ENTREVISTA

Los cambios, muy fuertes, que ha habido ya los conocen, apertura del mercado, es decir, todos los productores de la industria han sido obligados a competir de manera muy rápida con reglas muy diferentes del juego, que van desde participación en importaciones, eliminación de una serie de trabas especiales que había, salida de la participación de gobierno en algunos casos como en el caso de la comercialización del café, eliminación de todo tipo de controles de precios y subsidios, únicamente quedan controles a nivel de lácteos y de tortillas, cambios significativos en agricultura, desde el punto de vista del marco legal que la rige, y cambios muy pequeños en los patrones del consumidor de alimentos.

Se dio entrada a participantes muy fuertes. Uno pudiera agarrar una lista de tres cuatro páginas en cuanto a qué competidores han entrado a la industria. Vemos desde competidores que han entrado en distintas categorías, como galletería y pastas a través de compra de proveedores existentes, hasta competidores que han hecho asociaciones como, por ejemplo, el caso de A.D.M. con Maseca, han tomado una participación y además están entrando al negocio de harina de trigo etc. Esto se ha repetido prácticamente en todos los mercados de Latinoamérica.

En de canales de comercialización también se ha dado un cambio muy fuerte. Hay todo tipo de versiones en cuanto a las repercusiones. Mucha gente argumenta que la tiendita tradicional no va a perder relevancia. Cuando ve uno las cifras frías en cuanto a lo que representan el canal de supermercados o canales modernos de la venta de alimentos, captamos un cambio dramático pasando de como 12% a casi el 30% de la venta de alimentos y bebidas en el país, y si miramos los índices de crecimiento de ventas reales observamos que los intermercados han crecido al 60%, tiendas de conveniencia al 25%, supermercados casi 25% y todo esto a expensas, ya sea de los abarrotes tradicionales, muchos de ellos tiendas de gobierno o de especialistas, es decir, carnicerías, panaderías todo tipo de comercio especializado ha tendido a perder terreno frente al canal de supermercado, esa pérdida de terreno ha sido mucho más fuerte en los productos que estamos determinando como aquellos de mayor valor agregado. Algunas categorías ya podrían ser atacadas por marcas privadas.

¿Cuál ha sido el impacto de todos estos cambios?, el más fuerte ha sido en precios, en general los precios de los alimentos han estado bajando como el 1% en términos reales cada año. El otro efecto fuerte ha sido sobre la rentabilidad, en ese aspecto es mucho más difícil llegar a las cifras reales de la industria. En niveles de utilidad se hablaba hace unos años alrededor de 15% sobre ventas, hoy por hoy se habla de una rentabilidad del 8%, 10% máximo. De manera que ha habido un impacto muy fuerte

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