Economía Estadounidense

La economía estadounidense en la estructura económica mundial en el primer decenio del siglo XXI.

El presente ensayo tiene como propósito principal sintetizar el desempeño de Estados Unidos como potencia mundial durante la primera década del siglo XXI, pero antes, es importante retomar el concepto de Estructura Económica Mundial el cual puede entenderse como el esqueleto donde se expresan las relaciones entre los distintos agentes económicos y sociales, individuos y empresas , y a su vez, tiene tres características básicas: totalidad, interdependencia y permanencia. Además, el impacto que ha tenido la globalización (mundialización), es decir, la creciente integración de economías y sociedades alrededor del mundo; por ejemplo, el rápido crecimiento y la reducción de la pobreza en China, India y otros países que eran pobres hace 20 años, ha sido un aspecto positivo de la globalización ; pero también ha provocado grandes desigualdades socioculturales y geográficas; y además ha aumentado la inequidad y la degradación del medio ambiente.

El surgimiento de Estados Unidos como la gran potencia mundial, se ubica en un contexto histórico de grandes y profundos cambios, principalmente en el transcurso del siglo XX, específicamente después de la Segunda Guerra Mundial; y que hoy en día, su poder hegemónico permanece vigente; pero es importante hacer un breve recuento sobre el proceso histórico en el cual Estados Unidos se convirtió en el principal motor del sistema económico. De esta manera, la influencia dominante de Estados Unidos en la economía mundial actual se explica a partir de su evolución, primero como nación independiente (en 1776 con el surgimiento de la obra de Adam Smith, La naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones) y después como país en expansión (con el despojo de tierras indígenas, la adquisición de territorios europeos, y más de la mitad del territorio mexicano).

Así mismo, la expansión estadounidense se vio acompañada de ideologías como el Destino manifiesto (convicción de que el pueblo merecía su grandeza otorgada por poderes divinos) ; y la Doctrina Monroe (“América para los americanos); y con el desarrollo de su propia revolución industrial, Estados Unidos integro su mercado, primero en dirección norte-sur a través del transporte marítimo y fluvial, y después en dirección este-oeste con la ayuda del ferrocarril. En la primera mitad del periodo de entreguerras, Estado Unidos gozaba de un gran auge económico gracias a su fortaleza industrial y comercial, dicho éxito fue el resultado de la revolución tecnológica que venía experimentando desde la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, el exceso de confianza y la falta de respaldo real de la producción desato lo que conocemos como la Gran Depresión de 1929, por lo tanto, la década de los treinta no fue tan prospera como los años veinte, y se caracterizó por ser un periodo de incertidumbre, los síntoma de crisis se expandieron por todo el mundo.

Mucho se habla de que Estados Unidos desde antes de iniciar la Segunda Guerra Mundial ya se perfilaba como gran potencia, pero no se hizo presente por el aislacionismo de ese país con el resto del mundo; y es hasta finales de dicho enfrentamiento bélico, periodo de reorganización de la economía mundial, cuando Estados Unidos asume su papel supremo a nivel mundial, en este sentido, en palabras de Ricardo buzo de la Peña, el año 1944, es clave porque es el inicio de un nuevo sistema económico internacional que se gestó en la conferencia de Bretton Woods, y cuando de manera oficial Estados Unidos asume el liderazgo del orden político y económico mundial. Posteriormente, a raíz de la rivalidad que entabla con Gran Bretaña, se da lo que conocemos como

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