EDUCACION MEDICA BASADA EN COMPETENCIAS

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Actualmente el uso del concepto de competencia, por lo que aporta al campo de la educación, se ha ido extendiendo en todos los niveles de la enseñanza permitiendo reducir la brecha social y productiva entre la escuela y la comunidad, mejorar indicadores escolares como deserción, tasa de egreso y titulación, así como el posicionamiento social del futuro profesionista. La competencia comprende el saber conceptual de las diferentes áreas del conocimiento, sino también un saber hacer, es decir un conjunto de operaciones cognitivas, procedimientos y destrezas asociadas a ese saber. Las competencias permiten articular con mayor claridad y pertinencia las propuestas de expectativas de logro a alcanzar por los alumnos en un determinado nivel, ciclo o materia.

En el mundo así como en México se han presentado cambios sociales, científicos y sobretodo en educativos; estos procesos de formación educativa es establecida en cada país y aplicado en forma diferente. En nuestro país aparece a fines de los años 60 reaccionado con la formación laboral en los ámbitos de la industria, su interés fundamental era “vincular el sector productivo con la escuela especialmente con los niveles profesional y la preparación para el empleo” posteriormente se transformó para promover el desarrollo de competencias educativas-intelectuales en donde se vinculen los conocimientos, habilidades y actitudes y visiones, con la finalidad de dar una formación integral.

DESARROLLO

Primero debemos referir la definición de competencia: “es la capacidad productiva de un individuo que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral. Y no solamente en términos de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes; ya que éstas son necesarias pero no suficientes por sí mismas para un desempeño efectivo.”

UNESCO: Define a competencia como: “conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función o una tarea”

Siendo la educación definida como: “el proceso de enseñanza y aprendizaje que implica conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y comportamientos armónicamente integrados, para el desempeño exitosos en las distintas circunstancias de una función.”

Una persona es competente si asegura una vida de calidad para sí mismo y para la sociedad. Por lo tanto, “Todo ser humano debe contar con herramientas de pensamiento y conocimientos básicos para poder sobrevivir”. (Declaración mundial sobre Educación para todos, JONTIEM, 1990). Quien además de tener el saber, conoce el hacer, entiende el saber hacer y lo lleva al saber hacer bien, es decir, es un individuo competente y garantiza la estabilidad para él y para su entorno.

Con base a lo anterior podemos enunciar que la educación basada en competencias consiste en el conjunto de saberes, cualidades y comportamientos puestos en juego para resolver situaciones concretas de trabajo.

Para la construcción de las competencias debe hacerse a partir de una educación flexible y permanente, desde una teoría explícita de la cognición, en un entorno cultural, social, político y económico. Deben relacionarse con una comunidad específica, es decir, desde los otros y con los otros (entorno social), respondiendo a las necesidades de los demás y de acuerdo con las metas, requerimientos y expectativas cambiantes de una sociedad abierta. Debe abordar los procesos formativos como una totalidad, la propuesta de la educación profesional por competencias integrales implica replantear la relación entre la teoría y la práctica.

Sin embargo, para fines de análisis es necesario desagregar los saberes implicados:

Saberes prácticos incluyen atributos (de la competencia) tales como los saberes técnicos, que consisten en conocimientos

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