Comunicación E Incomunicación En La Redes Sociales

Comunicación e Incomunicación en las Redes Sociales.

Para nadie es un misterio que nuestra sociedad se mueve al ritmo de las comunicaciones. Todo aquel que no cuente con una televisión, una radio, un periódico, un libro, una conexión a internet y un dispositivo que le permita el libre ingreso a éste, estará totalmente desconectado de su entorno y la actualidad. Hoy en día todo transcurre en esta última plataforma tan conocida: desde saber el último escándalo del mundo del espectáculo, enterarse sobre lo que pasó el día que faltaste a clase, hasta informarse sobre las noticias tanto nacionales como internacionales. Cada día que pasa, estamos más inmersos en este fantástico y grandioso universo tecnológico.

No hay ninguna duda; el internet es un invento maravilloso. Contiene la información necesaria sobre cualquier tema, permite y facilita la relación entre las personas y su entorno. Es muy simple; internet nos simplifica la vida. La gran duda es: ¿Nos conecta realmente con los demás?

Antes, la gente no necesitaba más que un pedazo de papel y un lápiz para recibir información sobre los demás, sin embargo, nuestra sociedad y nuestro ritmo de vida actual nos exigen una comunicación más expedita, necesitamos las respuestas inmediatamente, no tenemos tiempo que perder. Y la mejor solución para esta problemática es el uso de las Redes Sociales.

Desde finales de los años 90’ este concepto viene cobrando más fuerza. Variadas son las opciones que nos ofrecen; muchos los que dedican gran parte de su tiempo libre al uso de éstas, publicando fotos, comentando pensamientos de otros, dando a conocer sus propios sentimientos y puntos de vista, transmitiendo sus vivencias en tiempo real. Ciertamente de esta forma la comunicación es de fácil acceso para todos, transformando nuestra manera de relacionarnos.

Planteado de esta forma es la solución perfecta: parece increíble el hecho de que podamos tener todos esos recursos en un mismo lugar. Pero dejamos de lado el contacto con los demás, con nuestro entorno, con lo real. En las redes sociales se comparten fotos de lugares, de objetos, de personas, pensamientos y opiniones. Sin embargo no podemos sentir la textura de la arena bajo nuestros pies, ni abrazar a ese ser querido que esté en otro país, ni sentir el apoyo que brindan unas palabras de aliento. Esas sensaciones no se producen a través del internet, sólo son perceptibles en vivo y en directo.

No digo que estemos en completa desconexión, ya que sí estamos al tanto de lo que sucede gracias a estas múltiples plataformas, pero llegaremos a un punto en que no nos veremos las caras por estar hipnotizados con estas maquinas que nos “unen” y “conectan”.

Es cierto que gracias a este invento se logra una mayor comunicación entre los habitantes de este mundo, mezclando culturas en un solo lugar. Pero sería mucho más entretenido e interesante vivir estas costumbres, absorberlas con todos los sentidos, no a través de la visión de otros; no a través de una pantalla. Debe haber un equilibrio entre estos dos mundos. No se puede estar completamente desconectado del internet, porque nos inhabilita, pero tampoco podemos depender de este recurso, porque nos deshumaniza.

En esta sociedad tan acelerada e individualista, necesitamos una relación que sea de persona a persona, no de computador a computador. Necesitamos convivir con el mundo real. El internet es un gran recurso, por lo mismo debemos utilizarlo para cosas provechosas. La sociedad de la cual somos parte se está transformando y debemos rescatar e intentar salvar los valores que nos quedan, sino nos volveremos cada vez más egoístas e insensibles. Tratemos de ayudarnos mutuamente, apreciémonos unos a otros, todos tienen algo que entregar. Intentemos vivir en armonía para poder tener una existencia más tranquila. Desconectémonos un momento de nuestros celulares y computadores

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