Economia Clasica
mariajose953 de Abril de 2014
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Desde un punto de vista de la política, el principio de utilidad ( egoísmo ) se ha interpretado de dos maneras distintas. Una de ellas descansa en la creencia en una identidad natural de intereses, y la otra en la creencia en una identidad natural, que depositaba una gran confianza en el orden natural y la armonía. El creía que los egoísmos individuales de la naturaleza humana se armonizan espontáneamente en una economía libre; en consecuencia, su prescripción básica promovía esencialmente una política de laissez faire. Bentham, sin embargo, tomo un rumbo diferente. Aun admitiendo que los individuos son sobre todo egoístas, Bentham negaba cualquier armonía natural de los egoísmos. El delito, por ejemplo, brinda un caso de comportamiento egoísta que viola el interés publico. El mismo hecho de la existencia del delito constituía para Bentham la prueba suficiente de que la armonía natural no existe. Por tanto, el principio central de la filosofía de Bentham era que el interés de cada individuo debe identificarse con el interés general, y que la tarea del legislador consistía en producir esta identificación a traves de la mediación directa. Así, Bentham adopto en primer lugar el principio de utilidad en forma de un marco de identidad artificial de intereses. Su doctrina fue conocida como utilitarismo.
A primera vista, la doctrina de Bentham muestra un parecido con la antigua filosofía griega del hedonismo, que también sostenía que el deber moral se satisface en el disfrute de los intereses que buscan el placer. Pero el hedonismo prescribe acciones individuales sin referencia a la felicidad general. El utilitarismo añadió al hedonismo la doctrina ética de que la conducta humana tenia que ser dirigida hacia la maximización de la felicidad del mayor numero de gente. < La mayor felicidad para el mayor numero >.
Según Bentham, el interés general de la comunidad se mide por la suma de los intereses individuales en la comunidad. El planteamiento utilitarista era democrático e igualitario. No importaba que uno fuera un pobre o que fuera el rey: cada uno de los intereses individuales tenia que tener el mismo peso en la medición del bienestar general. Así, si algo añade mas al placer de un campesino de lo que quita a la felicidad de un aristócrata, es deseable desde el punto de vista utilitarista. Asimismo, si una acción gubernamental de cierto tipo aumenta la felicidad de la comunidad mas de lo que disminuye la felicidad de algún sector de la misma, la intervención, por lo mismo queda justificada.
EL CALCULO DE LA FELICIDAD
El intento de Bentham para medir el bienestar económico en sentido científico tomo la forma de calculo de la felicidad, o suma del placer y del dolor colectivos. Ya en 1780, en su Introduction to the Principles of Morals and Legislation (p. 30), Bentham describía las circunstancias en las que tenían que medirse los valores del placer y del dolor. Para la comunidad, se componían de los siete factores siguientes:
1. La intensidad del placer y del dolor.
2. Su duración.
3. Su certeza o incertidumbre.
4. Su proximidad o lejanía.
5. su fecundidad, o la posibilidad de que las primeras sensaciones fuesen seguidas de otras de la misma clase (es decir, placer seguido de mas placer, o dolor seguido de mas dolor).
6. Su pureza, o la posibilidad de que las primeras sensaciones no fuesen seguidas de otras de la clase opuesta (por ejemplo, el parto tiene un bajo índice de pureza, porque representa una mezcla de dolor y de placer)
7. Su extensión, esto es, él numero de gente afectada.
CALCULOS DEL BIENESTAR
Bentham también explico detalladamente el mecanismo por medio del cual debían efectuarse los cálculos de bienestar. Entonces, para hacer un calculo exacto de la tendencia general de cualquier acto que afecten los intereses de la comunidad, exhorta a proceder como sigue:
1. Del valor de cada placer identificable que parezca producido por el en primer lugar.
2. Del valor de cada dolor que parezca producido por el en primer lugar.
3. Del valor de cada placer que parezca producido por el después de la primera sensación. Esto constituye la fecundidad del primer placer y la impureza del primer dolor.
4. Del valor de cada dolor que parezca producido por el después de la primera sensación. Esto constituye la fecundidad del primer dolor y la impureza del primer placer.
5. Súmense todos los valores de todos los placeres por una parte y los de todos los dolores por otra. El saldo, si es favorable al placer nos dará la tendencia buena del acto en conjunto, con respecto a los intereses de ese individuo; si es favorable al dolor dará la tendencia mala del acto en conjunto.
