Cultura Innovativa

Innovación significa, por definición, novedad o renovación. En su uso habitual, utilizamos el concepto para referirnos a nuevas ideas e inventos, así como a su implementación económica.

El mundo más interconectado que emerge es más complejo y se apoya en la innovación continua. No son rasgos nuevos en sociedades modernas, pero su intensidad hace que hablemos de una economía basada en el conocimiento. Hay que cuidar también la cultura de la innovación porque son las personas las que tienen que dar las ideas, para ser creativas hay que ponerlas en un contexto en el que se vean motivadas a hacerlo, y luego hay que hacer un seguimiento. Además de la sistematización que es fundamental y de orientarse a buscarla, es conveniente que haya siempre un respaldo expreso, no solo con comunicación, sino con hechos y con ejemplo de la alta dirección. También es muy recomendable la figura de un responsable de innovación. Consiste una metodología para poder innovar de manera sistemática, es decir, es un conjunto de acciones que se pueden replicar, que pueden funcionar de manera continua para producir resultados a partir de la innovación. Hay que empezar por fijarse unos objetivos y, a partir de ahí comenzar unos proyectos, conseguir unas ideas.

Siempre hay cosas que puedes, en el peor de los casos, hacer mejor y cosas que puedes cambiar y hacer de manera totalmente diferente al resto de tus competidores.

Enfoque a fortalezas

Este enfoque centrado en las fortalezas constituye una revolución en la forma de abordar la personalidad y la conducta humana, y marca distancia con el enfoque de la psicología tradicional, orientada más en los problemas humanos y en cómo resolverlos, en manejar las debilidades, en curar lo que está disfuncional; con énfasis en lo patológico, olvidando el lado positivo del ser humano, dejando una cosmovisión sombría y pesimista de la naturaleza y comportamiento humano.

“Las fortalezas constituyen el principio fundamental de la condición humana y una actividad congruente con ellas representa un importante camino hacia una vida psicológica óptima”.

Entre estas fortalezas destacan 6 categorías:

Sabiduría y conocimiento: Fortalezas cognitivas que implican la adquisición y el uso del conocimiento.

Coraje: Fortalezas emocionales que implican la consecución de metas ante situaciones de dificultad, externa o interna.

Humanidad: Fortalezas interpersonales que implican cuidar y ofrecer amistad y cariño a los demás.

Justicia: Fortalezas cívicas que conllevan una vida en comunidad saludable.

Moderación (templanza): Fortalezas que nos protegen contra los excesos.

Trascendencia: Fortalezas que forjan conexiones con la inmensidad del universo y proveen de significado la vida.

Una fortaleza es un rasgo de comportamiento o característica psicológica que es aplicable a distintas situaciones a lo largo del tiempo. Este enfoque de Fortalezas centrado en la mejora de personas y organizaciones presta atención a qué hacemos bien y cómo podemos hacerlo mejor.

Construcción de una cultura de colaboración y servicio

La armonía y el consenso son dos elementos clave dentro de una organización. Las nuevas ideas son esenciales para asegurar el crecimiento continuo de tu empresa. Por lo tanto, la “colaboración” –que es la combinación de diversos puntos de vista– siempre es preferible al “consenso”. Para construir una cultura de colaboración y servicio el líder

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