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EL VIVERO


Enviado por   •  5 de Abril de 2015  •  1.047 Palabras (5 Páginas)  •  138 Visitas

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Los estados del agua.Secuencia didáctica

• Objetivo: Reconocer los diferentes estados en que se puede encontrar el agua y/u otros líquidos.

La docente inicia la clase con apoyo de la ejercitación en el momento de focalización. Incentivando a los niños/as responder algunas preguntas, tales como ¿Dónde encontramos agua?.

¿con que se hace el hielo?, etc.

• Exploración:En este caso el punto de partida propuesto es un cuento para niños cuyo personaje principal vive aventuras relacionadas con los cambios de estado del agua (agua líquida/hielo). La actividad consistirá en ir llevándolos a cambiar la mirada sobre la historia narrada para interesarse por el fenómeno físico subyacente, proponiéndoles manipular objetos con el fin de simular la situación, instrumentarla y describirla. Se trata de enseñarles a los más chiquitos a ir pasando progresivamente de una visión subjetiva y afectiva de un fenómeno a una visión racional y más objetiva. Esa posibilidad de cambio de actitud se inscribe en un marco de educación científica escolar.

• Duración: 2 o 3 clases

• Materiales(se usarán en la tercer clase): Para el lobo, cartón y piolín o hebras de lana; tapitas de plástico de botellas; mezcla refrigerante: agua y sal.

• Objetivos: Es de esperar que los alumnos puedan caracterizar el estado líquido y el estado sólido del agua, aproximándose a la construcción de la noción de sólido y reconozcan los cambios de estado. Se busca que estén en condiciones para cambiar de mirada ante un mismo fenómeno, para manipular materiales y para comunicarse a través de textos y dibujos.

Consigna: “Hoy les voy a contar, para que escuchen, una historia maravillosa que comienza con: Había una vez…”

Pampa Rara

La zona de Pampa Rara es muy conocida por los cambios bruscos de su clima. A la mañana puede hacer frío, a la tarde mucho calor y por la noche nieva. Una semana puede llover sin parar y, a la siguiente, ni una nube en el cielo. Los animales se acostumbraron rápido a esos cambios.

Cuentan que una vez, un lobo viejo tenía mucho calor. Estaba al lado de un charco formado con la lluvia de la mañana, y sentía arder su cola, su cabeza y sus patas. Efectivamente, era una tarde muy calurosa.

Para refrescarse, el lobo metió la cola en el charco y suspiró, aliviado. Pero de pronto el tiempo cambió, sopló un viento helado y comenzó un frío intenso. El agua del charco se hizo hielo en apenas un minuto.

Cuando el lobo quiso correr a buscar un refugio, no pudo porque su cola estaba atrapada dentro del charco congelado. Sus esfuerzos por soltarse fueron en vano: la cola lo aferraba al hielo. Para colmo, cuando el viejo lobo ya estaba resignado a que todo su cuerpo terminaría congelándose y tiritaba por el frío, se acercó un cazador apuntándole con su rifle. El lobo trató de escapar pero no podía. Al darse cuenta, el hombre se deleitó observando a su presa atrapada.

El lobo lo miró, dejó de patalear y aulló muy fuerte. Su aullido retumbó en toda Pampa Rara. El cazador soltó el arma y se tapó los oídos. En ese momento, el viejo lobo hizo un último esfuerzo, se desprendió de la trampa de hielo y comenzó a correr. Aunque el cazador

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