Compromiso Del Profesional

Compromiso del profesional del Trabajo Social

El Trabajo Social tiene un lugar privilegiado en la transformación de la realidad social, como disciplina que interactúa permanentemente en ella rescatando el discurso de los actores sociales no escuchados, trayéndolos al ámbito político.

El Trabajador Social debe trabajar por la justicia y los derechos humanos, esto implica caminar hacia una justicia social. Trabajar por la Justicia Social y los Derechos Humanos con los sujetos de derechos, es brindar los servicios y la ayuda, para esto es indispensable que existan políticas de defensa y garantías de los derechos de los trabajadores.

Ocuparse de la Justicia Social y DD HH, es proveer bienestar, seguridad para todos los miembros de una sociedad; hablar de justicia social, es hablar de un bien social equivalente a la igualdad, libertad, solidaridad y la democracia.

Desde nuestro rol profesional tenemos que luchar por la libertad e igualdad de las personas y uno de los objetivos de la intervención del Trabajador Social es la autorrealización de las personas

Dice Rosanvallon, “es hora de luchar por una nuevo tipo de derechos; los derechos a la integración. Este derecho va más allá del derecho a la subsistencia, porque considera a los individuos como ciudadanos activos, y no como personas asistidas que hay que auxiliar”(La nueva cuestión social-Repensar el Estado providencial -1995 –Pierre Rosanvallon)

Incluir a las Jefas de Hogar en el mercado laboral, es evitar la exclusión social de ellas y la de sus hijos, método válido para evitar la reproducción de la pobreza.

Estas familias en donde la desocupación del jefe de familia los roles que mantenía la familia tradicional han cambiado, ahora es el esposo quien se hace cargo de los quehaceres del hogar y la esposa es la que lo sostiene económicamente.

El compromiso del Trabajador Social es fortalecer a las familias colaborando en la interpretación de que sus problemas son comunes a los de la clase trabajadora, contribuyendo en la práctica con la construcción de nuevos comportamientos que den lugar a la superación de sus necesidades.

El valor agregado de la intervención es no solo conocer las estrategias que tiene la familia para sobrevivir , sino intentar trabajar sobre sus valores para darles una proyección de como pueden cambiar los términos de la relación entre sus miembros con las Instituciones y el Estado.

Las familias se están transformando, tienen proyectos, deseos, esperanzas, esto da lugar a pensar en nuestro compromiso y a intervenir profesionalmente con la intencionalidad de facilitar y estimular el desarrollo de sus cambios. Las entrevistadas aseguran que el trabajo a estas mujeres las hace sentir de maneras diferentes:

“puedo comprar lo que necesito””me da seguridad, estabilidad económica””satisfacer las necesidades de mi casa “ “el trabajo dignifica”

En cuanto al rol profesional, existe una buena visión de éste por parte de las familia, ya que es conocido y valorado en su intervención, siendo la figura que frecuentemente los acompaña en la relación con las diferentes instituciones y el Estado..

El Trabajador Social por requerimiento de personas que soliciten su intervención profesional asume la coordinación de las acciones a llevar a cabo, siempre que se ubiquen dentro de su injerencia profesional, sea de manera individual o formando parte integrante de un equipo. El horizonte de sus prácticas lo constituye la facilitación de los recursos que permitan al grupo familiar el ejercicio pleno de su dignidad humana.

El Trabajador Social considera al ser humano de forma integral, entendiéndolo como sujeto de derechos y no como objeto de intervención. La persona sometida a la falta de recurso no pierde condición de ciudadano y es sujeto de derechos. Lo cierto es que

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