EL ROL DEL DOCENTE EN SIGLO XXI, DENTRO Y FUERA DEL AULA.

INTRODUCCIÓN

Para el siglo XXI, la educación está centrada en el aprendizaje del alumno, tarea para lo cual el docente buscará las estrategias necesarias con el fin de que estén preparados para enfrentarse a los retos de su vida futura, de igual manera sean capaces de analizar, razonar y comunicar sus ideas de modo práctico al igual que sean competentes para enfrentarse y resolver problemas de cualquier tipo utilizando su saber.

El diseño del currículo, la instrucción y la evaluación tienen sus raíces en el constructivismo. El constructivismo es una teoría sobre el conocimiento y el aprendizaje, basada en la idea de que quienes aprenden individualmente construyen su propio conocimiento, edificándolo sobre el que ya poseen. Esta teoría se ha vuelto aplicar en los primeros años de este siglo al igual que las teorías de las competencias.

Según Molerio el docente en siglo XXI debe aplicar las diferentes tecnologías de información y comunicación como: herramientas de expresión y comunicación, elaboración de programación y de materiales curriculares, autoformación y tareas administrativas para que el alumno pueda crear su propio aprendizaje.

Desde mi punto de vista pocos docentes enseñan de manera puramente didáctica o puramente constructivista. Casi todos los maestros usan los dos enfoques, cambiando de uno a otro según parezca apropiado en el momento.

Julio Pimienta nos comenta que se debe fomentar el interés en el aprendizaje cooperativo en los salones de clase, pues señalan el valor de las discusiones del grupo para fomentar a los alumnos a repasar, elaborar y aplicar conocimientos. Manifiesto que desde mi punto de vista en esta época, el maestro debe ser más un buen guía que un líder autocrático y tomar en cuenta las ideas del alumnado para que enriquezcan el conocimiento de los que participan en el salón de clases.

El docente debe estimular en el educando el perfeccionamiento físico, emocional, intelectual, social, ético. A través de los tiempos el maestro es visto como un modelo de la sociedad.

Davini, (1997) dice: que el maestro debe buscar su continuo crecimiento profesional. Para un buen desempeño en su quehacer educativo, el maestro tiene que pensar en enriquecer su acervo profesional y los fundamentos de su conocimiento, destrezas, métodos educativos y pedagógicos.

Desde mi punto de vista mientras el docente este mejor preparado serán mejores los beneficios en el desarrollo pedagógico de sus alumnos.

Es preciso reconocer que existen ciertos elementos que influyen directa o indirectamente en la gestión educativa del maestro como: la cultura, los problemas sociales, la economía, la política, la geografía y el ambiente.

Además existen factores propios del escenario educativo como: la infraestructura, los recursos didácticos, los textos, el sistema de evaluación, el currículo, el control de grupo, la disciplina, la organización escolar entre otros.

Según el autor antes mencionado dice que ante este panorama surge la preocupación por la calidad de la educación y considera el impacto del papel que desempeña el maestro en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pues, el maestro debe equiparse cognitivamente para superar las limitaciones propias del escenario educativo.

El docente ante un mundo globalizado debe auto-reconocerse como un estudiante de por vida. Aunque la imagen del maestro ha cambiado al pasar de los tiempos al igual que su mentalidad y sus necesidades profesionales, y por lo tanto debe estar constantemente estudio y actualizando su conocimiento para desarrollar nuevas estrategias de enseñanza aprendizaje.

De igual forma el sistema educativo actual solicita un maestro diferente. Un maestro que posea cultura y que se distinga como profesional idóneo y debidamente preparado que

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