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El Artista - Resumen


Enviado por   •  31 de Marzo de 2013  •  2.840 Palabras (12 Páginas)  •  638 Visitas

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El Artista es una película que trata sobre el miedo al cambio que tienen algunas personas y la capacidad de adaptación que tienen otras. Valentin, que se siente desplazado y fuera de lugar ante la nueva tecnología de sonido (“¿Quién quiere escucharme hablar?” dice en un momento de la película) y Peppy, que comienza su carrera en el cine mudo y remata su éxito en el cine sonoro.

La trama

Año 1927, George Valentin (Jean Dujardin, Lucky Lucke) es un actor famoso de cine mudo, con productores de Hollywood y fanáticos rendidos a sus pies. Sin tener de qué preocuparse conoce a Peppy Miller (Bérénice Bejo, Corazón de caballero), una joven bailarina con carrera en ascenso. El productor Al Zimmer (John Goodman, El gran Lebowski, Los Picapiedras) le advierte que el cine sonoro está por llegar y hay que adaptarse, pero el veterano actor se rehúsa a cambiar.

Mientras poco a poco su carrera se dirige a la cornisa y su vida se desmorona —hasta el divorcio—, su interés por Peppy se hace más profundo. Ella se convierte en estrella en películas sonoras, mientras que él sigue aferrado al cine mudo y a lo poco que le queda: el chofer y el perro —ambos fieles laderos hasta el momento—. Llega la crisis del '30, el crash en Wall Street, y el cine mudo pasa a la historia. ¿Cómo sobrevivir luego de tanta fama, cómo adaptarse a cambios tan profundos y cómo dejar

el orgullo de lado?

La interpretación de cada uno de los personajes es inspiradora. Comenzando con Uggie en su papel de El Perro, un pequeño canino que acompaña al protagonista en la mayoría de la cinta con sus bromas y trucos, pero que a la vez demuestra mayor personalidad que muchos actores humanos. Clifton (James Cromwell) es el otro gran compañero de George Valentin, trabaja como su chofer y en todo momento demuestra un apego especial con el artista, su personaje de rostro serio e inmutable es el balance perfecto para la actitud de Valentin.

John Goodman, a quienes quizá la mayoría ubiquen por su papel como Pedro Picapiedra, realiza un trabajo impactante. El propio Goodman parece haber sido transportado del siglo pasado en una máquina del tiempo hacia el presente para hacer su brillante caracterización: un productor buscando adelantos tecnológicos y formas de amasar más dinero en la industria fílmica, pero que en algún lugar de su avaro personaje esconde un corazón amable y justo.

George Valentin es protagonista de las historias exóticas de intriga y grandes proezas, tendrá que sufrir un cambio en su vida cuando el magnate Al Zimmer (John Goodman) de el siguiente paso en el entretenimiento.

Sin embargo el no es el único que tendrá que cambiar, ya que la joven bailarina Peppy Miller (Bérénice Bejo) también quiere probar suerte con la

nueva tecnología, Peppy se cruza en el camino de George, primero en el estreno de una de sus películas y tiempo después como extra en el rodaje de su última producción para Kinograph la casa productora en donde laboran.

George se niega a formar parte de la nueva tecnología, despreciando al cine sonoro el cual califica como una moda vulgar destinada al fracaso. George se enfrentará a la elección más difícil de su vida, abrazar al cine sonoro, como lo hará la joven Peppy Miller o arriesgarse a caer en el olvido.

Sus historias se entrelazan y podemos ver como el cambio es lo que rige nuestras vidas a lo largo de nuestra existencia. Pero el verdadero problema reside en cuanto dejamos de aceptar ese cambio, deseamos la permanencia y sobretodo nos apegamos al pasado. El filme nos enseña que debemos romper esas ataduras y siempre estar volviendo a crearnos, no permanecer en un estado estático que lo único que hace es detener nuestra evolución.

La historia de El Artista podría ser una de precaución pero más allá de eso es una historia de compasión, de esperanza y de humildad. Ese es el punto clave de la cinta. La humildad, que tenemos que cultivar para poder llegar a ser verdaderamente grandes.

George Valentin (Jean Dujardin) es un actor del cine mudo que ha logrado mucho éxito con sus filmes de aventuras, pero que una vez que se va a casa se ll

eva mucho mejor con su perro Jack (Uggie) que con su esposa Doris (Penelope Ann Miller) -y esto no es una broma: el ahora célebre can es uno de los personajes principales, y ostenta siempre una actitud que nos recuerda a la mascota del “Tintin” de los cómics-.

Pese a estas desavenencias hogareñas y a la natural arrogancia que le ha traído la fama, Valentin es un galán seductor y básicamente decente que sigue trabajando de manera empeñosa en lo suyo, pensando que su condición perdurará y burlándose del súbito advenimiento del cine sonoro, en el que empieza en cambio a participar con la mejor de las disposiciones Peppy Miller (Bérénice Trejo), una aspirante a actriz que era inicialmente una simple admiradora del ídolo.

El artista está ambientada en la transición entre el cine mudo y el cine sonoro. Sin embargo, no la veo tanto como un retrato de la realidad de aquella época, con personajes reales parlantes que nosotros no podemos oír simplemente por el formato de la película, sino una especie de fábula en la que los personajes viven realmente en una película muda con su blanco y negro, sus intertítulos y sus personajes que mueven los labios pero no se oyen y reaccionan a un sonido (silbidos, música, conversaciones) que no existe como tal. Con la llegada del cine sonoro, los personajes hacen una transición sin muchos problemas al nuevo formato

: Peppy Miller porque es joven, se adapta bien y solo está despuntando cuando el sonido aparece, el productor porque le va a dar un dinero que el cine mudo ya no da… todos se adaptan menos George Valentin, el protagonista, con cuya mentalidad estamos viendo la película. Para él, que ha crecido en el cine mudo, éste último es el arte y el cine sonoro es un truco de feria pasajero. Ese inmovilismo y esa falta de voluntad (o incapacidad) de adaptarse a lo nuevo acaban atrapándole y volviéndose contra él. Mientras que en la primera mitad de la película Valentin no tiene problemas viviendo en su mundo mudo y defendiéndolo (y la pesadilla es el cine sonoro), en la segunda parte pasan los años, todos han hecho la transición menos él, su carrera decae, su fortuna desaparece, su público le olvida y Valentin no es capaz de evolucionar porque no encuentra cómo salir de esa película muda en la que vive y saltar a la película sonora en la que todos los demás están viviendo. Ya no es una cuestión de voluntad, sino de incapacidad para adaptarse y encontrar su sitio en un mundo nuevo. Así, la película muda ya no es su mundo de arte y expresión, es una cárcel y una pesadilla. Tras tocar

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