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EL VALOR DE SER MAESTRO


Enviado por   •  9 de Julio de 2014  •  1.851 Palabras (8 Páginas)  •  295 Visitas

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UN BREVE ACERCAMIENTO SOBRE MI TRAYECTORIA DOCENTE

A través del tiempo he realizado actos que después de un tiempo me han hecho reflexionar, porqué elegir como carrera profesional el magisterio, que proceso lleve a cabo para llegar hasta donde estoy, nos damos cuenta que existen hechos pedagógicos que permiten conocer como estamos llevando a cabo nuestra práctica docente y dan a entender qué es lo que estamos realizando dentro y fuera del aula.

Durante mi infancia estuve rodeada de maestros, la razón: mis padres eran maestros; ambos les gusta ayudar a sus compañeros de trabajo y alumnos. Cuando se trataba de algún cumpleaños, los invitados solían ser maestros y el comentario de alguno de ellos no se hacía esperar “¿quiénde tus hijas seguirá tu legado?”

Cuando llegue a la secundaria siempre me decía “voy a estudiar otra cosa, pero nunca voy a ser maestra”. Al llegar a la preparatoria y al momento de escoger el bachillerato me preguntaba: “¿Qué voy a estudiar?, no sé pero maestra ¡no!”, al ver que dos de mis hermanas entraron al bachillerato de biológicas y ver cómo sufrían lo eliminé, decidí irme a sociales porque era más fácil e iba a ver “cotorreo”.

Se acercaba el periodo de sacar fichas para ingresar a la universidad pero no sabía qué carreras tenían que ver con mi bachillerato por lo que comencé a eliminar opciones: derecho no, psicología no, economía no, administración “creo que tiene que ver con número y me gustan” me dije, en ese momento recordé a una contadora que conocí y trabajaba en su casa, que quería una carrera que me diera tiempo de estar con mis hijos para poderlos atender.

Mamá me preguntaba sobre qué iba a estudiar, recalcándome que maestra no porque iba a estar batallando con chiquillos, contrario a eso, papá decía quelo que yo quisiera y al final decidí irme a la “FCA” en administración de empresas.

Se llegaron las fichas, el examen propedéutico y un gran obstáculo se presentó, señalar que no estaba entendiendo. Estuve batallando un mes con la contabilidad, presenté el examen y ¡sorpresa! Si quedé, solo que en un lugar muy bajo de lo que mi papá esperaba y yo me sentía capaz.

Durante el curso propedéutico, una amiga platicó a mamá que su hermano estaba estudiando para maestro en una escuela muy buena y que iba salir con trabajo seguro, ella de inmediato me contó y lo tomé como una segunda opción de estudio en caso de no quedar en la FCA, así que fui a sacar ficha al CAM, tuve que escoger entre tres materias: Historia, Física y Biología, a lo que me dije “Historia no me gusta me aburre, Física tampoco no le entiendo, Biología esa si me gusta y más cuando me daba clase la maestra Chayito”, solo que la aplicación del examen seria después de las inscripciones de la FCA por lo que de todos modos fui a inscribirme a la FCA.

Una vez que me inscribí comencé a ir a la universidad, mi papá me dijo “como ya te inscribiste a la FCA ya no vayas a presentar el examen a qué vas, al cabo ya te inscribiste”, me quedé pensando por unos instantes y le dije que solo iría para ver como andaba de conocimientos.

Al día siguiente tome mis cosas y me fui como dicen por ahí “a la buena de Dios”. Pasaron dos semanas y me fui aNochistlán, después de una vuelta por el pueblo, llego a la casa y ¡sorpresa!mamá me dice que me acababan de hablar del CAM pues querían saber porqué no había ido a inscribirme o si no lo iba a ser, pues resulta que fui la número uno del examen de admisión en la especialidad de biología en tanto que todos los demás ya lo habían hecho excepto yo, y a ellos les interesaba tener alumnos con alto rendimiento. Al saber esta noticia me emocioné demasiado, no podía creerlo puesto que no había estudiado nada para el examen, le comenté a la directora que ya me había inscrito a otra escuela y no lo iba a hacer pero insistió diciéndome que lo pensara y volvería a llamar más tarde para saber mi decisión.

Resulto una notica que en realidad no lo esperaba, me preguntaba sobre cómo había obtenido ese resultado si no había estudiado nada en cambio en el curso propedéutico le dediqué mucho esfuerzo y había tenido un resultado muy bajo, en ese momento quise ser como mi papá, se me vino a la mente cuando era una niña y lo veía preparar y dar clases y cursos a maestros, recordar a mamá cómo se interesa por aquellos niños que iban más atrasados, entre otros hechos; fue ahí donde logré darme cuenta que por algo saquéese resultado y que definitivamente me cambiaria de carrera, dejaría la administración para irme de maestra.

Fue así como cambie de carrera para convertirme en lo que ahora soy una maestra de secundaria, decidí esta rama porque la adolescencia se me hace una etapa muy bonita a diferencia de la niñez.

Al inicio de la carrera, mis compañeras y yo nos desanimamos un poco pues no era lo que pensábamos, “yo pensaba que nos iban a dar pura biología y no esto” decíamos. Al paso del tiempo y al estar en las prácticas me hicieron ver que no me había equivocado.

Durante mi primer práctica aprecié que si me gustaba la carrera, desde el momento en que estaba realizando el material didáctico, la planeación y al interactuar con los educandos, sentir el cariño por los adolescentes que al final de la clase me digan “maestra si le entendimos, si se explicó en la actividades y con los dibujos que nos trajo mejor, porque con

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