ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Continuación de los arboles mueren de pie de alejandro casona


Enviado por   •  31 de Mayo de 2018  •  Tareas  •  1.383 Palabras (6 Páginas)  •  128 Visitas

Página 1 de 6

Escena 1

En casa de la Abuela, todo se encontraba en calma cuando de pronto se escucharía la campanilla de la puerta. La cual sería abierta por Felisa, que de repente llamaría al Señor Balboa.

BALBOA. – (Entrando a la sala.)

¿Qué es lo que ocurre Felisa?

FELISA, – (Avanza unos pasos hacia él)

Señor, acaban de llegar algunas cartas y este sobre grande.

BALBOA.

A ver… (Toma lo que le tiende Felisa y comienza a mirarlas), es una carta de Mauricio e Isabel, esto va a emocionarle a la Abuela (Dice mientras sigue observando los demás papeles).

La ABUELA. – (Aparece en la habitación)

¿Qué es lo que va a emocionarme? (Mira perpleja a ambos)

FELISA.

Qué le cuente el señor las buenas nuevas, yo me iré a hacer mis quehaceres. Con permiso. (Sale)

La ABUELA.

¿Y? ¿Vas a decirme o tendré que morirme de la duda?

BALBOA.

Ten (Le tiende la carta de Mauricio y la queda mirando, esperando su reacción)

La ABUELA. – (Mirando la carta emocionada)

Es de los chicos. No esperaba que volvieran a escribir y menos tan pronto. Voy a retirarme a leerla en el jardín. No te olvides de venir que Genoveva nos va a preparar el té (Esta se retira entusiasta aun mirando aquel papel en sus manos)

Escena 2

El señor Balboa se encontraba sentado en unos de los sillones de su sala, paseando su mirada sobre el gran sobre. Mientras aun leía otros papeles que hablaban de dinero. En lo que entra la Abuela para interrumpirlo.

La ABUELA.

¿A caso te has olvidado que hoy tomábamos el té afuera? ¡Y eso que te lo he dicho hace muy poco! ¡Y después la de la mala memoria soy! (Se quejaba) Espera… ¿Te ocurre algo? Tienes una cara

BALBOA. – (Distraído)

Querida, perdón, estaba leyendo estos papeles (Se los muestra). Pero sí, no te voy a negar que esté ansioso por leer este grande, me causa curiosidad. De todas maneras, vamos a tomar ese té y me cuentas sobre Mauricio e Isabel.

Ambos se retiran hacia el jardín en donde los espera una mesa preparada por Genoveva.

La ABUELA. – (Sentándose y volviendo a tomar en sus manos la carta)

Los chicos dicen que se encuentran muy bien, y entre sí aún más. (Volvió a releer la carta) “Gracias a su hogar nos hemos dado cuenta de la verdadera chispa de nuestro amor y con eso tomamos la decisión de unirnos aún más”

BALBOA.

Como me alegra oírlo, me da mucho gusto (Muestra una emoción acompañada de una sonrisa).

Mientras La Abuela seguía releyendo la carta con una sonrisa notable, Balboa tomaba el gran sobre para leerlo, ya no soportaba más la curiosidad.

Luego de estar un rato metido en esa lectura, La Abuela vuelve a interrumpirlo.

La ABUELA.

Querido ¿Qué es lo que ocurre? (Pregunto desconcertada)

BALBOA. – (Mirando aun el papel en sus manos)

Es una notificación… Acá dice que nuestro Mauricio se ha entregado a la policía. (Dando vuelta el papel, se cae un sobre y La Abuela lo levanta)

La ABUELA.

Creo que va acompañado de una carta (Dice mirando el sobre)

BALBOA.

Léela.

Pasaron varios minutos, y mientras a Fernando le recorría un escalofrío por el cuerpo y a La Abuela le temblaban los dedos sosteniendo aquella carta los pájaros cantaban, el viento soplaba y Felisa junto a Genoveva los observaban desde la ventana de la casa.

La ABUELA. – (Retomando el aliento y dejando caer la carta sobre la mesa)

Allí dice que después de verme y de hablar conmigo entro en razón, por lo que prefirió hacerse cargo de sus pecados. Y es por ello que se entregó y se encuentra en la cárcel, y que por más que nosotros no queramos, a él le gustaría que lo fuéramos a visitar alguna vez.

BALBOA. – (Perplejo y viéndola a los ojos con un nudo en la garganta)

No sé qué decir (Suspiro profundamente), veo muy oportuna su reacción. Pero ¿Quién sabe? Quizás, realmente se dio cuenta de cuánto daño provoco

La ABUELA. – (Reteniendo el sollozo y demostrando fuerza)

Eso no lo sabremos, por lo menos hasta que hablemos con él

BALBOA.

¿A caso estas diciendo que te gustaría ir a visitarlo? ¡Mujer!

La ABUELA.

¿Por qué no? No estaría mal que un día vayamos y mucho menos para aclarar estas dudas ¿Quién sabe si realmente cambio?

BALBOA. –(Pensativo en lo que acaba de escuchar mientras observaba el árbol que se encontraba cerca

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.1 Kb)   pdf (49.1 Kb)   docx (15.6 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com