EVALUACIÓN

INTRODUCCIÓN

El sistema educativo a lo largo de su existencia ha implementado un sin número de formas de evaluar en los diferentes niveles que contempla, sin duda el instrumento más usado tanto para el sistema educativo como para los organismos nacionales e internacionales ha sido el “examen”, en sus diferentes formas, a pesar de saber que este instrumento no es el más adecuado ya que no permite observar aspectos sociales, emocionales y motrices de los evaluados; sin embargo esto no impide que se emitan juicios cuantitativos o de rango según sea la evaluación. Sabemos que un individuo no es perfecto y que cada uno es una persona única que presenta diferentes capacidades, habilidades y conocimientos que las de sus compañeros, así como su propia forma de aprender, es por ello que la evaluación se presenta como un proceso complejo que requiere de mucha dedicación y tiempo, donde los educandos se deben considerar como persona irrepetible con características propias, para de esta forma obtener información lo más verídica posible. Por lo tanto los instrumentos, tiempos y formas de evaluar deben ser de manera integral a conciencia donde no solo se tomen en cuenta el aprovechamiento de los niños a través de un examen como se ha venido haciendo en varios niveles educativos en el propio sistema. La evaluación en sí va más allá de un simple instrumento y forma de evaluar y va más allá de un solo momento de evaluación, es un proceso continuo, donde los involucrados deben identificar sus capacidades y limitaciones, así como la necesidad de hacer un mayor esfuerzo en algún aspecto para fortalecer o mejorar. La evaluación educativa es formativa y funcional con características propias que la hacen ser parte del proceso E- A y que sirve en la valoración de lo realizado y de lo que está por realizar. La evaluación es parte fundamental pero no central del acto educativo. En el presente escrito se mencionan las implicaciones, características, propósitos, ventajas, usos y agentes implicados en la evaluación educativa.

DESARROLLO

La evaluación en el ámbito educativo es un instrumento a través del cual se obtiene información de todos los directamente involucrados en el proceso Enseñanza-Aprendizaje; esta no solo se aplica a los actores de la educación sino también a los materiales pedagógicos, financieros, didácticos y externos que intervienen en el trabajo docente. Existen varios conceptos a cerca de la evaluación según el autor que estudia o analiza dicho proceso; así lo define Jaime R. Valenzuela González y Patricia Frola, ellos dicen que la evaluación es un proceso, donde el primer autor lo toma también como un producto que nos permite conocer hasta qué punto se lograron las metas planteadas en el quehacer educativo; mientras que la segunda autora menciona que está destinado a recabar información a emitir juicios de valor y a la toma de decisiones pero esto en función de mejorar todo lo evaluado, ya que ella dice que no solo se evalúan las personas involucradas, sino también los objetos y fenómenos que tienen injerencia en dicho proceso.

Ana María Saúl, también realiza aportes a la evaluación, ella a diferencia de Jaime R. Valenzuela G. y Patricia Frola, no la define como un proceso, sino que se enfoca a decir que: “es una ventana a través de la cual podemos entrar y alterar nuestras prácticas cotidianas, nuestro proyecto pedagógico y la escuela como un todo.”; esto implica que nos evaluemos nosotros mismos, nuestro trabajo, la forma en que abordamos las actividades, los materiales que seleccionamos, los tiempos que establecemos, las decisiones que tomamos y en sí todo lo inherente al proceso educativo con el fin de emitir juicios de valor ( aquí coincide con Frola) pero sobre lo que estamos haciendo. De esta manera se puede identificar a grandes rasgos la forma en cómo estos autores conciben la evaluación; de manera integral se puede decir que: la evaluación es pues, un proceso que sirve como instrumento del quehacer educativo, por medio del cual se obtiene información, se emiten juicios y se toman decisiones con el fin de alterar las prácticas cotidianas en función de mejorar lo evaluado; como son sujetos, objetos y fenómenos del mismo proceso.

Pero ¿a qué se refieren estos autores cuando hablan de sujetos, objetos y fenómenos?, pues hacen hincapié directamente a los agentes evaluados o a evaluar. Empezando por los sujetos ellos coinciden en que son personas incluidas en el proceso educativo, entre las que se pueden mencionar: los alumnos, el docente, los padres de familia los especialistas e incluso menciona Jaime R. Valenzuela González, que pueden ser agentes evaluadores o usuarios de la información e informantes y de todos ellos habría que considerar sus actitudes, acciones y toma de decisiones, Ana María Saúl, considera que la evaluación de los sujetos puede tener muchos objetivos y no solo el rendimiento escolar de los educandos y que ésta no debe ser usada para control de cualquier aspecto en el aula por parte de los docentes. Estos tres autores hacen mención de los objetos ; los cuales son para ellos los materiales por ejemplo, los programas de estudio, los textos, el curriculum, los instrumentos de evaluación, la institución, el ámbito educativo, las competencias, sistemas, entre otros, y estos se evalúan ya que es necesario conocer que tan acorde y viable es el uso de ellos. Frola considera que además de los objetos y sujetos también se debe obtener información de un fenómeno, entre los que se pueden mencionar: el aprendizaje, la evaluación misma y la metaevaluación, el nivel de participación, el rendimiento escolar, la gestión educativa,

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