ENSAYO BULLYING ESCOLAR
SOANMEGA6213 de Abril de 2014
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INSTITUTO DEL DESIERTO DE SANTA ANA
ESCUELA DE POSGRADO
“DOCTORADO EN DOCENCIA”
ASIGNATURA:PSICOSOCIOLOGIA DE LA DOCENCIA
ENSAYO: UNA REFLEXIÓN ACERCA DEL BULLYING ESCOLAR
ALUMNA : SONIA ANGELICA MEDINA GARCIA
HUATABAMPO, SONORA A MIERCOLES 3 DE JULIO DEL 2013
ENSAYO: UNA REFLEXIÓN ACERCA DEL BULLYING ESCOLAR
Por Sonia Angélica Medina García
Históricamente en el ámbito de la Educación se han presentado diversas problemáticas entre los alumnos y los diferentes actores del medio escolar que se han caracterizado por ser foco de interés para múltiples investigaciones con la finalidad de aportar estrategias mara abordar dichas situaciones y mejorar la calidad de la educación
En la actualidad son muchas y cada vez mayores la situaciones sociales que afectan a los niños, adolescentes y jóvenes, lo que a su vez tiene repercusiones en el proceso educativo, y dificultan la convivencia armónica entre los alumnos, maestros, directivos y padres de familia de las instituciones educativas en todo el país y el mundo.
Sin duda alguna, la escuela, además del seno familiar, juega un rol importante en la formación de los estudiantes de Educación Básica y es a través de ella como se ha pretendido trabajar para concientizar y disminuir dichas problemáticas sociales. Ante estas dificultades, en nuestro país se incluye en la Reforma Integral de la Educación Básica, uno de los principios pedagógicos que sustentan el Plan de Estudios 2011, en su apartado 1.9 que trata sobre la Incorporación de temas de relevancia social. Estos temas forman parte de más de un espacio curricular y contribuyen a la formación crítica, responsable y participativa de los estudiantes en la sociedad. Estos temas favorecen aprendizajes relacionados con valores y actitudes sin dejar de lado el conocimiento y entre ellos se encuentra el que concierne a la presente reflexión: la prevención de la violencia escolar, bullying.
Definición del contexto y sujetos
Para realizar un análisis e investigación sobre la violencia escolar es necesario contextualizar el problema, y en este caso los trabajos se han de realizar en la Escuela “Roberto Aja Escobar”, perteneciente al Nivel de Primaria, en la Zona escolar 72, con ubicación en la Colonia Guadalupe Ríos en el municipio de Huatabampo, Sonora. El plantel educativo presenta una población escolar de aproximadamente 100 alumnos, que se atienden en el turno matutino. El cuerpo docente se integra por seis maestros frente a grupo quienes trabajan con grupos de 1° a 6° respectivamente, además de contar con un intendente. Cabe mencionar también que la escuela se ubica en una zona de la periferia de la cabecera municipal con características de un nivel socioeconómico bajo. Por su parte, los niños con lo que se trabaja en el plantel son alumnos de entre los 6 y 12 años de edad.
Referencias conceptuales
Desde años atrás múltiples autores han abordado el tema del acoso escolar, aportando cada uno su definición personal sobre el término, entre las cuales podemos puntualizar las siguientes:
El primer término que se utilizó fue “mobbing”. Se empleó en las primeras investigaciones realizadas en la década de los setenta en el norte de Europa (Heinemann, 1972; Olweus 1973), haciendo referencia al ataque colectivo que emprende un grupo de animales contra una animal de distinta especie, con frecuencia más grande y considerado enemigo natural del grupo (Lorenz,1963). Pero el mobbing, se limitó a designar conductas grupales, con lo cual no podía usarse para designar las agresiones individuales, que es una modalidad sumamente frecuente, si no la más, entre las agresiones escolares. Para superar esta limitación comenzaron a utilizarse los vocablos anglosajones bully y bullying. “Bully” presenta dos acepciones; a) persona o animal que se convierte en terror para el débil o indefenso; y b) aquel que protege y vive de las prostitutas. Es decir, en ambos prevalece la tendencia a aprovecharse del otro que está en una situación de inferioridad. En castellano habría de traducirse como “intimidador”, si bien, se trata de un término apenas utilizado, adaptándose mejor los términos “abusón” o “matón”.
Por otra parte Olweus lo definió de manera personal como: “Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos.”
Berger y Lisboa (2008), basados en el trabajo realizado por Rigby (2004), han agrupado estos los paradigmas de este fenómeno en tres grandes grupos.
