EL TURISMO EN BOLIVIA LEGISLACIÓN Vs. DERECHOS INDÍGENAS
Chivigon28 de Febrero de 2013
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EL TURISMO EN BOLIVIA
LEGISLACIÓN Vs. DERECHOS INDÍGENAS
PROLOGO
El presente documento analiza las características de la participación de los principales actores sociales e institucionales interesado en el proceso de producción del principal instrumento estatal que regula el turismo en Bolivia, la “Ley de promoción y desarrollo de la actividad turística”. El análisis crítico de su contenido permite destacar las implicaciones económicas, sociales y culturales que se derivan de su aplicación, en particular, desde la perspectiva de los derechos e intereses de las comunidades campesinas e indígenas del país.
El autor presenta una reseña histórica de la estructura institucional y las prácticas sociales que han venido primando en la actividad turística, dominada por un reducido grupo de empresas tradicionales que controlan el mercado nacional. La función normativa del Estado, garante de los intereses de las mayorías, ha propiciado un conjunto de prácticas discriminatorias hacia los pequeños operadores turísticos y comunidades indígenas, acentuándolas mediante una sui géneris representación de los actores económicos en las instancias de planificación, promoción y decisión, tanto del Consejo Nacional de Turismo como de los Consejos Departamentales.
La definición legal del prestador de servicios turísticos, la determinación de las zonas prioritarias y la afectación de territorios con fines de explotación turística confirman esa misma orientación. Se destacan igualmente diferencias entre las declaraciones de principios de la ley y sus disposiciones operativas con respecto a las comunidades nativas; al no considerar las nuevas tendencias del mercado, dichas disposiciones redundan en el anquilosamiento del sector o, al menos, le restan oportunidades de innovación y dinamismo.
A través de algunas ilustraciones, el autor busca sensibilizar a los diferentes actores públicos, privados y comunitarios con relación a su adecuada participación en un genuino proceso democrático de toma de decisiones, que abarque la concepción, planificación y ejecución de políticas de turismo, así como en la definición del marco normativo que rige al sector. El análisis es particularmente relevante al tratarse de programas y proyectos turísticos que se ejecutan en territorios indígenas y circunscripciones rurales.
Se asume que la participación organizada de dichos actores constituye una condición indispensable para renovar la oferta turística, ampliar los mercados y mejorar la calidad de los servicios, generando más y mejores empleos que garanticen una distribución más equitativa de los beneficios que se derivan de la actividad. El autor propugna el desarrollo de un turismo sostenible, económicamente eficiente y respetuoso de los derechos de los pueblos indígenas
El presente documento fue presentado en el Encuentro Internacional sobre el tema “Gestión del turismo sostenible y competitivo: Alianzas entre Estado, empresa y comunidad”, que tuvo lugar en Otavalo (Ecuador), del 12 al 14 de septiembre del 2001 .. El evento se realizó en el marco del programa de actividades de difusión y aplicación del Convenio núm. 169 de la OIT, sobre Pueblos indígenas y tribales; y fue organizado por la Ilustre Municipalidad de Otavalo, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), el Ministerio de Turismo de Ecuador y la OIT .
Carlos Maldonado
Coordinación del programa de actividades
sobre Desarrollo Rural y Pueblos Indígenas
1. UNA BREVE VISION HISTORICA DE LA ESTRUCTURA DEL TURISMO EN BOLIVIA
Desde sus orígenes, el turismo en Bolivia ha sido regulado, directa o indirectamente, por algunas grandes empresas mayoristas que operan en el ámbito nacional, principalmente sobre los más importantes sitios turísticos del país. Estas empresas son las que casi exclusivamente penetran el mercado internacional para captar la demanda turística receptiva. Otras empresas mucho más pequeñas constituyen la red de base, con las cuales se opera la subcontratación regional o local de servicios para las primeras, bajo las condiciones que las empresas mayoristas les solicitan. En esta lógica económica, son muy pocas las empresas que buscan un turismo con características de reparto equitativo de beneficios y sostenible en el tiempo, o que intentan penetrar el mercado internacional para captar flujos de turismo alternativo.
