ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

El objeto:

Dentro de la Ley 27444 “Ley del procedimiento administrativo general” en el artículo 03 expresa que un acto administrativo debe ser válido expresando el objeto, en donde se pueda determinar los efectos jurídicos. El objeto debe ser lícito, preciso, físico y jurídicamente, comprendiendo dentro de ella la motivación, el contenido por lo tanto debe estar dispuesto en nuestro ordenamiento jurídico.

El objeto del acto administrativo es la materia sobre la cual: decide, certifica, valora u opina. Mediante el artículo 5 de la Ley 27444 nos expresa que el objeto es aquel como se expresa lo anterior decide la autoridad, de acuerdo a esto se debe comprender aquellas cuestiones de hecho y derecho que fueron planteadas por los administrados, la autoridad administrativa otorga un plazo no menor a cinco días para que se pueda exponer la posición y puedan aportar las pruebas que se consideren oportunos.

Podemos mencionar a otro requisito que hace válido como requisito el cual es la compatibilidad del contenido dispuesto por nuestro ordenamiento jurídico, el cual debe cumplir con características:

Posibilidad física y jurídica: El objeto debe estar previsto en nuestro ordenamiento jurídico dentro del acto administrativo, también el contenido del acto debe ser material y disponible sobre los elementos que se encuentren en la realidad.

Precisión: El acto administrativo tiene efecto directo dentro de los derechos, intereses y obligaciones del administrado debe hallarse definido de forma indubitable, para que establecerse condiciones o en el caso de sanciones se puedan cumplir.

No obscuridad: Dentro del acto administrativo el contenido debe utilizar un lenguaje claro y coherente para que esta pueda entenderse, para que dentro de la decisión emitida por la Administración Pública se reconozcan las razones.

Debe comprender las cuestiones surgidas de la motivación: Dentro del acto administrativo el contenido debe tener las cuestiones de hecho y derecho según fueron planteadas por los administrados.

La Voluntad:

Expresa y Tácita:

Para diferentes autores, la voluntad se considera como un elemento importante del acto administrativo, mientras que para otras partes es fundamental que la ideología entienda que no es un elemento sino un presupuesto de tal acto.

Según Avalos (2016). La voluntad se configura cuando la decisión va dirigida a un fin, a un deseo o pretender de la administración, ya sea por una orden, un permiso, una autorización y finalmente una sanción (p, 25).

Para Martínez (2016). La producción del acto administrativo la voluntad del sujeto activo debería ser espontánea e independiente, asimismo figura en las facultades del órgano, es decir no debería estar viciada por error, dolo, maltrato u otra causa, y debería expresarse en los términos previstos en la ley (p, 93).

Al margen de la disputa doctrinal, en el acto administrativo la voluntad está dedicada al individuo activo, o sea el órgano emisor no puede ser tácita y debería proclamarse expresamente en los términos previstos por la regla jurídica aplicada, a impacto de que el individuo pasivo quede debidamente impuesto. Por consiguiente, está en condiciones de llevar a cabo las obligaciones que el acto le ordena además de ejercer los derechos que le imponen. La manifestación de la voluntad, es decir la expresión del proceso de voluntad del titular del órgano administrativo que está actuando como tal, por lo tanto, se debería tener una manifestación que logre ser perceptible, mejor dicho, sé que sostenga objetivamente

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