolver situaciones conflictivas a través de la interacción de la cual forman parte.
Esta herramienta denominada CLEHES (cuerpo, lenguaje, emoción, historia, eros, silencio) permite no sólo desarrollar todo el potencial que se encuentra dentro de cada uno sino también atraer todo el recurso organizacional, como la información tecnológica y de comunicación a los cuerpos de aquellos que toman las decisiones para inventar y reinventar nuevas practicas humanas que den mayor valor a nuestras organizaciones.
La aplicación de esta herramienta en diversos dominios organizacionales ha tenido resultados asombrosos, y ha sido un foco de interés para numerosos proyectos de investigación e instancias en la educación administrativa u organizacional.
Introducción
Los administradores enfrentan el permanente dilema de aumentar la efectividad al mismo tiempo de cuidar la viabilidad del sistema organizacional del que son responsables, lo cual es muy complejo de tratar. Por este motivo los administradores deben contar con herramientas que les permitan atenuar esa complejidad. Dichas herramientas han sido entregadas por ya conocidos conceptos, teorías, técnicas y modelos, propuestas por el paradigma científico dominante centrado en el intelecto y la racionalidad. Sin embargo, este tipo de herramientas sirve para tratar situaciones problemas de limitada complejidad porque no se ocupa de la naturaleza humana lo que constituye la mayor fuente de complejidad.
Después de muchas experiencias en administración, educación y consultorías, nos hemos dado cuenta que las herramientas que los administradores realmente necesitan ya no pueden provenir de la ciencia o la tecnología, sino del administrador mismo como ser humano, esto es, por elementos constitutivos generados recurrentemente por la propia interacción en la misma red de procesos que los produce. Esto es lo que se denomina Auto-gestión, el proceso en donde el sistema genera su propia organización y mantiene y se constituye a sí mismo dentro de un espacio particular.
Las características de auto gestión están presentes tanto en el administrador como en la organización. De manera de lograr aumento en la efectividad, rendimiento y la viabilidad organizacional es necesario obtener primero efectividad y viabilidad en el ser humano a cargo. ¿Cómo se logra esto? Tal como lo planteamos, a través de herramientas que son inherentes al ser humano de modo que se pueden reconocer y educar.
Es así como se creó un programa educacional basado en la Auto gestión. Relacionado con la administración de educación para absorber dudas y complejidades en diferentes contextos y dominios. En este programa se presentan tres estrategias de Autogestión
-Auto-observación: cuya centro ha sido la creación de la herramienta llamada CLEHES© y su visibilidad en las distinciones para los cambios y mejora del rendimiento en forma enactiva.
-Observación de interacciones ortogonales.: para mantener conversaciones de confianza, cooperación, trabajo colaborador y cohesión en los diferentes dominios y contextos organizacionales.
- Observación de las redes de CLEHES en el contexto organizacional y su cuidado.
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1.1 Orígenes del programa: los dilemas administrativos y educacionales
El punto de partida es la necesidad de reconocer que el administrador es un ser humano y no sólo un recurso bien entrenado.
Un ser humano es un sistema de actividad que está determinado por su estructura, es decir todo lo que experimentamos ocurre dentro de nuestra estructura, no más allá. De tal manera que todo lo que percibimos es interpretado de acuerdo a nuestro propio y particular sistema nervioso a través de los sentidos, que forman parte de nuestra estructura. (Maturana, 1993; Maturana & Varela, 1984; Varela, Thompson & Rosch, 1992)
Esto se relaciona también con nuestro pasado histórico que cada uno ha adquirido, porque todo lo que hemos aprendido en nuestras vidas ha pasado a formar parte de nuestra estructura y genera una suma de distinciones o diferencias que afecta la interpretación de lo que nos ocurre.
Esto es posible porque los seres humanos, no como otros seres vivos, operamos en el lenguaje, el cual no solo nos permite hablar, escuchar o interpretar, sino también interactuar con otros seres humanos formando redes de conversaciones (Maturana, 1988). Al interactuar en el lenguaje, nuestro sistema nervioso, y a partir de ello nuestro cuerpo, es estimulado para la acción o a la inhibición.
El administrador, que está determinado estructuralmente, ciego e ignorante de todos aquellos dominios que no distingue y que no tiene capacidad de observar, y cuya disposición a la acción está determinada `por su estado emocional, debe lidiar con una complejidad mucho mayor. Las conversaciones de mercado, clientes, nuevas tecnologías y globalización son todas fuentes de complejidades e incertidumbres del ambiente que constantemente amenazan la estabilidad de nuestros sistemas organizacionales y que el administrativo debe enfrentar día a día.
Además, los procesos productivos, ventas, servicios y otras actividades son ejemplos de la alta complejidad dentro del sistema de actividad humana porque implican redes de conversaciones. De hecho, un ser humano es por si mismo una fuente de suficiente complejidad, y los administradores deben ocuparse de muchos seres humanos en todo momento.
Los problemas organizacionales han sido manejados con “metodologías duras”, como problemas estructurados cuyas principales características son: facilitación en la definición de metas, claridad en las decisiones de los procesos, y la posibilidad de mediciones cuantitativas de los rendimientos. Sin embargo la mayor parte de los problemas se muestran como dolores organizacionales, rupturas, frustraciones, y errores que parecen no ser problemas estructurados sino caracterizados por una definición de metas difícil, medidas cualitativas de rendimiento y la presencia de un ser humano que muestra su cuerpo, emociones y acciones de manera irracional y contradictoria, para lo cual se requiere de “metodologías blandas” para su manejo.
De tal manera que los verdaderos conflictos organizacionales con que deben lidiar los administradores no son precisamente la definición de metas o de los recursos para la optimización sino la habilidad para movilizar a los equipos de trabajo. En este sentido la Auto-gestión puede ser considerada como una estrategia para aumentar el rendimiento y efectividad del administrador en aquellos dominios en donde las metodologías duras no son realmente útiles (Varela, 2000).
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Pocas personas que escriben sobre creatividad e innovación dudarían de que el efecto crucial es el logro de un cambio social radical.
Históricamente ha habido un abuso de este tipo de pensamiento lineal porque la complejidad de las organizaciones ha sido asociada a procesos que se centran en los aspectos duros del conflicto en lugar de atender a las personas que están involucradas, y como resultado se mantiene escondido el aspecto humano. Es por ello que la “metodología blanda” es una alternativa satisfactoria para enfrentar los problemas organizacionales.
Como seres humanos escuchamos y aprendemos de la historia sobre las continuas creaciones en este mundo en que vivimos.
Nuestras emociones han permitido la creación de las naciones, estados y empresas. Conocemos, o al menos algo sabemos, sobre la creación de productos y servicios o su valor. Sin embargo estamos lejos de conocer el proceso de la creación de ideas.
Es útil mirar nuestra historia como un linaje: Nuestra biología nos señala que somos criaturas subdesarrolladas y vulnerables, si nos comparamos con otros animales. Los animales nacen completos; saben qué hacer y cuándo, su vida esta dirigida por los instintos, de modo que su conducta responde a reacciones biológicamente determinadas. Sin embargo, si vemos la evolución humana encontramos mucho material creado. En efecto, los primates, en particular los chimpancés, son capaces de generar comportamientos sociales como también de manipular objetos, crear herramientas, pero no pueden acumular esas creaciones o re-crearlas.
Los seres humanos nacen incompletos y les toma un buen tiempo para madurar como un organismo independiente. Dependemos de otros a lo largo de nuestra infancia, además nuestro organismo está abierto a una gran capacidad de adaptación a cualquier contexto o condición ambiental.
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