EL LENGUAJE EN NUESTRA ACTUALIDAD

EL LENGUAJE EN NUESTRA ACTUALIDAD

El lenguaje, ese pequeño y gran instrumento que forma un aparte esencial dentro de nuestra vida y que va mucho más allá del simple idioma que hablemos. El lenguaje es todo aquello que nos permite adentrarnos en el mundo.

Este sencillo aparato que usamos día a día es un factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro. Además, es un vínculo de símbolos que aglutina  a la comunidad que comparte el mismo código. No sólo es un método de comunicación, va mucho más allá porque es una institución social. Es un lazo incuestionable que nos une al pasado, que lo mantiene gravitando sobre nuestra actualidad, y al final, un motor de identificación.

La lengua es un inventario que los hablantes no pueden modificar, sólo emplearlo a través del habla, es decir, el conjunto de emisiones que los hablantes producen gracias al inventario del que disponen y de ninguna manera podemos considerar al lenguaje como algo acabado, inmodificable, terminado, invariable. Debemos sentirnos promotores y formadores del lenguaje, en cuanto somos integrantes de la comunidad hablante. Decía Borges: "El lenguaje no lo hace la Academia, ni el Poder, ni la Iglesia, ni los escritores. El lenguaje lo hacen los cazadores, los pescadores, los obrajeros, los campesinos, los caballeros y los tipos sinceros. Hay que acudir a las bases, donde se forma la lengua". Hablar claro y en buen idioma nos da la identidad.

Y esta identidad con el transcurrir de los años se ha venido modificando a tal grado que tenemos que ir actualizando ese hablar simple en algo más tecnificado y moderno. La globalización es un fenómeno que ha cambiado la vida tal y como la conocemos, ha revolucionado y así seguirá por un buen rato. Esto nos lleva a la modernización del habla común.

Por supuesto, esto se ve reflejado en la tecnología que nos rodea. Internet, computadoras, celulares, al parecer, el mundo lo tenemos en la palma de la mano.

El hecho de estar inmersos en todo este mundo tecnológico nos lleva a adaptarse al “lenguaje máquina”. Software, Smartphone, Tuit, WiFi y una lista interminable de palabras son las que invaden nuestro hablar común. La adaptación en esta era que vivimos es algo esencial y un evento del cual no podemos librarnos.

Lo único que queda es abrirse a estas nuevas tendencias y hacerlas nuestras. Si bien, algo se vuelve propio hasta que le vemos el lado bueno. Hay que aceptar esta modernización y exhortar al resto del mundo a no quedarse atrás. La comunicación, el lenguaje y la vida van de la mano; simple y sencillamente, hay que vivir la vida que nos tocó.

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