ESTADO Y SOCIEDAD

Democracia Representativa

El maestro García Pelayo nos explica que “desde el punto de vista político, el sistema democrático se caracteriza por las siguientes notas: a) la voluntad y actividad del Estado es formada y ejercida por los mismos que están sometidos a ellas; b) por consiguiente ‘el pueblo,’a quien se dirige el Poder del Estado, es al mismo tiempo sujeto de este Poder; su voluntad se convierte en la voluntad del Estado sin apelación superior; el pueblo es pues, el soberano”.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define a la democracia como “el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado”, es decir, se trata de aquella forma de gobierno en la cual el pueblo, delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante el sufragio, lo cual conlleva, a que los gobernantes elegidos deberán ejercer la función que le ha sido encomendada y confiada en nombre y a favor de toda la nación, aun incluso de aquellos que no lo respaldaron en el proceso de selección electoral mediante su voto.Esto nos demuestra que el pueblo como detentador absoluto del Poder soberano, asume la gestión de gobierno; de allí el sentido de la famosa frase de Abraham Lincoln en la que se define a la democracia como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

En la actualidad este es uno de los sistemas de gobierno democráticos mas utilizados, ya que ha sido considerado de mayor éxito e implantación desde los tiempos de la monarquía. No obstante existen algunos colectivos, que critican esta forma de democracia por considerarla incompleta y abogan por una democracia mas participativa y directa.

En el orden de idea de todas las consideraciones anteriormente descritas, se aprecia que este tipo de democracia fue acogida por nuestra constitución de 1.961, en donde la base fundamental de la misma, recaía sobre su artículo 4 indicando que “La soberanía reside en el pueblo quien la ejerce mediante el sufragio, por los órganos del Poder Publico”, es decir, que la perspectiva sobre la cual se encontraba instaurado el sistema democrático en nuestro país anteriormente, implicaba el reconocimiento de que; el detentador de la soberanía era el pueblo, quien se hallaba absurdamente limitado en su ejercicio, puesto que el mismo se encontraba condicionado a que la efectiva materialización de ésta, sólo podría realizarse mediante una forma de expresión electoral, es decir a través del sufragio.

En tal sentido, se patentizaba bajo dicha concepción una forma de gobierno netamente representativa, en la cual la única posibilidad permitida para el ejercicio de la soberanía que se proclamaba residía en el pueblo; lo constituía la posibilidad de la escogencia de las personas que conformarían las autoridades de gobierno.

Un sistema participativo, por el contrario, consideraría que el pueblo refiere siempre la soberanía, ya que, si bien puede ejercerla a través de sus representantes, también puede por sí mismo hacer valer su voluntad frente al Estado. Indudablemente, quién

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