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EL REALISMO. LA PERSPECTIVA.LA COMPETENCIA VISUAL


Enviado por   •  2 de Octubre de 2021  •  Tesinas  •  3.455 Palabras (14 Páginas)  •  42 Visitas

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6. EL REALISMO.

En términos amplios, una imagen realista es una imagen que representa analógicamente la verdad; la fotografía se estima por esto como el ideal de la representación realista, aun cuando ya se han predeterminado suficientes argumentos en oposición a esta iniciativa.  Conviene señalar que por “representación”  se entiende una actividad que posibilita ver por delegación una realidad ausente, la cual se da bajo la manera de un representante. A diferencia de esta idea, el realismo tendríamos que verlo como un grupo de normas que pretenden administrar la interacción entre la representación y lo real de una forma exitosa para la sociedad donde aquellas normas son vigentes.

Esto significa que la idea de realismo es histórica, que no hay aspectos que sean usuales y particulares a cada una de las imágenes postuladas como realistas.

“La representación realista (dice Snyder) está conceptual e históricamente basada en la adopción de un modelo que posibilita tanto al productor como al observador de imágenes demandar, por cierto, hallar interrelaciones sistemáticas entre imagen y objeto representado”. Sin embargo, este objeto representa  ‘el mundo de la misma forma que es, o el mundo de la misma forma que aparece, sino más bien una idea caracterizada de la perspectiva misma. El sentido común instituye, como se ha señalado, que la fotografía da una imagen de la naturaleza correspondiente a la que cualquiera adoptara la perspectiva de la cámara: esto lleva a proponer que la fotografía es realista ya que es un sustituto de la perspectiva, pues es parte de la vivencia visual; el modelo visual del proceso fotográfico se origina en una supuesta similitud entre el ojo humano con su lente y retina, y la lente y cinta de la cámara.


Un fotógrafo nos muestra ‘’lo que habríamos visto’’ en cierto instante, a partir de un cierto punto, si tuviéramos la cabeza fijo y un ojo cerrado, y si viéramos con el equivalente de una lente de 150 o de 24 mm, si viéramos las cosas en Agfacolor o en Tri-X revelado con D-76 e impreso en papel Kodabromide # 3. En el instante en que agregan estas condiciones, la postura original se ha invertido: en vez de mencionar que la cámara nos muestra lo cual veran nuestros propios ojos, planteamos la proposición que, si nuestra perspectiva sirviera como la fotografía, entonces veriamos las cosas como la cámara lo hace.


La fotografía exige ser considerada como realista, sin embargo no solamente aquello, sino que reclama además que las imágenes fotográficas tienen que verse como derivadas o causadas por los objetos que representan, como si hubiera entre los dos una conexión natural. Esta supuesta conexión natural, o sea, el realizado de que el objeto se imprime en el material sensible, es lo cual asegura la representación realista.

La semejanza se confunde en ocasiones con el realismo debido a que, generalmente, una imagen realista es una imagen que representa analógicamente la verdad, y es más realista en el tamaño en que se acerca al ideal encarnado por la fotografía. Si el realismo no es cualquier tipo de similitud con la verdad, aun cuando para fines prácticos se comparan las representaciones según su realismo o su veros semejanza, entonces se necesita buscar el criterio que establece qué es realista. Goodman muestra que una de las medidas de realismo es la probabilidad de confundir la imagen con lo cual representa. En esta clase de descripción que por cierto no difiere de la definición de réplica lo cual cuenta “no es la precisión con la que un cuadro duplica a un objeto, sino en qué medida cuadro y objeto, en las condiciones de observación correctas a cada uno, ocasionan las mismas actitudes y expectación”.


7. LA PERSPECTIVA.

De acuerdo con la tesis de Gombrich en cual unas técnicas de representación son más naturales o menos convencionales que otras; entre éstas el punto de vista inventada en el Renacimiento la cual reproduce dice muchas de las propiedades de el punto de vista natural. Esta ‘naturalidad’ de el punto de vista está cimentada en los escritos de los teóricos renacentistas, como Alberti, o de los pintores. Según Da Vinci, el punto de vista no es sino “el preciso entendimiento de los mecanismos de la perspectiva, mecanismos que tan solamente comprenden de la recepción de las maneras y colores de todos los objetos situados frente a el ojo mediante una pirámide”. El punto de vista “es una demostración racional que se aplica a tener en cuenta cómo los objetos antepuestos al ojo transmiten a éste su propia imagen mediante pirámides lineales”. El propio Leonardo, una vez que explica el punto de vista, otorga un procedimiento para trazarla: “la visión no es otra cosa que ver un espacio por medio de un vidrio plano y perfectamente translúcido, sobre cuya área fueron dibujados todos los cuerpos que permanecen al otro lado del cristal.

El punto de vista es parte importante del sistema de representación que hemos heredado, que se desarrolló durante el siglo XV y que se ha mantenido vigente al menos hasta finales del siglo pasado, aun cuando varios de sus principios seguimos pensándolos como universales e intemporales. Parece que no hay duda de que el punto de vista ha sido famosa en la Antigüedad; Vitruvio menciona a el punto de vista en el parágrafo sobre la escenografía, que es el arte de pintar escenarios teatrales la traducción de Ortiz y Sanz, desarrollada en 1787, del tratado de Vitruvio, dice: “la escenografía es el dibujo sombreado de la frente y lados del inmueble, que se alejan, concurriendo cada una de las líneas en un punto”; aquel punto, dice Vitruvio, empero Ortiz y Sanz omite en su traducción “es el centro de un círculo”.

Con ello, Brunelleschi demostró que la vivencia del bautisterio tal se notaba a partir del pórtico del Duomo podía reproducirse en un cuadro si éste se componía con interacción a un criterio fijo. Desde aquel instante nació un nuevo grupo de normas para comprender el espacio, normas que, para ser eficaces, tenían que ser aprendidas por el público; el artista podía invocarlas, sin embargo anteriormente era primordial inculcarlas, o sea, educar al observador. La formalización de esta técnica de el punto de vista se debería a Alberti, quien poseía conocimientos de geometría y de óptica.

En su tratado de pintura explica las normas de la geometría visión y, como estaba designado a artesanos, este libro poseía el mérito de la claridad, debido a lo que alcanzó “convertir la vivencia de Brunelleschi en un modelo que, si no era matemático, por lo menos era constructivamente geométrico”. El experimento de Brunelleschi muestra que, igual que ocurre con la fotografía y de lo que ya se ha comentado, la perspectiva en visión necesita que el cuadro se vea por medio de una mirilla, de frente, a partir de una determinada distancia, con un ojo cerrado y el otro fijo; de la misma forma debería observarse el objeto, debido a que de otra forma los relámpagos luminosos provenientes de uno y de otro no podrían ser iguales. Lo anterior no supone que el Renacimiento haya sido la exclusiva etapa en que se trató de incorporar la geometría euclidiana en la representación, o que Brunelleschi haya inventado la línea de fuga. El procedimiento del espacio llega a hacerse más real en la representación romana con la adopción de 2 nuevos algoritmos representativos.

El punto de vista es de tipo múltiple, en el sentido de que no hay un criterio exclusivo en el que vayan a converger cada una de las ortogonales, sino una constelación de puntos de vista colocados, generalmente, en todo el eje de simetría de la estructura. En el sistema renacentista permanecen presentes 2 aspectos: “la teoría de la ‘pirámide visual, unida a la doble elección de la ‘ventana abierta’ y de la ‘perspectiva monocular’, o sea, la proyección de la perspectiva que se tiene de todo el mundo desde un solo punto fijo y en un lugar cerrado y limitado”.

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