Esta estructura piramidal en la distribución del flujo de turismo programado en Bolivia regula, en consecuencia, el tipo de productos ofertados en el mercado, la gestión de su valor y los precio. Estos se reflejan en las tarifas otorgadas a los pequeños distribuidores locales, guías de turismo y, en general, al conjunto de actividades vinculadas al turismo receptivo programado.
Debido a los altos costos de penetración en los mercados internacionales; donde también existen empresas que regulan los flujos para las empresas mayoristas; es prácticamente inalcanzable para una pequeña empresa lograr éxito, si no se vincula de alguna manera a las pocas empresas oligopólicas que operan en el país.
En este conjunto estructurado y jerárquico que rige la actividad turística destinada a explotar económicamente los recursos patrimoniales, culturales, sociales y ecológicos de Bolivia, queda muy manifiesta una gran ausencia: la participación de los pobladores principalmente indígenas, teóricamente propietarios de los bienes culturales y patrimoniales. En general, como bien decía un indígena del Oriente boliviano "somos sólo el motivo de la foto", expresión que es sentida y compartida por el conjunto de los pobladores de los sitios turísticos de Bolivia.
2. EL ESTADO Y SU FUNCION NORMATIVA
Constitucionalmente, el Estado Boliviano es quien debe legislar, normar, regular y generar las políticas destinadas al desarrollo, la preservación y el aprovechamiento de los recursos turísticos de Bolivia, dejando al sector privado la función de inversión y gestión directa para el aprovechamiento económico de los recursos turísticos.
En la actualidad, la mayor parte de los recursos turísticos generadores de altos ingresos en Bolivia está vinculada con el aprovechamiento comercial de las expresiones culturales propias, generalmente indígenas, y de los excepcionales sitios naturales, también vinculados o interrelacionados con comunidades rurales o indígenas. La tendencia del mercado actual está marcadamente vinculada con los productos ecológicos o culturales indígenas.
Con varias denominaciones cambiantes, según el gobierno de circunstancia, el Estado ha venido delegando desde los años 60, a través del Gobierno (Poder Ejecutivo) y de un Ministerio, la normativa y regulación de la actividad turística a una instancia especializada (Dirección Nacional, Viceministerio, etc.), que cuenta con instancias descentralizadas en cada Departamento.
Estas instancias nacionales y departamentales, desde sus orígenes, han tenido regularmente como responsables a personas directamente vinculadas a las empresas mayoristas de turismo (a nivel nacional), así como a pequeños empresarios vinculados con las empresas mayoristas (a nivel departamental). Otras veces, generalmente a nivel departamental, esas funciones han sido desempeñadas por hombres de los círculos políticos, sin ningún conocimiento o experiencia en el sector.
La relación constante y directa en la administración, regulación y normativa del turismo, entre empresarios tradicionales, con representantes del Estado, y políticos bajo presión de los intereses empresariales, sin la participación de otro agente representativo de los derechos ciudadanos, ha marcado una constante en la visión y acción de las políticas de Estado, sus normas y regulaciones prioritarias. Estas han estado orientadas a favorecer y proteger los intereses económicos de las empresas turísticas mayoristas a nivel nacional o influyentes a nivel departamental. Históricamente, el Estado como regulador de la actividad económica no ha tomado en cuenta los intereses de la población, la protección del patrimonio cultural o ambiental y, menos aún, los derechos de los indígenas propietarios de los bienes culturales o ecológicos. El reconocimiento retórico en algunas ocasiones confirma la regla. Es más, el Estado ha operado como facilitador de inversiones en la promoción y desarrollo de los productos turísticos que son aprovechados, piramidalmente, bajo la mencionada estructura vigente en ese sector.
3. EL MERCADO vs. LA ACCION DEL ESTADO
Ya hacia finales de los años 80, el turismo inicia un crecimiento que empieza a diferenciarse por segmentos de mercado en el flujo turístico. Ya no llegaban solamente turistas motivados por los tradicionales sistemas de estructuración del turismo. Por razones fundamentadas en el alto beneficio que buscaban obtener del turista las empresas tradicionales, muchas veces con dudosa calidad del producto con relación a su valor, se inicia un proceso de nuevos flujos de turismo no programado y no operado por empresas tradicionales. Este género de turista llega por su cuenta, se aloja donde quiere, visita lo que le agrada y empieza a contratar servicios de agentes más adecuados a la calidad que busca. Son jóvenes, gustosos de
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