ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DEMOCRACIA S.A. - SHELDON WOLIN


Enviado por   •  6 de Enero de 2014  •  1.641 Palabras (7 Páginas)  •  430 Visitas

Página 1 de 7

En Colombia a lo largo de los últimos años el término “democracia” se ha usado a lo largo y ancho del país tanto por los dirigentes, como también por gran parte de los ciudadanos del común que orgullosamente presumen y alardean de los beneficios y la fortuna que como colombianos tenemos de vivir en un gobierno democrático sin mayores alteraciones en donde el único problema visible (para la mayor parte de la población) es el conflicto armado. Ahora bien, resulta atractivo pensarse la posibilidad de ir más allá, de sobrepasar los límites territoriales mentales y realizar una breve comparación de los acontecimientos y formas de manejo utilizadas por “otro país democrático” (EE.UU) tras un hecho en específico pero, sin desconocer las diferencias económicas, culturales y de fondo que entre estos dos países existen.

Para lograr dicho objetivo (en la medida de lo posible) tomaré como guía el texto de Sheldon Wolin donde plasma ejemplos puntuales magníficamente descritos y donde a través de su idea de totalitarismo invertido , se cuestiona el actuar de la “democracia estadounidense” frente a lo sucedido en el 9/11 y la respuesta a esto que dio el gobierno estadounidense.

El 11 septiembre del año 2001 todas las miradas apuntaron a la ciudad de New York. La caída de las torres gemelas ubicadas en el tan conocido y representativo World Trade Center , fueron testigos del inicio de una serie de sucesos que marcarían la historia estadounidense (asimismo del mundo) y que sería el desencadenante de otros (no precisamente positivos) que dejarían huellas imborrables en la memoria de la sociedad. Los sucesos del 9/11 fueron atribuidos por el gobierno estadounidense a una organización terrorista y sirvieron como punto de partida para lo que, de ahí en adelante, serviría como un juego estratégico (bien pensado) de EE.UU en el que ellos, la “superpotencia”, se mostraron indefensos, vulnerables y víctimas ante un mundo que no entendía “por qué tan democrático país, había sido atacado de tal forma”.

Dentro de los varios aspectos que analiza Wolin en su libro, destaca el papel que los medios de comunicación desempeñaron. Expone que desde un primer momento “los canales repitieron interminablemente el espectáculo de las Torres Gemelas derrumbándose…” logrando en la población estadounidense viera momento a momento como se completaban los casi tres mil muertos y encargándose de sembrar más terror del que por si solo los hechos ya contenían . Pasado el 9/11 y día a día, los medios seguían encargándose de el pueblo no olvidara que “existía ese ˈalguienˈ (terrorista) perteneciente a ese ˈtan mencionado grupo terroristaˈ que, sin razón alguna ni explicación, pretendía acabar con todo un país, acabar con una de las potencias mundiales”.

En aquel momento, “Los medios anunciaron entonces con tal carencia de ingenuidad que el ˈ11 de septiembre había quedado grabado en la conciencia nacional para siempreˈ. Es decir que la fecha fue consagrada y se la preparó no sólo para justificar sino para santificar el poder de quienes se comprometieron a ser sus vengadores” .

Lo que vendría tras los hechos del 9/11 y alentado –siendo esta una conclusión– por los medios de comunicación, el miedo por lo incierto del futuro y la cercanía de “los últimos tiempos” que tanto se rumoraba, sería una época cargada de: dramatismo, sangre, invasión y deseos de venganza frente “al” o “los” que se pensaban como los culpables.

“La realidad del 11 de septiembre se revistió de un mito que dramatizaba el encuentro entre dos poderes que se disputaban el mundo y profetizaba que tras duras pruebas y acontecimientos portentosos el poder bendecido por el Creador triunfaría sobre el poder maligno” . Porque a partir de esa fecha, al “culpable” no se le conoció como “el enemigo o adversario” sino como ese poder maligno que a través del terrorismo y con armas nucleares y de destrucción masiva, iba a acabar con EE.UU.

Entonces, y tras fijarse un objetivo e identificar a ese “poder maligno” causante de la desestabilización estadounidense, ¿qué se haría al respecto?

La respuesta –a mi modo de ver– fue contundente: tomemos las armas, enviemos a una cantidad impensable de soldados al lugar donde están esos terroristas y vamos por esas supuestas armas nucleares que Saddam tiene en Irak (“con las que nos destruirán”), encontremos a los terroristas de Al Qaeda que secuestrando aviones comerciales y acabando con nuestras torres nos quisieron destruir y así justificaremos esta invasión. Sé que suena bastante irónico pero esa es mi percepción de los hechos vividos tras la destrucción de las torres y gracias a Wolin, confirmé de una u otra forma.

La posición de la mayoría de ciudadanos estadounidenses frente a la invasión fue clara: ellos veían en su ejercito a un grupo de salvadores o mejor dicho, de vengadores que iban a hacer justicia y que sin importar lo que pasara, iban

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com