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Cuentos, Chistes Y Mas

skynet55199119 de Marzo de 2015

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CANCIONES

Canciones

Estaba la Rana Sentada

Estaba la rana sentada

cantando debajo del agua.

Cuando la rana

se puso a cantar,

vino la mosca

y la hizo callar.

La mosca a la rana,

que estaba sentada

cantando debajo del agua.

Cuando la mosca

se puso a cantar,

vino la araña

y la hizo callar.

La araña, a la mosca,

la mosca a la rana

que estaba sentada

cantando debajo del agua.

Cuando la araña

se puso a cantar,

vino el pájaro

y la hizo callar... etc., etc.

'PIM-POM ES UN MUÑECO'

Pim-pom es un muñeco

muy guapo y de cartón.

Se lava la carita .

con agua y jabón.

Se desenreda el pelo

con peine de marfil,

y aunque se dé tirones

no llora ni hace así.

A E I O U

AAA avevo un cane grosso che

EEE era bellissimo perché

III io lo tenevo accanto a me

OOO ora son triste lui non c'è

UUU un giorno se ne andò e così

Io non lo rivisto più

Rit.

AEIOU son le cinque vocali

AEIOU e se in fretta le impari

AEIOU stai sicuro che AEIOU

Non saremo mai soli

con le cinque vocali

AAA adesso ho un gatto bianco che

EEE è proprio come piace a me

III inciampa sempre sul sofà

OOO osservo tutto quel che fa

UUU un gatto bianco è sempre stanco

Ma non se ne andrà

Rit.

AEIOU son le cinque vocali

AEIOU e se in fretta le impari

AEIOU stai sicuro che AEIOU

Non saremo mai soli

con le cinque vocali

CUENTOS

LA BOBINA MARAVILLOSA

Erase un principito que no quería estudiar. Cierta noche, después de haber recibido una buena regañina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo:

¡Ay! ¿Cuándo seré mayor para hacer lo que me apetezca?

Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz:

Trátame con cuidado, príncipe.

Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo se ira soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven.

El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontró convertido en un apuesto príncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un nuevo tironcito, inquirió:

Dime bobina ¿Cómo serán mi esposa y mis hijos?

En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba apoderando de él y siguió soltando mas hilo para saber como serian sus hijos de mayores.

De pronto se miro al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asusto de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. ¡Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo.

Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo así:

Has desperdiciado tontamente tu existencia. Ahora ya sabes que los días perdidos no pueden recuperarse. Has sido un perezoso al pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer el trabajo de todos los días. Sufre, pues tu castigo.

El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin hacer nada de provecho.

EL MUÑECO DE NIEVE

Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.

La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.

Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.

Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...

Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.

Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

EL CEDRO VANIDOSO

Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura.

Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.

Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.

Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo podría compararse conmigo.

Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto.

Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.

Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho pesadamente.

¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!

LEYENDAS

LA LEYENDA DEL REY ARTURO

Según cuenta la leyenda, en lo que actualmente es Gran Bretaña vivía el rey Uther Pendragon que tenía una larga disputa con el duque de Tintagel.

Con motivo de hacer las paces de una vez por todas, Uther invitó a su castillo al duque y a su esposa Ingrayne. Al ver a la duquesa Uther se enamoró de ella y se obsesionó a tal punto que pidió a Merlín, el mago de la corte, que la hechizara para hacerla creer que era su esposa.

De este amor nació Arturo que fuera entregado a Sir Héctor por Merlín para que lo adoptara como su hijo.

Al cumplir Arturo los 16 años Sir Héctor lo llevó con su propio hijo Sir Kay a Londres, donde los caballeros luchaban sin éxito por liberar una espada de una cárcel de piedra. Y según contaba la leyenda el que consiguiera liberar la espada pasaría a ser el rey de toda Bretaña. Arturo lo consiguió sin ningún esfuerzo y fue promulgado rey.

Arturo reinó rodeado de los más valerosos caballeros: Perceval, Gawain y Lancelot. Contrajo matrimonio con la hija del rey Cameliard, Ginebra, la que lo engañó con Lancelot. En tanto Arturo mantuvo un romance con su hermanastra Morgana que quedó embarazada y nació Mordred.

Éste fue quien dejó en evidencia el romance oculto entre Ginebra y Lancelot, noticia ante la cual Arturo no tuvo otra opción que ordenar que su esposa fuera quemada en la hoguera como mandaba la ley. Pero esto no pudo darse ya que Ginebra fue rescatada por Lancelot huyendo juntos hacia Francia. Arturo indignado salió a perseguirlos dejando su reino al mando de su hijo Mordred.

Al regreso de Arturo al reino de Camelot, su hijo no le entrega el trono y debe trabarse en lucha con éste para recuperarlo. Arturo y Mordred se enfrentan en una disputa en la que el padre mata al hijo no sin que éste antes lo hiera también de muerte.

LA LEYENDA DE LAS SIRENAS

Según la mitología griega las sirenas eran criaturas fantásticas con la mitad del cuerpo en forma de pájaro y la otra mitad de mujer.

Eran compañeras de Perséfone y al ser raptada ésta por Hades, no lograron salvarla por lo que en venganza la madre de Perséfone, la diosa Deméter, las transformó en un hibrido, mitad mujer y mitad pescado.

Vivían en la isla de Artemisa y tenían un canto melódico como el de los pájaros, sumamente atractivo, seductor, que llamaba la atención de los marineros, advirtiéndoles de los encantos ocultos del mundo submarino, engañándolos así para hacerlos caer en su trampa y devorarlos.

En la Odisea, el autor griego Homero relata que cuando el barco de Ulises navegaba frente a la isla Artemisa, él hizo que toda su tripulación tapara sus oídos con cera para no escuchar el seductor canto de las sirenas y caer en sus encantos maléficos. En tanto él no pudo tolerar su curiosidad y planificó una estrategia, se ató al mástil del barco y ordenó que no lo dejaran soltarse por nada. Ante esta frustración las sirenas se tiraron al mar ahogándose.

LA LEYENDA DEL UNICORNIO

Hace muchísimo tiempo atrás, en otras épocas muy remotas, salvajes y fantásticas criaturas vivían y andaban libres por ahí.

La más hermosa de todas ellas era el Unicornio, una criatura de color blanco, con cuerpo de caballo, barba de chivo, patas de antílope y un cuerno en la frente, que era perseguido permanentemente debido a los mágicos poderes curativos

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