DETERMINACIÓN DE DISTANCIA DE DISPARO

INTRODUCCIÓN.

Dentro de los estudios que debe realizar un perito en balística forense se encuentra una variedad de efectos legales que involucran disparos de proyectiles de armas de fuego entre ellos, casos de homicidio, suicidio y lesiones personales. De éste modo, las funciones de los peritos abarcan una serie de estudios perceptivos e interpretativos de la relación que tienen los indicios con respecto al hecho que se investiga, siendo necesaria su activa intervención en la reconstrucción de las trayectorias y en el análisis de los efectos de los proyectiles que hubieran impactado sobre cualquier estructura, así como la explicación de los varios fenómenos que se suscitan dentro y fuera de las armas de fuego, con la finalidad de obtener resultados fundamentados para la emisión de dictámenes eficaces, aportando de ésta manera una prueba válida a la justicia.

La distancia de disparo es a menudo un factor de importancia crítica en incidentes con heridas. El grado de interés depende de la severidad de la herida y de los pormenores del hecho.

La distancia a que se efectúa el disparo no puede determinarse con precisión absoluta, sino que ésta se puede aproximar en base de los restos de pólvora total o parcialmente combustionados que se encuentran en la superficie sobre la cual impactó el proyectil y de las heridas que éste provoca.

El material que se utilice como blanco en las pruebas y experimentaciones debe reproducir lo más acertadamente posible, el género (la tela) y otro material que vestía la víctima. El arma y munición que se usará deberán ser similares a los utilizados por el sospechoso, si no fueron secuestrados. En fin, se deben minimizar las variables, ya que el patrón observado puede modificarse por infinidad de motivos, entre las que se menciona la longitud del cañón y el tipo de carga.

DESARROLLO.

BALISTICA: Concepto y Definición.

Etimológicamente, el término balística proviene del latín ballistica, especie de catapulta, y del griego bállien, que significa arrojar. Guzmán (1997:231) entiende de estos términos, como “el arte de lanzar proyectiles”.

Se pueden asignar dos orígenes a la balística. El primero, como rama de la mecánica (que a su vez, es la rama de la física) y como la rama de la Criminalística. Asi como muchas disciplinas de la Criminalística, la Balística tiene sus bases sustentadas en la física y a partir de ella, se elaboran algunas de las definiciones.

Roberto Albarracín (1971:181), en su Manual de Criminalística expone: “Es la Ciencia y arte que estudia integralmente las armas de fuego, el alcance y dirección de los proyectiles que disparan y los efectos que producen”.

Otro concepto a mencionar es el de balística forense, que es el estudio integral de las armas de fuego, sus mecanismos, sistemas de disparos, los proyectiles que disparan y los efectos que producen. Este término es la aplicación judicial de la ciencia balística aplicada al esclarecimiento de los hechos.

La balística se divide en tres grandes ramas:

Balística interior: la balística interior es el estudio de todo lo que se produce dentro del arma, desde las operaciones previas a la percusión, durante la percusión y hasta que el proyectil sale del cañón. También se ocupa de todo lo relativo a la estructura, mecanismo y funcionamiento del arma de fuego.

Balística exterior: es el estudio de la trayectoria del proyectil, es decir, el recorrido que el mismo efectúa desde que sale del cañón del arma y hasta que incide en el punto de impacto.

Balística de efectos: se encarga del estudio de todas las consecuencias y efectos que puede producir el proyectil disparado por un arma de fuego, desde el primer impacto hasta que se haya detenido. Le compete a esta parte de la balística examinar y determinar las causas de las deformaciones sufridas por el proyectil. También el análisis del grado de penetración que tiene un cartucho y a través del mismo, la distancia aproximada de disparo.

Armas de fuego: la Ley Nacional de Armas y Explosivos número 20.429, define arma de fuego como: “La que utiliza la energía de los gases producidos por la deflagración de pólvoras para lazar n proyectil a distancia”.

Calibre: se trata de la distancia entre dos macizos opuestos, y en el caso de dos estrías impares, entre un macizo y el sector opuesto e el cañón del arma. El calibre corresponde al diámetro de las balas que disparan las armas de fuego.

El calibre puede ser: nominal o real; el primero es aquel que corresponde al nombre que le ha dado el fabricante; mientras que el calibre real es el que resulta de medir, por cualquier medio adecuado, el calibre, es decir, el diámetro del proyectil de estría a estría o en la boca del cañón medido de macizo a macizo.

EL DISPARO.

Cuando se acciona el disparador, el choque del percutor determina la combustión del fulminante y de la pólvora y, lógicamente, la explosión. El proyectil es expulsado, pero también salen por la boca del arma los componentes de la carga propulsora, parcialmente modificados y transformados, que lo acompañan en corto recorrido. Demostrar la presencia de estos elementos en la periferia del orificio de entrada, o en el interior de la herida, resulta de alta importancia médico legal, para diagnosticar con certeza la distancia de disparo. Estos componentes están constituidos por los gases de la explosión, la llamarada, y los residuos sólidos.

LESIONES POR ARMA DE FUEGO.

Se define como “el conjunto de alteraciones producidas en el organismo por el efecto de los elementos que integran el disparo en las armas de fuego”. Desde el punto de vista médico-quirúrgico las heridas por armas de fuego se clasifican entre las contusas, se describen como contusiones simples con solución de continuidad.

Cuando un proyectil impacta sobre la superficie cutánea puede ocurrir una de las siguientes situaciones:

• Que no logre perforar la piel por carecer de suficiente energía para hacerlo.

• Que tenga energía suficiente para perforarla pero no para penetrarla en profundidad.

• Que la energía sea suficiente para perforar y penetrar en planos profundos, donde queda alojado.

• Que el proyectil posea la suficiente energía para perforar, penetrar y nuevamente perforar la piel, pero sin lograr emerger del cuerpo.

• Que la energía sea suficiente

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