6. Realícese un calculo del numero de personas cuyos intereses parecen estar implicados, y repítase el proceso anterior con respecto a cada uno. Súmense los números que expresan los grados de la tendencia buena en relación con el conjunto: hágase de nuevo con respecto a cada individuo, en relación con el cual la tendencia sea mala en su conjunto. Hágase balance que si es favorable al placer, dará la tendencia buena general del acto, y si es favorable al dolor dará la tendencia mala general con respecto a la misma comunidad.
EVALUACIÓN DEL UTILITARISMO
Hay varias dificultades analíticas y practicas en la teoría de la medición del bienestar de Bentham, algunas de las cuales reconoció, ignorando otras. Uno de los muchos problemas a los que Bentham tuvo que enfrentarse era el de las comparaciones interpersonales de utilidad. La felicidad de un hombre, para parafrasear un viejo tópico, puede ser veneno para otro hombre. El hecho de que diferentes individuos tengan gustos diferentes, rentas diferentes, objetivos y ambiciones diferentes, etc., hace que las comparaciones de utilidad ganada o perdida entre individuos sean ilegitimas, en relación con cualquier criterio objetivo. Bentham admitía esta dificultad, pero consideraba que había que realizar tales comparaciones, o la reforma social seria imposible. Por lo tanto, su teoría del bienestar tiene un contenido subjetivo.
Otro problema de la teoría del bienestar se refiere a la ponderación, si es que existe alguna, de los placeres cualitativos. ¿ Debían recibir los placeres de la mente, por ejemplo, mas o menos énfasis que los placeres del cuerpo ? Bentham fue incapaz de resolver esta cuestión, aunque era consiente de la dificultad. Como tantos economistas posteriores, recurrió al dinero como la mejor medida disponible de la utilidad, aunque las medidas monetarias no registran siempre los cambios cualitativos de un modo inequívoco.
Un defecto de la teoría del bienestar del que aparentemente no tuvo conciencia, se refiere a la dificultad lógica que los economistas llaman falacia de composición. Esta falacia afirma que si
El principio de utilidad en la economía clásica
algo es cierto en relación con una parte, también lo es en relación con el todo. Con referencia a Bentham, hay una falacia lógica en la afirmación de que el interés colectivo es la suma de los intereses de los individuos. Aunque la afirmación pueda ser cierta en muchos casos, no lo es necesariamente en todos.
EL PRINCIPIO DE LA POBLACIÓN EN LA ECONOMÍA CLÁSICA: THOMAS MALTHUS
Malthus baso su principio de la población en dos proposiciones. La primera afirmaba que la población, cuando no se ve limitada, aumenta en progresión geométrica, de tal modo que se dobla cada 25 años. Malthus intento añadir precisión a este principio, basándolo en la experiencia de la población en los Estados Unidos. Sin embargo, Las estadísticas disponibles no eran fiables y proporcionaban un escaso respaldo empírico al primer postulado de Malthus. En consecuencia, tuvo el cuidado de indicar que la duplicación de la población cada 25 años no era ni la tasa de crecimiento máxima de la población, ni era siempre necesariamente tasa real. Pero Malthus afirmo claramente la existencia de una tasa de crecimiento potencial de la población que aumentaba en progresión geométrica.
A modo de contrapeso del primer postulado, estaba el segundo: en las circunstancias más favorables, los medios de subsistencia ( es decir, la oferta de alimentos ) posiblemente no pueden aumentar mas que en progresión aritmética. La precisión que Malthus presta a esta segunda afirmación fue desafortunada, dado que la progresión aritmética de la oferta de alimentos no venia respaldada por los hechos, ni siquiera en la forma aproximada que se daba en la primera afirmación. No obstante, la yuxtaposición de los dos primeros postulados llevaba al reconocimiento de la evidente discrepancia entre el crecimiento potencial de la población y la oferta de alimentos.
FRENOS POSITIVOS Y PREVENTIVOS
El freno ultimo del crecimiento de la población es la oferta limitada de alimentos. Pero hay otros, y Malthus los clasifico en frenos positivos y frenos preventivos. Los primeros, como la enfermedad, aumentan la tasa de mortalidad, mientras que los últimos, como la anticoncepción ni el aborto como medios prácticos par limitar el crecimiento de la población. En una condena cuidadosamente mesurada del ultimo, describió el aborto como un arte indecoroso para ocultar las consecuencias de una unión irregular.
La significación de la contribución de Malthus radica en su capacidad de prestar la tendencia procreativa y los frenos a la misma dentro de una estructura teórica que concentra la atención en las fuerzas que tienden a modificar el numero de personas sobre la Tierra.
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