Contabilidad De Constes

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PRIMERA PARTE:

INTRODUCCION A LA CONTABILIDAD DE COSTES

TEMA 2: FUNDAMENTOS CONCEPTUALES

DE LA CONTABILIDAD DE COSTES

2.1. Concepto de coste.

2.2. Coste, gasto, pago, cobro e ingreso.

2.3. Clasificación de los costes

2.4. La relatividad del coste.

2.5. Fases en el cálculo del coste.

2.6. Elementos y estructura del coste.

2.7. El resultado interno y el resultado externo.

2.8 . Métodos de enlace entre la contabilidad interna y la contabilidad

externa.

2.1. Concepto de coste:

Un coste es un consumo de bienes y servicios, valorado en

unidades monetarias, necesario para la obtención de nuevos

bienes y servicios.

De esta definición vamos a explicar más detalladamente

tres aspectos:

El consumo, que es la aplicación de un factor a un cierto

proceso productivo. El coste puede responder a un consumo de

tipo físico y como consecuencia el factor es:

- destruido ó desgastado

- transformado

- ó inutilizado

En definitiva es sacrificado para obtener un producto. Por

ejemplo la lana empleada en la fabricación de jerséis ya no se

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encuentra en sus ovillos, sino formando parte de la prenda

de vestir. La lana ha sido consumida, al igual que otros

materiales. Parte de la máquina ha sido destruida, desgastada

físicamente; la mano de obra ha sido inutilizada para cualquier

actividad distinta a la producción prendas de vestir. Entonces

se ha producido un coste.

Los costes sin embargo pueden producirse también a

consecuencia de una transformación de valores. Así, por

ejemplo, una empresa importadora de vehículos no consume

físicamente cada automóvil que importa. Su proceso productivo

consiste en traer coches desde el exterior y entregárselos a

sus clientes nacionales, o sea, en obtener el bien automóvil a

disposición del cliente, a partir del bien automóvil en el

extranjero, variando su valor según se encuentre en una u otra

situación. Este cambio de valor se produce como consecuencia de

aplicar una serie de elementos productivos o factores (mano de

obra, transportes, declaraciones de importación, etc.), que

permiten hacer llegar cada coche a su destino. En este caso el

valor del bien es superior al que tenía en su punto de origen,

debido a la aplicación o sacrificio (consumo) de unos elementos

productivos. Es decir, en respuesta a unos costes.

Desde el punto de vista económico, el coste, precisa que

el consumo de bienes y servicios sea expresado en unidades

monetarias, valorado en um, se expresa por tanto en su magnitud

económica y no en su magnitud técnica, así no diremos por

ejemplo que el coste ha sido de 20 kg de materia prima Z, sino

que ha sido de 500 €. Por ello un coste siempre implica una

valoración en unidades monetarias de unos consumos.

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La valoración es una magnitud técnica y económica que

permite medir el consumo.

- Es una magnitud económica porque será la expresión

monetaria de los bienes y servicios consumidos en el

proceso productivo.

- Es una magnitud técnica porque es la formulación en

unidades físicas de los bienes y servicios consumidos en

el proceso productivo.

La valoración equivale a multiplicar los consumos físicos por

sus respectivos precios.

Coste = (consumo ´ precio) + .... + (consumo ´ precio)

La valoración es un problema controvertido, pues en el

caso de algunos factores (por ejemplo en el de los factores

fijos) es difícil saber en qué parte se han consumido en la

fabricación de un producto. Esto nos conduce según veremos más

adelante a la consideración del coste como una magnitud

subjetiva, cuyo importe depende del sujeto que lo calcula.

Otro aspecto importante a tener en cuenta en el estudio de

costes es que los mismos, como su propia definición indica, han

de ser necesarios para la obtención de bienes y servicios. Por

ello no deben ser considerados como costes los consumos que

supongan despilfarros o que procedan de una mala gestión del

proceso productivo, sino que se considerarán como pérdidas o

disminuciones de resultados. Así las pérdidas como consecuencia

de una huelga de la mano de obra serán eso: pérdidas y no

costes.

