DISCURSO PEDAGOGICO EDUCACION CONSTRUCTIVISTA.

DISCURSO PEDAGOGICO

“SER CRÍTICO Y NO CRITICÓN”

Critico un sistema de educación que se centra en “éxitos” basados en modelos preestablecidos, generalmente numéricos, y de habilidades específicas. Critico el tener a los alumnos encerrados en un aula por horas y querer que se mantengan sentados y callados por tener la obligación de “rellenar” libros y libretas. Critico la competencia malsana de hacer sentir a muy pocos campeones y a muchos mediocres estacionando… o ¡peor! enterrando su autoestima. Me atrevo a criticar por el juicio crítico que he tenido la oportunidad de generar, gracias a la visión de educadores maravillosos como Paulo Freire o Francesco Tonucci, Ausubel, Vigotsky, y la lista puede seguir. Estos autores con investigaciones y basados en resultados me han ampliado la visión de cómo educar a mis niños sin dejar a un lado la oportunidad de que sigan siendo niños.

Con ser niño no me refiero a un estado cronológico de la vida; me refiero a un estado mental y emocional de desarrollo y de vivencias que no se repite y que modela al individuo para el resto de su vida en muchos sentidos. Una etapa mágica en que como esponjitas absorben la información y todo el contenido con que sean expuestos. Por lo tanto es un momento histórico para cada persona que nos pone Dios en las manos a nosotros los educadores y que por lo tanto nos genera un compromiso con ellos y con la vida.

Es tan cierto esto de respetar su tiempo de jugar y de sentir el mundo, que los países que arrojan mejores resultados en muchas áreas, contemplan estas premisas en sus metodologías. En Finlandia, por ejemplo: no hay tareas (premisa defendida por Tonucci); en Suecia, los niños asisten al colegio que les corresponde por zona, sin importar su clase social o la riqueza que sus padres hayan acumulado. Para defender la premisa de Freire, me remito a las acciones que llevan a cabo las escuelas en Japón en donde los niños comienzan por sembrar la comida que va a llegar a su mesa, la agradecen, la sirven, recogen y limpian y comparten como hermandad con igualdad y con armonía. Con esa experiencia es literal que leen el mundo porque aprecian el trabajo del vegetal para crecer, el del cocinero para prepararlo y el de servir y limpiar. Leer y escribir en una libreta es una acción mecánica que no lleva a una convivencia sana y pacífica con los demás. Hay que vivenciarlo para sentirlo y entenderlo, entonces apreciar y valorar.

Se me puede juzgar con mis opiniones de criticona, sin embargo seguiré en mi lucha ideológica para cambiar este sistema de esquemas que ya no funcionan en el México de hoy y en el Planeta Tierra globalizado del siglo XXI. Seguiré porque estoy convencida que el mejor regalo para mis alumnos es alimentar su juicio crítico y hacerlos gente que conviva y luche por la paz y resuelva problemas tomando responsabilidad de sus actos. Personas dignas de confianza que encuentren sus habilidades, las exploten y al final SEAN FELICES.

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