DIFERENCIAS ENTRE LA EDUCACIÓN EN Y PARA LOS DD HH

EDUCACIÓN EN Y PARA LOS DERECHOS HUMANOS

ANTONIO MARIN MELCHOR

AÑO 2014

DIFERENCIAS ENTRE LA EDUCACIÓN EN Y LA EDUCACIÓN PARA LOS DERECHOS HUMANOS

La educación en y para los Derechos humanos, es en el mundo la brújula que guía el avance de la democracia en la búsqueda del bienestar político social y económico de sus habitantes, lo que sugiere contar con ciudadanos responsables y cumplidores de sus deberes y sus derechos, para convertirlos en seres de gran sensibilidad humana; propio de personas con valores excepcionales para la vida en sociedad. Por lo que, se plantea la profundización de los valores éticos para influir intencionalmente en las personas, modificar o regular sus conductas, moldear sus conciencias y desarrollar una ética basada en su nivel cultural.

La educación como garantía de desarrollo intelectual hace énfasis en la formación moral y conciencia social de la persona, lo que luego va a favorecer a esa sociedad democrática construida en base a conocimientos, actitudes y valores éticos. Un comportamiento racional debe ser la actitud asumida por quienes educan en y para los derechos humanos, pues sus enseñanzas deben estar enmarcadas desde una perspectiva global e incluyente para que se cumplan los propósitos de construir una sociedad solidaria y democrática.

Además debe hacerse costumbre dentro de las aulas de clases la promoción y la defensa de los derechos humanos, así como otras prácticas que permitan al educado en y para los derechos humanos ejercitarse para el respeto del derecho de los demás y el uso de técnicas democráticas de dialogo para la solución pacifica de conflictos; estas prácticas deben ir acompañadas además, por el conocimiento de los instrumentos que legalmente apoyan la cultura de respeto a los derechos humanos, a fin de que se pueda entender que el centro de dichos derechos, es la dignidad humana.

Pedagógicamente hablando, la educación en y para los derechos humanos no debe incluir prácticas discriminatorias en cuanto a genero, cultura, condición política, social, económica o étnica, es decir, debe existir en ella espacios libres de prejuicios ideológicos, espacios libres para el dialogo, ambientes que promuevan entendimiento y comprensión, en fin, las escuelas deben ser lugares para encontrarse con el valor universal de los derechos humanos y abrir el compas para una sociedad democrática participativa y solidaria; donde el respeto mutuo y la responsabilidad compartida sea la orientación educativa imperante.

Es sabido que en Venezuela, existen desde hace tiempo, algunas experiencias en la práctica de la educación en y para los derechos humanos, en comunidades y en grupos populares, utilizando para ello, la educación informal, igualmente en algunas instituciones educativas se han incorporado programas para las prácticas educativas en y para los derechos humanos, que incluyen a alumnos y familiares de estos. De estas acciones positivas también han sido parte las organizaciones de defensa de los derechos humanos en el país, quienes a través de talleres, cursos de formación y asesoría a docentes han puesto su granito de arena para tal fin.

Aunque la educación en y para los derechos humanos tiene un propósito único, el cual está basado en la necesidad e importancia de garantizar una vida en democracia, a través de la enseñanza y promoción de conocimientos, valores y destrezas para vivir en sociedad; existen ciertas diferencias en la educación en derechos humanos y la educación para los derechos humanos, que se puede detallar al analizar cada una de ellas por separado.

La educación en Derechos humanos, consiste en un proceso de transmisión de valores para la construcción de un mundo de paz, de tolerancia y de respeto a los derechos humanos, hacia la conquista de ciudadanos conocedores de sus derechos y respetuosos de los derechos de los demás, a través de esta educación, se aportan conocimientos sobre los instrumentos internacionales de derechos humanos útiles para cambiar actitudes y comportamientos, y permitir un desarrollo integral para le exigencia de su respeto.

Esta educación permanece centrada en la concepción humanizadora de la persona y el respeto a su dignidad, creando condiciones para que todos y todas disfruten sus derechos, y educando en y para la práctica y defensa de los mismos, construyendo estilos de convivencia democrática que faciliten la comunicación conciliadora, la participación y el desarrollo integral que permita el pleno desarrollo de cada persona, por medio del cual se fortalezca la tolerancia a los demás miembros de la sociedad en la que se vive; partiendo de la convicción de que los seres humanos son capaces de actuar de manera autónoma en su propio desarrollo.

Para la educación en derechos humanos es importante buscar un aprendizaje integrador comprometiendo para ello al ser pleno, creando condiciones para que las personas aprendan ser solidarias, ser justas; donde aprendan a estimarse y a estimar a los otros; en fin, formar seres humanos comprometidos con la construcción de una vida más humana para sí mismo y para los que lo rodean; fortaleciendo la convivencia centrada en el respeto y en la práctica de los derechos humanos, y de valores democráticos.

La educación en derechos humanos está orientada a promover el respeto y la defensa de la dignidad humana; propiciar el respeto por los demás; formar ciudadanos capaces de participar en la construcción de una convivencia basada en el respeto y vigencia de los derechos humanos; promover valores y conductas como solidaridad, justicia, libertad, igualdad, tolerancia, y promover el conocimiento reflexivo de las principales normas e instrumentos legales, e instituciones (nacionales e internacionales) que protegen los derechos humanos, así mismo, persigue desarrollar actitudes tales como: aceptación de las personas de distintas etnias, religiones, nacionalidad y culturas; reconocimiento de la igualdad de los derechos humanos; sensibilidad en el trato a los demás; y conocimiento de los derechos protegidos

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