EL ARCA ¿CUÁL ES EL MENSAJE HALLAZGO PRESENTE O JUICIO PRÓXIMO?

EL ARCA ¿CUÁL ES EL MENSAJE HALLAZGO PRESENTE O JUICIO PRÓXIMO?

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e acuerdo con reportes de prensa recientes tomados de los medios escritos turcos, donde se afirma que un grupo de investigadores integrado por expertos aseguraron haber localizado la bíblica Arca de Noé en el monte Ararat (Turquía) 1 y en su contraposición el escepticismo de la comunidad científica frente al hecho, nos resta presentar una defensa en favor del significado y su importancia del evento del diluvio y no sobre el posible hallazgo arqueológico y su discusión actual.

Si hoy se acogiera la idea de que el relato bíblico (Gén. Cap. 6 al 8) es pura leyenda, se haría necesario decir que es simple y llana especulación que tropieza con un hecho de gran interés: la existencia de tradiciones semejantes en multitud de países distintos, como por ejemplo el poema épico de Gilgamés en sumeria; la tradición egipcia, recopilada por el filósofo Platón en el Timeo; las leyes de Manu dentro de la mitología india; la cultura griega conforme a su filósofo Plutarco quien presenta cinco referencias al hecho de la inundación; el libro de Li-Ki en los chinos y por último en la literatura británica que recoge las leyendas druidas haciendo mención pertinente a lo que venimos tratando 2. Por lo tanto la gran difusión del hecho desde antaño y sus muchos puntos de semejanza hacen más meritorio la conclusión de que antes a todas ellas hubo un hecho histórico, confirmando de esta manera que la narración bíblica es indiscutible.

Por lo tanto partiendo de un hecho histórico, la pregunta sería ¿qué sucedería si en realidad se hubiese encontrado el Arca?, pregunta que originaría una cuestión mejor ¿cuál es el mensaje que el Señor hoy nos estaría enviando? si conforme al episodio la Escritura dice “Y aun si Noé, Daniel y Job vivieran en ese país, sólo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor omnipotente” Ezq. 14:14 N.V.I., de tal manera que si hacemos uso de una sana hermenéutica el anterior verso nos informa, como le informó en su tiempo a los judíos, próximos a ser juzgados por los babilonios que cuando el pecado de un pueblo ha llegado a su cota más alta, y del consejo de Dios ha salido el decreto de su ruina, ni la piedad ni las oraciones de los varones más eminentes de la historia pueden hacer que Dios revoque su sentencia.

Es así como el relato del diluvio y el Arca no es más que una información sobre un juicio que ya esta decretado. Si observamos con detenimiento la pregunta que le hacen a Jesús los fariseos de la época referente a la venida del reino de Dios, el Maestro responde “Tal como sucedió en tiempos de Noé, así también será cuando venga el Hijo del hombre. Comían, bebían, y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y los destruyó a todos” Lc.17:26-27.N.V.I., así que llegará repentinamente y por sorpresa el juicio sobre todos aquellos que estén inmersos en las cosas materiales, Noé se preparó para lo que había de venir y el resto de la humanidad fueron sorprendidos en su estado de perdición y fueron barridos, por lo tanto no debemos permitir que los intereses del mundo nos distraigan totalmente de recordar que hay un Dios en que las consecuencias de la vida y la muerte están sólo en Sus manos. Cabe anotar que el Señor destaca en el pasaje anterior con sus palabras la semejanza entre la situación del mundo en días de Noé y la de los tiempos que precederán a su segunda venida 3. En ambas, la incredulidad y la degradación moral dan lugar al juicio de Dios, nada diferente al mundo actual.

Pero de forma paradójica hay que concluir sobre el relato del diluvio que aunque es un juicio, fue establecido para la destrucción del mundo antiguo únicamente, entonces qué pasará con el mundo actual, pues también vendrá el juicio, pero con fuego, según la Palabra de Dios

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