1. Modelos individuales
Los modelos individuales plantean que existirían características individuales asociadas al bullying (por ejemplo, niños/as que disfrutarían dominando a otros) y que incluso algunas de éstas serían de carácter genético. Algunos niños/as serían más proclives a ser parte de dinámicas agresivas dado el carácter que han desarrollado. En este sentido, incluye también la dimensión afectiva de los niños/as y el impacto de ésta en sus conductas, como por ejemplo la hipótesis de que niños que han sido víctimas de matonaje reaccionan violentamente, incluso llegando a casos extremos como los tiroteos en distintas instituciones educacionales en los Estados Unidos, ampliamente divulgados. Asimismo, dificultades en habilidades socioemocionales, especialmente dificultades para el procesamiento de la información social y la empatía, serían características de los niños agresores.
2. Modelos interpersonales y grupales
Desde este enfoque la agresividad entre pares surgiría en relación a la necesidad de establecer jerarquías sociales, y asociada a la tensión entre ser aceptado por el grupo de pares y al mismo tiempo individualizarse. Estos procesos cobran centralidad cuando los niños empiezan a relacionarse con otros y a “afirmarse” o definirse en función de los otros (Coté, Vaillancourt, LeBlanc, Nagin & Tremblay, 2006). Desde esta perspectiva, el bullying surge en torno de la disputa y/o defensa de la posesión de objetos y/o bienes que son considerados valiosos en el contexto, como por ejemplo el estatus social (Cillessen & Mayeux, 2004; Rodkin & Berger, 2008). El matonaje sería el resultado del encuentro de niños/as con diferentes posiciones de poder (físico y/o psicológico), lo que motivaría la búsqueda del establecimiento de jerarquías entre los niños. Así, el matonaje es considerado como un fenómeno natural y relacionado con la adaptación al contexto y su existencia en las instituciones escolares no necesariamente implica alguna falta o malfuncionamiento de la institución, ya que su emergencia dependería de la cultura de pares en la cual se desarrolle. En la medida que dicho contexto acepte y valide la agresividad, ésta será utilizada por niños y niñas, y para ser aceptados por el grupo, los estudiantes debieran cumplir con aquellas conductas y actitudes aceptadas, validadas y valoradas por el grupo de pares. Así, el bullying es un fenómeno grupal. Además, desde esta perspectiva puede explicarse el cambio de las conductas agresivas desde formas físicas (inicialmente) a formas relacionales, según los recursos y habilidades con que cuentan los niños en las distintas etapas de su desarrollo.
3. Modelos socioculturales
Desde esta perspectiva el bullying estaría asociado a la existencia de grupos con diferencias en términos de poder y estatus, principalmente basadas en antecedentes históricos y culturales (raza, género, nivel socio económico, minorías en general). Especialmente interesante aquí es la agresividad inter-género (Berger & Rodkin, 2009), respecto de la cual se especula que hombres han aprendido del contexto socio cultural a relacionarse con mujeres de una manera abusiva (lo que se ha conceptualizado como la construcción de una masculinidad hegemónica), tanto contra niñas como contra niños que no presentan las cualidades típicamente adscritas a dicha masculinidad (Narvaz & Koller, 2006). De esta forma, las relaciones de agresión y abuso aparecen validadas por la supuesta supremacía de un grupo sobre otro, y por tanto son aprendidas a través de procesos de socialización. Esos supuestos explican algunos preconceptos y estereotipos que, socialmente aprendidos, legitiman el matonaje e influencian negativamente el desarrollo moral de jóvenes.
En síntesis, bullying no es sinónimo de violencia escolar, sino más bien una forma específica de ésta. No existen explicaciones únicas respecto de su génesis; existe consenso entre los investigadores en que el bullying es un fenómeno complejo y multicausal, y por lo mismo, la integración de distintas perspectivas para abordarlo permite alcanzar una mayor comprensión.
Por su parte Davis y Davis, citan a Ross (1996) que expresa: “la intimidación es una forma de interacción social -no necesariamente duradera- en la que un individuo más dominante (el agresor) exhibe un comportamiento agresivo que pretende, y de hecho logra, causar angustia en un individuo menos dominante (la víctima). El comportamiento agresivo puede tomar la forma de un ataque físico y/o verbal directo o indirecto. En la agresión pueden participar más de un agresor y más de una víctima” (2008, pág.11).
Avilés (2002) se refiere al Bullying desde
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