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Sabemos ya que cuando empleamos el término coste nos

estamos refiriendo a consumos de bienes y servicios. Y podremos

calcular el coste de los factores (ej. de las materias primas,

de la mano de obra, de las amortizaciones...) y también el de

los centros funcionales (ej. coste de la sección de

contabilidad, coste de la sección de compras, coste de distribución...).

Si sumamos los costes de todos los factores consumidos

para la obtención de un producto, obtendremos el coste total o

precio de coste del producto. Y éste es único para cada

empresa, ya que para su determinación han intervenido costes

calculados según criterios subjetivos.

2.2. Coste, gasto, pago, cobro e ingreso:

La diferencia entre estos conceptos se basa en el ámbito

de la empresa en que cada uno de ellos surge.

El término coste siempre hace referencia al ámbito interno

de la empresa, mientras que el gasto y el pago suponen una

relación de la empresa con su entorno, lo mismo que el ingreso

y el cobro.

Los gastos aparecen en las adquisiciones de bienes y

servicios, cualquiera que sea la manera de financiarlas, y

generan obligaciones externas, generalmente de carácter

jurídico. Da lugar a una corriente de tipo económica.

Los pagos suponen la entrega de unidades monetarias para

eliminar tales obligaciones. Dan lugar a una corriente

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financiera.

Los costes son, exclusivamente, consumos,

transformaciones, sacrificios, o cambios o de valor. Originan

una corriente sólo económica.

Así por ejemplo si un fabricante de almohadones recibe de

sus proveedores el 1 de enero 100 kg de plumón, y los guarda en

su almacén hasta el 1 de febrero, fecha en la que los incorpora

a su proceso de fabricación, habrá incurrido en un gasto el 1

de enero y en un coste el 1 de febrero. El plumón ha sido

consumido, ha dejado de existir como tal, un mes después de

haber sido depositado en los almacenes. Si el fabricante firmó

letras a 60 días a sus proveedores, dos meses después de la

firma realizará el pago correspondiente a su gasto, el 1 de

marzo, y un mes después de su coste.

Los costes no tienen forzosamente que producirse en un

momento diferente al gasto y pago. Se producirá simultáneamente

un gasto un pago y un coste si compramos pagamos y consumimos

las materias primas en un mismo día, aunque esto no es lo

habitual.

Por otro lado, es evidente que siempre un gasto dará lugar

a un pago, pero no todos los gastos dan lugar siempre a un

coste, ni todos los costes se corresponden con un gasto.

Por ejemplo:

- La compra de unas materias primas que no han sido ni

serán incorporadas al proceso productivo supusieron un

gasto en el momento de la compra, pero no será nunca un

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coste.

- El coste de oportunidad del sueldo del empresario que no

cobra por su gestión o el de los fondos propios, suponen

un coste, puesto que los recursos propios son inutilizados

para cualquier otra actividad distinta a la que están

siendo empleados, y, sin embargo en ningún momento son un

gasto.

En un determinado período, si confrontamos los gastos en

distintos factores productivos con los costes correspondientes

a tales factores productivos obtendremos la inversión del

período: que es aquella parte del gasto de un período que no ha

sido consumida en el mismo período, y que por lo tanto queda

como "remanente" para ejercicios sucesivos, figurará en el

balance final del ejercicio.

Así por ejemplo, en el inmovilizado material determinamos

la inversión por la diferencia entre el gasto inicial y la

amortización acumulada hasta la fecha; en el caso de las

materias primas la inversión equivale a las existencias

finales, etc. Por lo tanto la inversión es la parte del gasto

que no determina costes del ejercicio ni tampoco se lleva a

resultados, sino al balance.

Por ejemplo:

Si en enero se compraron materias primas por 10.000 um y

de ellas sólo se consumieron 2.000 um, el gasto será de

10.000 um y el coste de 2.000 um; la inversión en materias

primas, correspondiente al mes, vendrá dada por la

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diferencia entre las 10.000 y las 2.000, o sea 8.000

um.

Es preciso tener en cuenta que, para el cálculo de la

inversión, sólo deben confrontarse los gastos de un período con

los costes correspondientes a dicho gasto, en el mismo período.

Todo aquello que se haya gastado y no se haya consumido se

considera una inversión que

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