ESQUEMA DE PROCESO DE INVESTIGACIÓN

ESQUEMA DE PROCESO DE INVESTIGACIÓN

(PROYECTO)

1. Introducción

La obtención de una bella sonrisa es siempre el principal objetivo de cualquier tratamiento dental estético. Después de todo, es la belleza de la sonrisa la que hará la diferencia entre un resultado estético aceptable o agradable para cualquier tratamiento dado. Sin embargo, a pesar de su importancia, se discuten poco las características intrínsecas de la sonrisa. Mucho se habla de las consecuencias clínicas de procedimientos dentales en la sonrisa, pero sus características intrínsecas no son ampliamente evaluadas. Estas características pueden a veces ser alteradas y, a veces no, ya que son partes integrales de la persona. Como tal, el campo de la odontología no tiene alcance más allá de estas características, y sólo puede hacer evaluaciones de ellas.

La evaluación de la belleza es siempre subjetiva. Sin embargo, necesitamos herramientas adecuadas para superar el desafío de esta subjetividad. En ortodoncia, no es suficiente sólo reconocer lo que está interfiriendo con la sonrisa, se requiere un diagnóstico de lo que no es normal, a fin de establecer un plan de tratamiento. Al igual que en los problemas funcionales, en los que seguimos conductas que nos llevan a un diagnóstico de las anomalías, los problemas estéticos también requieren parámetros para que podamos encontrar los defectos. Durante la visualización de los problemas, se crean varias reglas y supuestos, lo que lleva a veces a una subestimación de los defectos o una sobrevaloración de las normas, la creación de paradigmas que no son compatibles con los datos científicos comprobados. La esencia misma de la odontología estética, que implica criterios artísticos, contribuye a este hecho. El uso de mecanismos sencillos y fiables puede mejorar las posibilidades de éxito, si no eliminar errores de rendimiento.

La cara, es considerada como el órgano de expresión social y afectiva, es donde mejor se reflejan los sentimientos y emociones del individuo. La sonrisa no es ajena a la estética facial que analiza el grado de belleza de una cara correlacionándose con el grado de autoestima, salud y bienestar del Individuo, eh allí donde radica la importancia de este estudio ya que nos da pautas sobre la estética y su relación con la funcionalidad; siendo la primera una observancia puramente subjetiva, mientras que la segunda es evidentemente objetiva tanto desde el punto de vista del observador como del paciente.

El propósito de este estudio es comparar la percepción estética de la oclusión pos-tratamiento ortodóntico a través de visualización de fotografías por los alumnos del 1ero y 5to año de la Facultad de Estomatología de la UIGV.

(esta parte está copiada tal cual de la tesis pero a mi parecer, está rete mal)

El propósito de este trabajo es hacer un análisis comparativo entre apreciaciones  estéticas y perfil facial después de un tratamiento ortodóntico.

1. Planteamiento del problema

La funcionalidad y la belleza no siempre van de la mano en la naturaleza pero en el caso del tratamiento  ortodóncico, es exigencia de los pacientes el que se consiga la estética adecuada constituyéndose, por tanto, una de las metas de la ortodoncia e, inclusive en algunos casos, poniéndose por encima, en importancia a la funcionalidad.

Sabiendo que lo ideal radica en el punto medio justo que esté entre los límites de una funcionalidad eficiente y, al mismo tiempo, calidad estética que permita al paciente mantener alta su autoestima planteamos lo siguiente como problema a tratar: ¿Es posible relacionar positivamente la apreciación estética con la oclusión, posterior al tratamiento ortodóntico?

1. Marco teórico

(Copiado textual de la tesis)

La palabra estética, del griego aisthesis (percepción), es la teoría sobre el juicio basado en la experiencia mediante el cual el estímulo óptico no solamente es percibido como un objeto consciente, sino también evaluado como placentero o desagradable, bello o feo. En el sentido derivado de la tradición ancestral del concepto, la estética puede, además, ser entendida para encontrarse con la teoría de lo atractivo, de la regularidad, de la armonía con la naturaleza y del arte, (1)

La tarea para definir una estética ideal ha caracterizado a la cultura humana desde sus comienzos. Diferentes filósofos de la antigüedad, entre ellos Heráclito : 550-480 a.c), Platón (428-347 a.c) y Aristóteles (383-322 a.c) trabajaron extensamente con estética. Entre los modernos, los filósofos alemanes Gottfried Wilhefm Leebnítz (1646-1716 d.c), Alexander Gottlíeb Baumgarten (1717-1762 d.c) y Manuel Kant (1724-1804 d.c) hicieron contribuciones especiales en esta área.(1)

En Sócrates aparece la identificación entre el bien, la verdad y la belleza. Ya entre los griegos se insinúan teorías acerca del origen del sentimiento estético, fundándolos unas veces en el placer, otras en la moralidad, otras en la inteligencia y, por fin, haciéndolo consistir en una iluminación determinada por el esplendor mismo del ser, que es, según las doctrinas inspiradas en Platón, la definición de la belleza. En Aristóteles aparecen la teoría del sentimiento estético como catarsis, es decir, depuración; y con él comienza la filosofía del arte, disciplina estética que atiende el problema específico de las otras bellas creadas por el hombre.(2)

La dificultad de dar una opinión sobre la estética estriba en que no siempre el criterio sobre la objetividad es decisivo; depende mucho del sentimiento del sujeto y la interpretación del observador así como también se añaden los factores culturales los cuales juegan un papel muy importante. Por esta razón, existen grandes diferencias entre diferentes observadores en cuanto a lo que es o no es estético. Esto es válido para personas de diferentes culturas, así como también cada persona de la misma cultura. El logro de la estética también varía enormemente con cada individuo.(1)

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